Esta compleja distribución de
competencias trae consigo una serie de problemas que se explican a
continuación:
En primer lugar las Duplicaciones. El nuestro, es un país con varios niveles
administrativos en los que conviven el Estado Central, las
Comunidades Autónomas, las Diputaciones Provinciales y las Entidades
Locales, provocando pues, que en España se produzcan frecuentes
casos de competencias duplicadas.
En segundo lugar
encontramos vacíos
administrativos en casos de localidades con un número pequeño de habitantes,
pues se está dando la situación en la que cubren las necesidades del
ciudadano otras instituciones a las correspondientes, pues estás no se hacen
responsables de ese gasto, del cual en épocas pasadas no se despojaban
por un simple asunto de suma de votos electorales.
Otro de los mayores problemas es el gigantesco cuerpo burocrático, que
ralentiza el normal funcionamiento de los procedimientos administrativo con
demasiados requisitos y largos plazos de actuación.
Las causas de estos problemas lo encontramos en
vacíos legales y en la falta de desarrollo completo sobre
competencias y prohibiciones.
A demás las duplicidades también son debidas a
rivalidades políticas como podría ser el caso de los nacionalismos, en los que
en lugar de llegar a un consenso, a veces se opta por duplicar el servicio.
Sírvase de ejemplo la duplicidad que suponen Mossos d’Escuadra en convivencia
con los demás cuerpos de seguridad del Estado.
Las soluciones de dichos problemas se
sustanciarían en desarrollar más detalladamente la Ley, tanto en materia de
competencias como en materia de presupuesto.
Junto al desarrollo normativo es necesario también un
control objetivo eficiente sobre la utilidad y eficacia de las
administraciones mediante un registro y la consecuente eliminación de los
trámites sobrantes y repetidos, evitando el despilfarro de recursos.
Llegamos a la Conclusión de que la situación de crisis
económica que sufre nuestro país ha dejado en descubierto un debate que ya se
venía escuchando, y que ahora se observan las consecuencias de no haberse
realizado dicho debate con seriedad y con la finalidad de buscarle soluciones,
puesto que no se podrá llegar a una solución eficaz a menos que se pongan de
acuerdo todos los agentes implicados en la gestión de los recursos.
No obstante la aplicación de estas medidas para
la mejora y eficiencia del sistema en ningún caso debe implicar el
despido de empleados sino una recolocación en otras áreas teniendo
en cuenta las capacidades y características de dicho empleados, para la mejora
en el servicio
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.