Reflexión personal: EL SALARIO

Como bien sabemos a la remuneración o retribución del trabajo por cuenta ajena se le denomina en nuestro sistema salario. 

Podemos decidir estudiar una carrera y luego buscar un trabajo por vocación, por que realmente sea lo que nos llena en la vida, podemos sentirnos enormemente gratificados con el desempeño de nuestras funciones, pero algo esencial , la base y uno de los motivos importantes a la hora de elegir un trabajo es el salario que este puede aportarnos. Es indiscutible que la obtención de un buen sueldo es un complemento fundamental que ánima y empuja a esforzarnos.

Dependiendo de tu sueldo te colocas en una determinada posición social, te permite llevar un determinado nivel de vida y tu día a día y comodidad se verá directamente influenciado por el salario que puedas llegar a percibir. 

Entre los puestos profesionales mejores pagados en España, según el informe de Adecco Professional se encuentran: ingenieros de planta, directores de operaciones logísticas, encargados de estrategias comerciales, «Market access» sanitario... Y no es coincidencia que todos estos puestos requieran una elevada formación que será proporcional a su nivel retributivo. Por lo general una alta preparación lleva a ocupar cargos importantes y a la vez esto nos lleva a obtener retribuciones importantes.

Pero a veces la relación salario y nivel o importancia del cargo no es proporcional, una muestra de ello está en los salarios de los políticos de nuestro país. Mariano Rajoy presidente del Gobierno cobra 78.000 euros al año, sin embargo, Artur Mars, presidente autonómico 136.000. o incluso si vamos más allá el alcalde de Barcelona Xavier Trías es el mejor pagado  con 110.000 euros.

En definitiva, podemos extraer dos conclusiones. La primera es que el salario es algo que mueve a la gente y en definitiva el mercado laboral, poca son las personas que acaban teniendo la suerte de ejercer un trabajo porque les guste y por vocación y muchas son las que lo hacen porque necesitan un medio de vida. Y la segunda, es que procuramos esforzarnos lo máximo: cursos, estudios, buena formación... y hacemos lo posible por conseguir un buen trabajo bien retribuido, pero a veces el esfuerzos y las recompensas que podemos llegar a obtener no son del todo proporcionales.

Reflexión personal publicada por : Ana Figuereo Rodríguez.