Con la gestión del talento humano se intenta conseguir el
mejor clima organizacional y por ende los mejores resultados con relación a la
productividad y el bienestar económico-familiar de todos los integrantes de la
empresa.
Se intenta un acercamiento real entre la dirección, jefes y
subordinados. Se establecen vínculos reales en la consecución de los logros u
objetivos que tiene la organización, que alcanzados como equipo dejará los
mejores resultados para todos.
No se debe generalizar, ya que, siempre hay diferencias. Pero
hay empresas que “no han querido entender” la verdadera misión de las
actividades que debe ejercer la persona encargada de la administración del
talento humano.
Se ufanan en la contratación de profesionales, bien en
administración o en psicología y son exigentes en los requisitos de experiencia
y estudios, porque mínimo deben tener una especialización.
Quienes ya con el haber de una carrera, cualquiera que esta
sea, se orienta por una especialización, relacionada con la gestión del talento
humano, estoy seguro, que además de estar buscando mejores oportunidades en el
mercado laboral, lo que está demostrando es que es un(a) enamorado (a) de la
actividad que realiza y lo que más desea es poder aplicar ese bagaje de
conocimientos en beneficio de las partes: empresa-trabajadores.
Las políticas relacionadas con la gestión del talento humano
cuando están bien definidas y debidamente establecidas son conocidas en todos
los niveles de la organización, porque su aplicación o puesta en práctica no
estará a cargo de una sola persona, estará en manos de todos y cada uno de los
miembros de la empresa.
La gestión del talento humano se da en todos los niveles. La
adecuada coordinación y seguimiento de que las políticas y normas establecidas
por la empresa se ciñan a lo que desea la empresa, es problema directo de quien
esté a cargo de la gestión del Talento Humano.
Por otra parte, hay otras empresas donde la gestión del
talento humano, como situación instituida, no existe. Si algo hay que hacer en
esta área siempre será lo que esté encaminado a la aplicación de una sanción
disciplinaria o a la cancelación intempestiva de un contrato de trabajo.
Quien liquida la nómina pudiera ser la persona ideal para se
encargue de las “cosas” relacionadas con el personal, se piensa. No es
importante que conozca algo de la idiosincrasia de las personas, lo importante
es aplicar el “pensamiento” del propietario de la empresa con relación a los
resultados de las personas en el cumplimiento de sus deberes y obligaciones
para con la empresa, lo demás no resultará importante. Este pensamiento es el
mayor de los problemas de la actual gestión de los talentos en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.