Mi reflexión personal a la
luz de ver en torno a qué gira gran parte de las noticias y por supuesto, dada la
importancia que tiene en el seno de una empresa, es sobre la formación profesional
que deben recibir los trabajadores. La necesidad de optar por la formación como
primer cauce para que las empresas cumplan con sus objetivos en relación con
los trabajadores empleados para ella, y no optar por otros medios más
desagradables como el despido. En un comentario a una noticia publicada por una
compañera en el blog, traté el tema del despido y expuse mi opinión sobre el hecho
de que España sea uno de los países de la UE con el desempleo más alto,
resaltando cómo eso cuestiona la consideración de recursos humanos que se creía
superada de coste, como un medio para superar una situación
de crisis en el ámbito general o de necesidad de reestructuración en un ámbito empresarial.
Es por este motivo por el
que reafirmo la importancia de la formación y la necesidad de invertir en la
misma. Cierto es que esta formación en los tiempos que corren se ha convertido
en más especializada, se busca extraer del trabajador lo que la empresa realmente
necesita de él. En general se demandan trabajadores especializados. Pero siempre
es mejor formar que despedir. Al fin y al cabo el despido trae perjuicios para
el propio trabajador, por supuesto, y para el resto de trabajadores de una organización
porque ven como aumenta su carga de trabajo.
Si es necesario, se puede optar
por nuevos métodos de llevar a cabo la formación
si es realmente necesario ahorrar en el seno de una organización. En una de las
noticias publicadas se trata la formación o enseñanza online, afirmando que con
ésta se contribuye al ahorro de presupuesto permitiendo abrir el abanico de la formación
de los trabajadores y haciendo esta formación más óptima para cumplir con los
objetivos de la misma.
En conclusión, buscar nuevos métodos si es necesario pero cuando exista la posibilidad de despedir un trabajador porque no sea lo que la empresa espera de él, apostar por él formándolo en los aspectos que sea necesario.
En conclusión, buscar nuevos métodos si es necesario pero cuando exista la posibilidad de despedir un trabajador porque no sea lo que la empresa espera de él, apostar por él formándolo en los aspectos que sea necesario.
Teresa Fernández- Mensaque Santos
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