Para un emprendedor, contratar a las
personas adecuadas para los puestos necesarios es una tarea complicada, pero lo
es más aun la gestión cotidiana de los problemas de Recursos Humanos.
Afortunadamente, no somos máquinas, pero nuestra propia naturaleza humana
complica bastante un área que muchas veces nos cuesta abordar de forma
racional.
Y es que la teoría no
es difícil de imaginar. Por ejemplo es evidente que un jefe que trata mal a sus
empleados cuando cometen un error es contraproducente, y que sería muy más
inteligente tener paciencia, enseñar y motivar. Pero en un momento de estrés,
la decepción de no poder contar con la calidad de trabajo que se esperaba puede
sacar lo peor de nosotros.
Otro ejemplo es utilizar los aumentos de
sueldo para premiar solo a los mejores. En teoría es muy sencillo, pero en la
práctica factores externos al trabajo suelen entrar en cuenta.
1- La Teoría:
Para ilustrar lo que estoy comentando
voy a compartir con vosotros una clase que me dieron el la universidad hace
muchísimos años, pero que se me quedó grabada.
Era una asignatura básica sobre R.R.H.H.
y el profesor que nos la impartía nos hizo responder a un pequeño cuestionario
en la primera clase. Se trataba de valorar los criterios que deberíamos
tomar en cuenta a la hora de dar aumentos de sueldos. Había una veintena de
criterios como calidad del trabajo realizado, dedicación, potencial del
empleado, problemas familiares, situación económica del empleado, etc.
Prácticamente todos los alumnos
seleccionamos los pocos criterios objetivos que de verdad
correspondían racionalmente a las motivaciones de un aumento de sueldo (calidad
del trabajo, dedicación y potencial básicamente), despreciando lógicamente
cualquier otro factor externo, en especial las consideraciones sobre la
situación personal del empleado. Teníamos muy claro ladiferencia entre una
empresa y una ONG. El profesor encargó a un alumno que recopilará los datos
para la siguiente clase, y nos citó para la siguiente semana.
2- La Realidad:
Después de 7 días trabajando en otras
materias, ya ni nos acordábamos del pequeño cuestionario. El profesor impartió
su clase y hacia el final nos encargó otro trabajito: teníamos que decidir comorepartir
un importe de 5.000€ euros de aumento de sueldo anual entre 12 posibles
empleados. El caso de cada persona venía resumido en un corto párrafo.
Estaba una mujer con un trabajo
aceptable pero que tampoco destacaba mucho, que nos pedía un aumento porque otra
empresa le había propuesto un mejor sueldo. Luego había un hombre con un
trabajo excelente y un gran potencial. A continuación estaba el caso de
otro señor que había tenidoresultados mediocres por culpa de unos
problemas familiares (divorcio) y que necesitaba más dinero para pagar la
pensión de su esposa. También estaba otro hombre que no trabajaba muy bien
porque se decía poco motivado por el sueldo. Y así continuaba,
alternando personas con buenos resultados y personas con malos resultados y
condicionantes externos. Los párrafos eran cortos pero expresaban muy bien las
situaciones, casi como si nos encontrásemos frente a los protagonistas.
3- Teoría vs Realidad:
El profesor nos mandó a que cada uno
escribiéramos en la pizarra cuanto íbamos a dar de aumento a cada uno. Al mismo
tiempo, pidió al alumno encargado que pusiera en otra pizarra el resultado del
test de la primera clase.
Todos habíamos decidido premiar más al
empleado brillante y prometedor y a otra empleada con resultados
muy buenos. Pero la mayoría de nosotros también repartimos parte del
fondo destinado a aumentos entre la chantajista (que otra empresa iba
a contratar por un mejor sueldo), el divorciado (pobrecito, tenía más gastos) y
el desmotivado (a ver si con más dinero mejoran sus resultados).
En la otra pizarra, aparecía nuestro
veredicto teórico: preguntados en general, todos habíamos dicho que no
debían influir para nada los aspectos personales en la decisión de un
aumento de sueldo, y que solo se tenían que aumentar a las personas más
válidas.
El profesor nos miró con una sonrisa
pícara, y nos dijo: “Acabáis de conocer la diferencia entre la teoría y
la realidad en el maravilloso mundo de los problemas de Recursos Humanos. Os
habéis dejado influir por unas historietas de cinco líneas. Imaginados lo
difícil que es con personas de carne y hueso delante vuestro."
4- Conclusión:
En la práctica, muchas empresas no
se atreven a practicar una política de aumentos basada en elmérito.
Les asusta no aumentar a algunas personas, por muy mal que lo hagan en sus
trabajos. Y la consecuencia es nefasta, porque los buenos se desmotivan al
ver que sus esfuerzos no se recompensan, o se van. A pesar de ser mejores,
tardan años en marcar una diferencia significativa con los demás, y ven como
algunos mejoran sin esforzarse o sin obtener buenos resultados.
Para el emprendedor, entender
esta problemática es muy importante, porque tiene que aprender adiferenciar
lo personal de las decisiones empresariales. Puede que genere descontento,
pero si actúa de forma racional las personas que no estén conformes serán las
menos estratégicas, y el riesgo será menor que una desmotivación de las
personas claves.
Publicado originalmente en la siguiente dirección de internet:
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