Noticia publicada por María Dolores Cabello Cabello
Varios empleados de Abengoa han confirmado a OKDIARIO que el
ex presidente de Abengoa, Felipe Benjumea, amenazaba personalmente a los
empleados con despedirles si no gastaban dinero en el comedor de empresa de su
sede en Palmas Altas (Sevilla). Los trabajadores llaman a esta instalación
“Palmatraz”, en referencia a la famosa cárcel norteamericana.
La crisis de Abengoa está revelando prácticas laborales irregulares por parte de la dirección de la
empresa sevillana. La oposición por parte del departamento de Recursos
Humanos a que los trabajadores tuvieran representación
sindical se
comprende una vez que se conocen algunas de las acciones promovidas por la
compañía.
Según han denunciado empleados de Abengoa a OKDIARIO, el ex
presidente Felipe Benjumea “amenazaba personalmente con despedir a los trabajadores que no comían en el comedor de empresa” y, cuando no
lo hacía directamente, usaba mandos intermedios. “Los jefes nos decían, sin
ocultar su vergüenza por tener que hacerlo, que nos recomendaban comer en el
comedor si queríamos evitar problemas”.
“Benjumea quería controlarlo todo, hasta tenía que autorizar
personalmente las vacaciones de los miles de empleados de la compañía, porque
un hombre con mente fría y calculadora. Respecto al tema del comedor, de vez en cuando llamaba a
trabajadores al azar para recriminarles que no hicieran uso del comedor todos los días y nos decía que si
teníamos algún problema había muchas empresas donde encontrar
trabajo”, indica uno de los afectados.
El mecanismo de pago en el comedor es sencillo: con la tarjeta
de entrada al centro de Palmas Altas, en
Sevilla, se abona la comida y luego se descuenta el dinero de
la nómina de cada empleado. “El departamento de Recursos Humanos identificaba rápidamente quien no iba al comedor
y llamaba luego para
preguntar la razón de la ausencia”, explica un trabajador que ahora está
contratado por otra empresa.
Las normas prohibían llevar comida
propia y se perseguía, incluso, que los trabajadores salieran de las instalaciones. La empresa sólo
deja una hora determinada para comer y, como la sede está lejos de
restaurantes, no hay opción para los empleados, que deben pasar por caja. Eso
sí, el catering es “de calidad” ya que Benjumea siempre se ha
preocupado de ello. Los que le conocen dicen que tiene un paladar muy fino.
Esto ha provocado que entre los trabajadores se conozca a la
instalación central sevillana de Abengoa como “Palmatraz”, en referencia a la famosa cárcel
norteamericana. En la actualidad, desde que la empresa está en
pre concurso de acreedores, “se ha levantado la mano y se permite llevar comida”, señala
uno de los actuales trabajadores.
Los trabajadores de Abengoa están indignados tras recibir la carta de
su actual presidente, José Domínguez Abascal, en la que les pide que
hagan “renuncias importantes” para salvar a la empresa de
la quiebra. Este mensaje ha sido considerado como el anuncio de la llegada de
un proceso de ajuste de plantilla severo, con reducción de salarios para
aquellos que no sean despedidos.
Tal como ha avanzado este diario, los empleados culpan a la dirección de la mala gestión de Abengoa
y critican que los políticos que han inundado el consejo de administración han
asistido a la caída de la compañía mientras cobraban jugosos sueldos.
Los únicos imputados por el momento, son el propio Benjumea, y
el ex consejero delegado, Manuel Sánchez Ortega, por las indemnizaciones millonarias cobradas semanas antes
de que la compañía diera el primer paso para suspender pagos.
Fuente: http://okdiario.com/economia/empresas/palmatraz-benjumea-prohibia-a-los-empleados-comer-fuera-de-la-sede-de-abengoa-bajo-amenaza-de-despido-65648#
Comentario realizado por Inmaculada Amores Sánchez:
ResponderEliminarLa noticia expuesta por mi compañera es un claro ejemplo de la situación que muchos trabajadores de empresas privadas sufren, horarios excesivos, llamadas fuera del horario laboral, control interno abusivo, coacciones o amenazas, si bien no de forma directa.
Este tipo de acciones tiene lugar debido a que el ámbito privado se encuentra por así decirlo más aislado, ya que la regulación no se aplica de forma tan eficaz, y esto se debe a la existencia de una presión interna creada por los propios trabajadores, los cuales se ven presionados por sus propios compañeros, por ejemplo a la hora de hacer horas extra, extender su horario fuera del límite…es decir, en las empresas privadas se promociona a aquel que lo da todo por la empresa, y aquel que no lo hace se ve rechazado o criticado.
Comentario publicado por Raquel Pascual Vallés
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario de mi compañera Inmaculada Amores, a la vez que quiero incluir que debido a la grave crisis que está sufriendo nuestro país, los trabajadores se encuentran en una situación de sumisión y excesivo control, lo que me llega a pensar que con esta etapa de inestabilidad laboral, las grandes empresas han retrocedido a la concepción tradicional de los recursos humanos en vez de avanzar en la confianza de sus trabajadores, considerándolos como un coste.