viernes, 29 de abril de 2016

NOTICIA PRESENTADA POR: GONZALEZ JESUS PAOLA

Uno de cada cinco personas cobra del Estado

Todo ello ha llevado a que los asalariados públicos representen en 2015 el 20% del total en España. Es decir, uno de cada cinco personas en edad laboral cobra de cualquiera de las diversas administraciones. Sin embargo, esa proporción era del 17,4% al inicio de la crisis. En estos nueve años de crisis, la masa salarial ha caído en cinco ejercicios en las empresas privadas, frente a sólo en tres en el sector público. Con esta estadística se comprueba además que el ajuste laboral empezó en el sector privado en 2009 mientras que en el público empezó de manera incipiente en 2010.
La masa salarial de la función pública consiguió un techo de 125.564 millones en 2009 cuando los partidos colocaron a cuántos pudieron en las administraciones. En los primeros años de la crisis aparecieron casi 300.000 empleados públicos. La cifra de 2015 es un 5% aún inferior. Sin embargo, el sector privado consiguió ese techo en 2008 con 394.236 millones, luego se produjo la hecatombe laboral que llegó a tres millones de puestos desaparecidos, y las remuneraciones siguen en 2015 por debajo en casi 50.000 millones, un 12% menos, siete puntos peor que el dato público.
Esos 118.699 millones de gasto en personal público en 2015 equivalen a la recaudación conjunta por IRPF (72.345 millones), Impuesto de Sociedades (20.645 millones), Impuestos Especiales (19.147 millones) y a una décima parte de la de IVA. Representan el 65% del total de la recaudación tributaria de España (182.009 millones). Y que no se ha corregido su proyección creciente se comprueba con el siguiente dato: esa masa salarial equivalía en 2007 el 10,2% del PIB y ahora alcanza el 11%. Por si fuera poco, representa el 25,5% del total del gasto público (468.056 millones). Se trata del mismo porcentaje que se producía en 2007 y ha sido prácticamente el mismo a lo largo de toda la crisis.
Según el informe Government at a Place 2015 (panorama de las Administraciones Públicas) de la OCDE, España tiene menos funcionarios que la mayoría de los 34 países más desarrollados del mundo. Las administraciones españolas acumulan el 13,1% de empleo de la población activa frente al 19% en la OCDE. Sin embargo, España dedica mucho más gasto público a pagar estas nóminas, 25,5% frente al 22,9% en esos países. Lo que quiere decir, uno de cuatro euros de gasto público a pagar a fin de mes a los asalariados en lugar de actuar sobre otras políticas generadoras de actividad para facilitar un mayor crecimiento económico y empleo en los sectores productivos.
España ocupa el cuarto lugar en el ránking de países europeos que mayor porcentaje de gasto público tiene comprometido a fin de mes para sus empleados públicos. Países como Noruega y Dinamarca dedican más que nuestras administraciones, el 30%, pero tienen al 32% de su mercado laboral en la nómina pública frente al 13% español. Por ejemplo, Grecia gasta casi un punto menos que España en este personal e Italia casi siete puntos menos.
http://www.elmundo.es/economia/2016/04/25/571cf47f468aeb88178b4679.html

1 comentario:

  1. Como se expone en la noticia el 20% de la población en edad laboral depende de la Administración para recibir ingresos a final de mes pero no todas estas personas que dependen de la Administración son funcionarios en este grupo también se incluye a los pensionistas, desempleados, viudos,...
    El grupo que nos importa es el de funcionarios, hay cuatro claves que hacen que las personas se planteen incorporar al funcionariado que son: seguridad en el empleo, interés por el trabajo, prestigio del cuerpo, y no tener otra salida. Estas cuatro especificaciones es lo que motiva para que las personas se interesen por ser funcionarios aunque el prestigio del cuerpo se podría dudar en función del momento. España necesitaría una modernización de la Administración en su faceta electrónica para que los jóvenes que ya se crían en un ambiente tecnológico tenga acceso a tramites telemáticos más fácilmente y donde no haya dudas o miedo a fallos y así reducir el numero de funcionarios y dejar aquellos que sean estrictamente conveniente, sin incluir a este grupo a profesores, médicos, policías, jueces,...

    Alejandro José Rivas Serrano.

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