Reflexión
personal de Daniel Lara Rex
Muchas marcas reconocidas
internacionalmente existen gracias a que en un único momento concreto de sus
vidas tuvieron la habilidad y pericia suficiente para darse cuenta de una
carencia significativa y de esta forma prever, antes que nadie, la solución a
esa gran necesidad.
En épocas anteriores, los
sistemas de planificación se dedicaron únicamente a extrapolar las ventas del
año en curso y en función de eso tomaban decisiones sobre la gestión y
dirección, pero actualmente no es así. En los mercados actuales existe una
inequívoca incertidumbre, siendo imposible tratar de predecir sobre esas bases.
Hoy en día el entorno es cambiante y la competencia es muy dura, los mercados
son maduros y la tecnología nos da un revuelco de vez en cuando, como si se
tratase de una ola de mar.
De forma que la
planificación estratégica se ha convertido en la clave del éxito empresarial
comenzando a estudiarse aspectos como las condiciones del mercado, las
expectativas de los clientes, los avances tecnológicos, etc. A partir de estos
datos se ha de trazar una estrategia que consiga rentabilizar la organización.
En mi opinión, con la
planificación hablamos de lo que se espera en el futuro y es la dirección
estratégica quien se encarga de dirigir los medios para lograrlo. Las empresas
necesitan planificar sus actividades para buscar soluciones a sus problemas a
un corto, medio y largo plazo.
Además, la planificación
de cada departamento debe ser acorde con la planificación estratégica general
de la empresa. Una buena organización de los recursos humanos permite a la
organización tener en cada momento un número correcto de trabajadores y que
éstos tengas las competencias necesarias para el desempeño de los puestos de
trabajo para los que fueron contratados, con el objeto de que los clientes
queden satisfechos y se pueda obtener la rentabilidad esperada, de forma que la
empresa pueda crecer y cumplir con los objetivos previstos.
Aportación realizada por Elena Pulido de los Reyes
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, y de hecho, creo que la planificación es una de las fases más importantes para la consecución de cualquier objetivo, aunque está claro que si esa planificación no se cumple, es imposible llegar a conseguir lo que se busca.
Sin embargo, tu reflexión me lleva a plantearme que, cualquier empresa o Administración pública persigue unos determinados objetivos, los cuales se consiguen a través del cumplimiento de un ‘’procedimiento’’. Con el concepto de procedimiento me estoy refiriendo a un conjunto de fases que se han de cumplir para llegar a la meta.
Creo, personalmente, que además de la importancia de la planificación, tal y como tú has considerado, hay otros aspectos que también son importantes y que conformarían el procedimiento al que me refería con anterioridad.
Porque, ¿qué sería la planificación sin organización, control o dirección? Una buena planificación tiene que estar acompañada, en primer lugar, de una organización que abarque reglas, formas de hacer las cosas, comportamientos que deben respetarse, etc.
Igualmente, debe haber un líder, una persona (o varias) que se encarguen de supervisar y asegurarse de que los planes, es decir, lo planificado, se cumple tal y como se había acordado. Esto se conseguiría mediante la dirección, esto es, que alguien se ocupara de guiar a los trabajadores y de asegurar el cumplimiento de la planificación.
Y, finalmente, sería, asimismo, fundamental la tarea de control, evaluándose cómo se está desarrollando el ‘’procedimiento’’ para que de este modo todo se desarrolle correctamente y así se pueda conseguir el objetivo perseguido.