EL TRABAJO EN EQUIPO EN LAS ORGANIZACIONES Y SUS PROBLEMAS
Desde nuestra etapa de formación a todos los niveles, tanto
escolar como universitario, en nuestro mundo occidental se nos inculca la idea
del trabajo en grupo como un valor fundamental, pilar indiscutible de cualquier
organización y una útil herramienta al servicio de una realización más
detallada y profunda, además de producto de una interacción, de cualquier
trabajo.
Sin embargo, en el momento temprano de nuestra vida en el
que empezamos a vérnoslas con un trabajo en equipo empiezan a aparecer los
problemas. Desde luego, cualquier trabajo representa problemas, pero los más
estudiosos coinciden en que el que más problemas de solución presenta es un
trabajo en grupo. Principalmente, por las dificultades que existen al formar
los equipos que lo van a realizar. Se plantean problemas sobre si dejar al
libre albedrío de los empleados la formación de aquellos, o si por el contrario
lo adecuado es que el superior sea quien lo componga.
En mi opinión, los empleados son quienes tienen la
responsabilidad de hacer bien el trabajo y deben ser ellos mismos quienes se
agrupen de la forma más productiva posible para los fines de la organización y
la realización del trabajo. Esto facilitaría la unión de los empleados más
dispuestos y trabajadores y la averiguación de qué empleados están en el
extremo contrario, siendo más reacios a trabajar en equipo y tienen menor
productividad, por lo que recibirían la oportuna sanción.
El segundo gran problema que se plantea se da en los casos
en que los empleados son formados en equipo por sus superiores. Consiste en la
desigualdad producida en el seno de los grupos, en los que un número de
empleados funcionan bien y trabajan adecuadamente, y su trabajo es aprovechado
por otra parte del grupo, de peor actitud y poca productividad. Es un problema
de muy difícil solución, sobre todo a la hora de sancionar a los empleados que
menos trabajan. No se puede obligar a los que sí lo hacen a denunciar a sus
compañeros ante sus superiores, pero tampoco se puede consentir la desigualdad
que crea dicha situación.
Una posible solución sería la anteriormente dicha, dejar en
libertad a los empleados para que formen los equipos entre sí, y así poder
localizar a los que no funcionan. Sin embargo dicha solución se antoja
insuficiente y debería complementarse con otras actuaciones disciplinarias a
determinar por las organizaciones y que no produzcan nunca injusticia ni
indefensión.
En definitiva, el trabajo en equipo se revela como una
herramienta importante en el seno de las organizaciones para realiza trabajos,
pero que adolece de algunos vicios que deben ser tratados de manera justa y
ejemplar con el fin de impedir abusos y superioridad de unos empleados sobre
otros. Y sobre todo, en el ámbito de las Administraciones, que deben una serie
de garantías irrenunciables a sus empleados entre las que está la igualdad y la
justicia, con el fin de evitar abusos y organizar un trabajo en equipo adecuado
y eficaz, pero sobre todo, eficiente.
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