Propuesto por: Miriam Marín Caro
Voy a tratar de la problemática que rodea todo el tema relacionado con el liderazgo, debido a la importancia que tiene en el ámbito de la gestión de las organizaciones. Además es un tema, del cual han resultado numerosas teorías y muy diversas.
Para comenzar, algunas de las preguntas que nos debemos hacer son las siguientes:
¿Es el liderazgo un conjunto de rasgos de personalidad que distingue a determinadas personas excepcionales o destacadas, o se trata más bien de conductas que pueden ser adoptadas por gente de diferente tipo?
En mi opinión, el liderazgo no es un conjunto de rasgos de personalidad determinados los que se tienen que dar en una persona para que ésta pueda llegar a ser líder. Para llegar a esta conclusión solo tenemos que observar a los líderes que se han dado a lo largo de la historia y cómo los rasgos de personalidad de éstos son muy diversos y heterogéneos, de modo que echando un vistazo por la historia no podríamos establecer unos rasgos de personalidad homogéneos en todos los grandes líderes. Desde Napoleón Bonaparte, Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Juana de Arco, José de San Martín, Genghis Khan, William Wallace, Alejandro Magno, Omar Mukhtar, Hugo Chávez, Juan Pablo II, entre otros. Lo que es obvio que todos ellos tienen unos rasgos personales muy distintos y que no son determinadas características o rasgos personales concretos los que hacen a un líder. Bajo mi punto de vista, no es que tengamos que elegir entre rasgos personales o conductas adoptadas por diferente tipo de persona, sino que más bien es una composición o una conjunción de ambas. Para que un directivo llegue a ser un líder debe llevar a cabo unas determinados conductas que deben ser conjugadas con ciertos rasgos personales, que en todo caso, va a depender éstos de factores externos y situacionales.
¿Es lo mismo dirección y liderazgo?
Según mi punto de vista, y al igual que otros muchos teóricos han afirmado, dirección y liderazgo no son la misma cosa. La dirección es una función que compete a todos los integrantes de una organización que poseen autoridad formal, es esto último precisamente, lo que distingue la dirección del liderazgo. Por el contrario, el liderazgo es un instrumento de influencia que posibilita la colaboración voluntaria de los miembros de la institución en la consecución de los objetivos organizativos.
Es precisamente en el ámbito de las Administraciones Públicas, donde mejor se observa esta diferencia entre liderazgo y dirección, ya que contemplamos como en muchas ocasiones altos ejecutivos, son directivos que poseen una autoridad formal y un alto poder, pero no llegan a convertirse en verdaderos líderes.
En definitiva, puede afirmarse que dirección y liderazgo son dos habilidades diferentes, que deben ir unidas y complementadas si lo que pretendemos es el éxito de la organización.
¿Cuál es el estilo de liderazgo más conveniente?
Sobre este tema existen numerosas teorías, las cuales no dejan de ser dogmas difícilmente llevados tal cual a la práctica o más bien, a la realidad.
Las mismas pueden clasificarse en base a dos grandes enfoques: por un lado, las teorías universales o universalistas cuya característica principal es no tener en cuenta la influencia de los factores situacionales sobre la efectividad del directivo como líder.
Las teorías universalistas del liderazgo tienen ciertas deficiencias en común, una de ellos, es que éstas no toman en cuenta la influencia que los factores situacionales pueden tener sobre la efectividad o inefectividad del líder, punto que para mí, es uno de los que debemos tener en consideración desde un primer momento, ya que dependiendo de las circunstancias externas y todo el contexto que rodea al líder, la actuación y los rasgos personales de éste son determinantes para que su actividad sea efectiva.
Por otro lado, están las teorías contingentes, las cuales surgen para paliar algunas de las deficiencias de las teorías universalistas. Estos modelos señalan que los factores situacionales son determinantes del éxito o fracaso de un directivo en su actuación como líder. Las teorías incluidas en este grupo son el enfoque contingente de Fiedler, el modelo de Tannenbaum y Schmidt, la propuesta del liderazgo situacional de Hersey y Blanchard, y, por último, el modelo normativo de estilos de decisión.
Concluyendo, quiero decir, que estas teorías pueden ser eficientes si, combinamos las conductas del líder con ciertos rasgos personales atendiendo a los factores externos y situacionales que rodeen al líder en un determinado momento.
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