lunes, 25 de marzo de 2013


Aportación personal de Laura Vecino Santos


Un tema que lamentablemente que se encuentra de moda es el conocido como la fuga de cerebros. Consiste en la emigración de personas, generalmente profesionales y formados universitarios, que en su país de origen no encuentran una oportunidad laboral en la cual desarrollar su conocimiento y formación. En la mayoría de los casos no se vuelve a producir el regreso.  

Debido a la situación económica actual se hace difícil la contratación de nuevo personal. Las empresas no tienen capital suficiente para afrontar los gastos que suponen incorporar nuevos sujetos a sus plantillas. La mayor parte de la económica española se basa en las PYMES (pequeñas y medianas empresas) y son verdaderas víctimas de la crisis actual. Han sufrido numerosas reducciones en su actividad económica a lo que se ha añadido una dificultad para acceder a recursos financieros. Además, hay que sumarle las numerosas cargas administrativas que debe sufrir una PYME para poner en marcha su funcionamiento.

En la actualidad, se podría decir que España tiene la juventud mejor formada de la historia y multitud de profesionales competentes.

Los medios para poder evitar esta fuga de cerebros son prácticos y sencillos: facilitar la financiación, aportar conocimientos y habilidades a los emprendedores, modificar la política de impuestos, coordinación entre las diferentes administraciones y de éstas con agentes públicos y privados, eliminar barreras legales y administrativas, etc.

A todo esto hay que añadir la falta de financiación que se da en muchos entes. Entre ellos, una de las parcelas más afectadas es la investigación y como afirma la investigadora Margarita Salas Falgueira, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Jaén, “España corre el riesgo de perder a una generación de investigadores”.

No nos vamos, nos echan” es la iniciativa que promueve el colectivo Juventud Sin Futuro (JSF) y que en su página web aglutina ya más de 4.400 crónicas de emigrantes. La mayoría de los testimonios apuntan a Europa como principal destino: Reino Unido, Italia, Francia, Bélgica, Alemania o Suecia son los lugares desde los que hablan la mayoría de los emigrantes. Sin embargo, hay muchos españoles que han recalado en lugares como Maldivas, Senegal, Indonesia, Islandia o Kuwait.

Todo lo anterior viene a concretarse con la expresión vulgar de la pescadilla que se muerde la cola. Los recursos humanos es el potencial más importante que puede tener una empresa. Hay que incentivar de algún modo que se incremente el número de contrataciones e imposibilitar que mentes brillantes salgan de nuestras fronteras. 

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