martes, 9 de abril de 2013

LA IMPORTANCIA DE LA TOMA DE DECISIONES


Extracto del Libro “Iceberg a la vista: principios para la toma de decisiones sin hundirse de Miguel Ángel Ariño y Pablo Maella” 
LA IMPORTANCIA DE LA TOMA DE DECISIONES
A andar se aprende andando. A nadar se aprende nadando. Pero a tomar bien las decisiones no se aprende sólo tomando decisiones. Se aprende a decidir cuando se interiorizan unos principios básicos ..... Algunos de estos principios pueden parecer muy básicos y elementales, pero son justamente las cosas obvias las que muchas veces no se tienen en cuenta y conducen a decisiones ineficaces.
Nuestras vidas y también las organizaciones  de las que formamos parte dependen de dos  factores: las decisiones que tomamos y el entorno externo. El entorno externo son todas  aquellas circunstancias que nos rodean y sobre las que no tenemos ningún control, no  tenemos manera de influir sobre ellas........
Algo distinto sucede con esas otras circunstancias que nos acompañan en la vida y sobre las  que sí tenemos posibilidad de influir. Sobre  algunas tendremos control total y sobre otras  simplemente podremos influir en cierto grado. Controlamos o influimos sobre todas esas  circunstancias mediante las decisiones que tomamos. Es por esto que lo que en el futuro sea nuestra vida dependerá de las decisiones  que adoptemos a lo largo del tiempo, porque  tomando decisiones es como influimos en la realidad.
Podemos decir que nuestra historia personal es la historia de las decisiones tomadas, y que  nuestro futuro —que está condicionado por aquellas que ya hemos tomado- lo vamos  forjando a través de las futuras decisiones. De ahí la importancia de la  toma de decisiones en  la vida de las personas, ya que en último término cada uno es lo que decide ser. De hecho,  tomar decisiones es la actividad más importante que realizamos las personas. En el ámbito  empresarial, es el acto directivo fundamental, porque un directivo lo es en la medida que  decide.
La toma de decisiones está tan ligada a nuestra vida que no podemos prescindir de ello: no  podemos abstenernos de hacerlo, porque decidir no tomar una decisión implica de por sí  haberlo hecho. Lo que sí podemos decidir es si la queremos tomar nosotros o si preferimos  que otros lo hagan por nosotros. En ese caso estamos decidiendo poner el control de nuestra vida en manos de terceros. Por eso no podemos renunciar a decidir, porque haciéndolo nos  convertimos en espectadores en vez de en  actores protagonistas de nuestra existencia.  La toma de decisiones no la podemos subcontratar, a diferencia de, por ejemplo, la gestión  patrimonial de la empresa. Cada persona está irremediablemente obligada, por acción o por  omisión, a tomar decisiones. Por todo esto es bueno acostumbrarse a adoptar decisiones  activamente, aunque sea sobre cosas pequeñas.  Este es un hábito que fortalecemos con la  práctica y que sin ella se anquilosa. Si nos acostumbramos a no tomarlas proactivamente,  entonces nos costará más hacerlo, porque  la indecisión genera más indecisión.
A la decisión siempre va ligada la posibilidad  del error. Hay personas que tienden a no tomar  decisiones porque tienen miedo a equivocarse, y dejan que las circunstancias decidan por  ellas, abandonando así el control de su propia existencia. Este tipo de personas, que se niegan  la posibilidad de «fracasar», paradójicamente,  lo acaban haciendo porque al no decidir no  tienen posibilidades de salir al encuentro del éxito. Renunciando a la posibilidad de fracasar,  renuncian también a la posibilidad de triunfar.
Las personas de éxito también han tenido desventuras. Personas consideradas como grandes  empresarios acumulan en su historial fracasos, algunos de ellos sonados. El éxito muchas  veces es fruto del fracaso. Tener éxito consiste en levantarse una vez más de las veces que se  haya caído. Si no probamos no podemos ganar. Si no compro billetes, no me va a tocar la  lotería.....
En resumen:
• A decidir bien no se aprende sólo tomando decisiones. Se aprende cuando se siguen  unos principios básicos.
• Las decisiones que vas tomando son las que van conformando tu vida: cada uno es lo que decide ser teniendo en cuenta las circunstancias que le ha tocado vivir.
• Acostúmbrate a decidir activamente, porque si no lo haces cada vez te costará más hacerlo.
• Admite que puedes equivocarte —eres humano—, para concederte la posibilidad de acertar.
• Sé consciente de que no puedes resolver todos los problemas que se te plantean. 

1 comentario:

  1. Lo primero que he de decir al leer esta noticia o extracto de libro, es que creo que le falta contenido que menciona pero no desarrolla o explica, es decir, se menciona que para aprender a tomar decisiones es necesario, principalmente, seguir o ser fiel a unos determinados principios básicos, pero no nos dice cuáles son. Para mi que no aparezcan es un error importante ya que si la noticia trata sobre la manera de aprender a tomar ciertas decisiones tanto en ámbito personal como empresarial, y se dice que estos pilares son lo primero, si no los tenemos, de poco nos sirve esta noticia como forma de aprendizaje o información del tema que pretende exponer. Todo ello desde mi punto de vista.

    Por otra parte, al mencionar la toma de decisiones en el ámbito empresarial debemos decir, que esto es lo que nosotros hemos conocido como las decisiones que debe tomar el líder.
    En el ámbito de una organización siempre habrá una persona, que en la posición jerarquizada que ésta tome, sea la que guía la dirección de la misma y la forma en que lo haga. Para llevar a cabo eso, un líder se encuentra condicionados por muchos factores, tanto personales, como internos de la organización, como externos (aunque hay quiénes defienden que de éstos no se ven afectados en la toma de sus decisiones) y valorando cada uno de ellos deberá decidir.
    Teniendo en cuenta todo ello se han desarrollado diferentes teorías y modelos para ayudar al líder en su función principal, sin ver reflejados en ninguno de ellos unos principios básicos, sino determinadas situaciones que se darán o no y así su consecución para intentar lograr un resultado lo más favorable posible para el desarrollo de esa organización.
    Con todo lo anterior quiero exponer, que aprender a tomar decisiones en el ámbito empresarial viene condicionado mínimamente por dos factores (personales o externos/internos) y que es fundamental observar cada unos de ellos en relación a nuestra organización para poder afrontar las decisiones necesarias, pudiendo fallar en ello como hemos leído en la noticia hasta ir teniendo cierto contenido mínimo, que solo será útil, en tanto en cuando, las condiciones sigan siendo las mismas, cosa que es difícil en un mercado tan cambiante y flexible.

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