Reflexión personal realizada por Lorena Parrales García.
¿De qué podríamos hablar en nuestra última reflexión sobre
la asignatura? La verdad, hay tantos temas a los que referirnos y a los que
hemos hecho alusión durante el curso que ya no hay nada de lo que no se haya
hablado aún. Por eso, mi intención es hacer un recorrido sobre todo ello, ya
que esta asignatura ha partido de una situación inicial y nos ha ido
describiendo los diferentes pasos a seguir dentro de una empresa. ¿Por qué no
plasmarlos?
La asignatura titulada Gestión y Administración de Recursos
Humanos nos lleva a saber que el
recurso humano, las personas son el elemento más importante de las
empresas. Sin las personas las empresas no existirían.
Esa composición de personas se realiza mediante una
selección del personal, la cual consiste en la realización de distintas pruebas
de selección en las que irán progresando los mejores candidatos para las
vacantes necesitadas. También, esa composición de personas puede ser compuesta
por las ya incorporadas a la plantilla, las cuales quieran intentar ascender a
dicho puesto. Para ello también encontramos la formación, formar aquellas
personas que ya trabajan para nosotros y adecuarlas al puesto al que pretenden
ocupar.
Cuando ya hemos seleccionado e incorporado al recurso humano
en nuestra plantilla empezaremos con la introducción a los temas de tipo
interno. Estas personas que trabajan para la empresa deben ser dirigidas por un
líder, decíamos. Cierto. Las personas deben ser dirigidas por alguien que tiene
la capacidad de llevar a cabo esa tarea ya que no todo el mundo es capaz de
hacerlo. Pero para ser dirigidas, las personas, a su vez, necesitan motivación.
Esa motivación de la que hablábamos, que era necesaria para que los
trabajadores pusieran interés en el trabajo y que fueran lo más exigente
posible con él para que éste fuera lo más efectivo y eficaz, debía ser
sustraída por esos mismos líderes con el conocimiento adecuado para ello (saber
qué motiva a tu trabajador).
No todo es ese liderazgo y esa motivación buscada por el
líder lo que nos lleva a la máxima efectividad, sino que sacar el mayor
provecho de una persona es una de las tareas que la empresa debe intentar
conseguir. Por eso se crean grupos de equipo, grupos de trabajo que sirven para
fomentar la participación de las personas, para sacar el mayor rendimiento a
las mentes de éstas, cooperando en conseguir una solución conjunta al problema
planteado. Todo esto no es tan fácil como se plasma en la teoría ya que no
todas las personas son capaces de cooperar en equipo, de aportar ideas a un
conjunto en el que no se le reconozca que esa idea es suya. Hay personas que
necesitan que se les reconozca su esfuerzo y su trabajo y con ese equipo, ese
grupo no se puede mostrar; o también hay otras que debido a la personalidad tan
fuerte que ostentan no dejan espacio a la aportación de otras personas. Con esto queremos decir, que la formación de
esos grupos de trabajo debe ser formado por un experto capaz de saber qué
personas sacaran el mayor provecho a esas reuniones.
Si no se consigue llegar a las personas adecuadas para ese
equipo de trabajo, se puede ocasionar conflicto. Conflicto es aquella palabra
que ninguna empresa quiere oír ya que significa problemas, disputa, colisión,
significa que algo no va bien. Todo ese conflicto retrasa a lo que es la
solución del problema. Por eso las empresas deben de saber manejar ese tipo de
situaciones, con personal experto en ese campo. Aquellas empresas que no están
preparadas para enfrentarse a su resolución podemos decir que se estancan y se
paralizan en sus quehaceres.
Con todo esto, ¿a qué pretendemos llegar? A que teníamos una
idea muy equivocada de las funciones que cumplen las empresas, las entidades,
las organizaciones. Simplemente pensábamos que una empresa contrataba a trabajadores
que le realizaban el trabajo duro y ellos eran los que obtenían las ganancias.
No. Esto no es así. Para que se obtengan ganancias todos deben de colaborar,
todas las personas, desde el personal de limpieza (que hace que todo este
impecable para los clientes y de una buena imagen de higiene) hasta el director
de la compañía tienen tareas que realizar. Es cierto que la plantilla, los
trabajadores son los que realizan en sí el trabajo pero los directivos son los
encargados de saber qué es lo que se tiene que hacer, de organizarlo, de
planificarlo y de ejecutarlo; son los encargados de saber a quién es mejor
encomendarle el trabajo o cómo llegar a una óptima solución (si mandarlo a una
persona o a un equipo de trabajo).
Por eso, y para concluir, mi única intención era hacer
llegar a todos que: “En una empresa contamos todos”.
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