El liderazgo estratégico se puede definir como la capacidad
para anticipar las cosas, tener una visión, conservar la flexibilidad y
atribuir facultades a otros, así como para crear cambios a medida que resulte
necesario.
En otras palabras, un líder debe caracterizarse por tener una
amplia proyección de futuro, debe ser capaz de pronosticar ventajas o
inconvenientes que pueden derivar de sus decisiones, además debe adaptarse a
los tiempos de una forma flexible y capaz.
Por tanto, es
importante tener en cuenta que en el ámbito de las Administraciones Públicas el
liderazgo estratégico ha de ejercerse tomando en consideración la medida en que
el líder es capaz de crear, desarrollar y poner en marcha una estrategia que
conecta con los cambios demandados por la sociedad y que resulta eficaz a la
hora de responder a un determinado problema social, como por ejemplo en la
actual coyuntura que está viviendo el País, existen empresas que dan
oportunidades a estudiantes universitarios y de FP para que puedan alcanzar un
nivel de prácticas y estén más preparados y capacitados para salir al mercado laboral, como por
ejemplo la empresa “Alsa”.
Otro claro ejemplo es la labor que hace el Ministerio de
Hacienda, el cual deja un cierto número de puestos vacantes para estudiantes
universitarios, con el fin de que puedan realizar prácticas elaborando las
declaraciones de la renta.
Si todos siguieran este ejemplo, el paro juvenil sería más
reducido y no habría tanta “fuga de cerebros” a otros países. Los jóvenes necesitamos
que apuesten por nosotros, necesitamos más experiencia laboral, lo que conlleva
un aumento práctico para así poder poner en marcha la teoría que se nos enseña.
Entre los jóvenes existe un enorme pesimismo cuando pensamos
en el futuro que España nos puede ofrecer, una clara plasmación de la realidad
es la que nos ofrece el libro titulado “La generación perdida”, el cual trata
de hacernos ver que las personas con títulos universitarios no van a ser
contratadas por las empresas, ya que, tendrán que desembolsar más en cuanto a
salarios se refiere, y por otra parte, tampoco van a contratar a personas sin
estudios o sin títulos académicos porque no tienen una capacidad adecuada para
desarrollar el trabajo. En resumen somos una generación perdida.
Las escasas oportunidades que España nos ofrece en el ámbito laboral
nos están obligando a emigrar a otros países. Muchos grandes talentos han
tenido que buscar una oportunidad en otros países como por ejemplo la científica
que ha descubierto que las células madres curan el Alzhéimer (entre otras
enfermedades, de la misma naturaleza).
Una de las principales obras que este Estado debería realizar
es invertir en I + D, para que estas grandes promesas no tengan que salir del
país y así fomentar la riqueza interior, puesto que si invertimos en esto la
riqueza a largo plazo está asegurada, ya que si por algo se caracteriza el
español es por su imaginación, y para desarrollar el I + D esta cualidad es
necesaria, así que aprovechémosla.
El Estado, como líder del país, debe ser capaz de fomentar
estas ayudas, adaptarse a los nuevos cambios y sobre todo, velar por el
confort, la educación y el futuro de la población.
Si bien es cierto que, como dice mi compañera, contratar a un trabajador con mucha formación y poca experiencia supone un gran desembolso para la organización, tanto de tiempo como de recursos, tenemos mucho que aportar. Nuevas perspectivas e ideas innovadoras. Somos una generación que está esforzándose por plantarse ante el mercado laboral, bien preparada. Y cuando, las organizaciones, por no hacer esos esfuerzos, por "pereza o comodidad" o por ser más barato, no nos plantea las posibilidades que aun escasas, por la situación en que está inmersa la sociedad, existen, se van en su busca, allá donde dicha búsqueda les lleve. Tenemos precedentes de anteriores generaciones que salieron de nuestro país en busca de un futuro que España no podía ofrecerles y nosotros estamos optando por la misma solución.
ResponderEliminarAsimismo, respecto a la inversión en I + D que ha propuesto Lidia, hay que decir, que nuestro país está quedándose atrás en este campo, y en muchos otros. Estamos eclipsados por los problemas que nos ha traído la crisis, sobretodo el paro, y hemos perdido la perspectiva.
Quizás cuando la situación mejore, este campo, como todos los demás, se renueve y regenere atrayendo a quienes se fueron, si es que esa posibilidad no se ha visto suprimida por cuanto el largo plazo requerido para ello, nos aleja tanto de nuestras raíces que nos hace sentirnos pertenecientes o conectados a otras.