Aportación personal de Laura Vecino Santos
Un tema que lamentablemente que
se encuentra de moda es el conocido como la fuga de
cerebros. Consiste en la emigración de personas, generalmente
profesionales y formados universitarios, que en su país de origen no encuentran
una oportunidad laboral en la cual desarrollar su conocimiento y formación. En
la mayoría de los casos no se vuelve a producir el regreso.
Debido a la situación económica actual
se hace difícil la contratación de nuevo personal. Las empresas no tienen
capital suficiente para afrontar los gastos que suponen incorporar nuevos
sujetos a sus plantillas. La mayor parte de la económica española se basa en
las PYMES (pequeñas y medianas empresas) y son verdaderas víctimas de la crisis
actual. Han sufrido numerosas reducciones en su actividad económica a lo que se
ha añadido una dificultad para acceder a recursos financieros. Además, hay que sumarle
las numerosas cargas administrativas que debe sufrir una PYME para poner en
marcha su funcionamiento.
En la actualidad, se podría decir
que España tiene la juventud mejor formada de la historia y multitud de
profesionales competentes.
Los medios para poder evitar esta
fuga de cerebros son prácticos y sencillos: facilitar la financiación, aportar
conocimientos y habilidades a los emprendedores, modificar la política de
impuestos, coordinación entre las diferentes administraciones y de éstas con agentes
públicos y privados, eliminar barreras legales y administrativas, etc.
A todo esto hay que añadir la
falta de financiación que se da en muchos entes. Entre ellos, una de las
parcelas más afectadas es la investigación y como afirma la investigadora
Margarita Salas Falgueira, Doctora Honoris Causa por la Universidad de Jaén, “España
corre el riesgo de perder a una generación de investigadores”.
“No nos vamos, nos echan” es la
iniciativa que promueve el colectivo Juventud Sin Futuro (JSF) y que en su
página web aglutina ya más de 4.400 crónicas de emigrantes. La mayoría de los
testimonios apuntan a Europa como principal destino: Reino Unido, Italia,
Francia, Bélgica, Alemania o Suecia son los lugares desde los que hablan la
mayoría de los emigrantes. Sin embargo, hay muchos españoles que han recalado
en lugares como Maldivas, Senegal, Indonesia, Islandia o Kuwait.
Todo lo anterior viene a concretarse con la expresión vulgar
de la pescadilla que se muerde la cola. Los recursos humanos es el potencial
más importante que puede tener una empresa. Hay que incentivar de algún modo
que se incremente el número de contrataciones e imposibilitar que mentes
brillantes salgan de nuestras fronteras.
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