NOTICIA PROPUESTA POR VICTORIA
TORRES REQUES.
Recursos
Humanos RRHH Press. El 18,8% de los contratos laborales existentes en España
experimentaron algún cambio durante la segunda mitad de 2014, lo que supone que
supone que casi uno de cada cinco trabajadores ha experimentado un movimiento
entre puestos de trabajo en dicho período.
Así se
desprende 2º Informe del Indicador del Dinamismo Laboral ‘Meta4 IDL’ elaborado
por IESE, un análisis semestral del comportamiento del empleo a partir de los
movimientos en puestos de trabajo que se producen en un conjunto de casi 800
empresas y que no suponen ninguna diferencia en el volumen total de
trabajadores.
Los
cambios contractuales han aumentado un punto respecto a la última medición, que
registró un índice de dinamismo del 17,8% en junio de 2014. De este modo,
continúa la tendencia creciente a la movilidad laboral que comenzó a repuntar
al inicio de 2013, tras un período de claro estancamiento comprendido entre
2010 y 2012.
Además de
los movimientos internos del mercado de trabajo, la relación entre la tasa de
altas y bajas también corrobora la propensión al dinamismo. Mientras
desaparecía una media del 2,5% de los puestos de trabajo, se creaba un promedio
del 4% de nuevas posiciones durante el último trimestre de 2014.
En
definitiva, la principal conclusión de este último informe es el aumento de la
rotación pese a que persiste el estancamiento en la creación de empleo.
Predominio
en la rotación femenina
Así mismo,
este último Meta4 IDL incluye dos nuevas variables del grado de movilidad
laboral no evaluadas hasta el momento: sexo y edad. Así, el índice revela que
las mujeres tienen tasas de rotación entre puestos ligeramente más altas que
los hombres. Aunque las mujeres representan solo el 40% de la base analizada,
su contribución a la rotación de trabajadores entre puestos se fija en el 53%.
Esta
tendencia en la rotación femenina -que viene registrándose desde 2013- responde
en gran medida a que las mujeres cuentan con una mayor tasa de contratos de
corta duración (considerándose como tales los inferiores a 30 días). La media
de esta modalidad de contratación es del 3,3% entre la población femenina
observada, mientras que se sitúa en el 2,5% entre los hombres de la muestra.
Los
jóvenes, a la cabeza del dinamismo laboral
El
análisis del dinamismo por grupos de edad descubre un patrón del mercado de
trabajo: la brecha existente entre empleados más jóvenes y aquellos con mayor
experiencia, en lo que respecta a la movilidad laboral.
Tras
segmentar la muestra en tres rangos, (menores de 35 años, entre 35 y 45 y
mayores de 45, se aprecia que son los menores de 35 años los que explican en
mayor medida el incremento del índice de dinamismo. Aunque cada grupo
representa aproximadamente un tercio de la base analizada, el dinamismo de los
menores de 35 años pasa de representar el 45% de los movimientos registrados
por el IDL en el 2010 a representar el 58% de los mismos en 2014 tal y como se
puede apreciar en el siguiente gráfico.
Este
fenómeno obedece a una mayor tasa de recambio entre empleo y desempleo (o
viceversa), así como entre distintos puestos de trabajo, entre la población más
joven.
La segunda
edición del Meta4 IDL indica que el mercado de trabajo sigue dinamizándose a
pesar del bajo crecimiento de la economía. Por un lado, este mayor movimiento
puede deberse a mejoras de eficiencia y mayores posibilidades para quienes
estuvieron temporalmente excluidos del empleo. Por otro lado, esta tendencia
puede significar un aumento de la precariedad o una creciente rotación de
plantillas, ligada a una escasa retención y formación de los empleados.
Noticia
publicada originalmente en: RRHHpress.com.
Comentario realizado por Antonio José Santamaría Ruiz:
ResponderEliminarLa presente noticia muestra un elemento que no resulta importante para entender el funcionamiento interno no solo de las organizaciones en abstracto sino que es uno de los factores que caracteriza (como tendencia cada mayor además) el ámbito laboral de las organizaciones y sus integrantes en España en el ámbito privado (y en menor medida en el público). La rotación en el empleo como medio de organización del trabajo y del desempeño de las funciones ha ido adquiriendo un notable crecimiento, eso sin embargo nos plantea enfrentarnos a las 2 dimensiones que esto nos depara.
Por un lado la rotación en el empleo puede ser un elemento positivo por 2 motivos: por un lado permite asegurar la permanencia del personal dentro de una organización así como potenciar la versatilidad permitiendo que los empleados puedan llegar desempeñar varias funciones. Siendo estas repercusiones a nivel interno.
Ahora bien resulta necesario tener en cuenta la dimensión negativa que puede llevar aparejada la rotación además de los problemas de adaptabilidad de los empleados a asus nuevos puestos y la consiguiente falta de motivación que son básicamente 2: Por un lado tenemos una notable bajada del nivel salarial (según cálculos de Marcel Jansen) llegando a caídas del 13% para los hombres y del 17% para las mujeres lo cual no solo repercute en la retribución sino también en el cálculo de las indemnizaciones por despido así como en las cotizaciones. De otro que una creciente rotación del empleo no solo conlleva devaluación laboral (y salarial) sino que también acaba suponiendo una fuerte barrera de entrada para los desempleados en el mercado laboral al permitir a las organizaciones restringir la demanda de trabajo.