Reflexión realizada por Pablo Macías Román.
Como hemos estudiado, el reclutamiento de personal
puede realizarse de tres modos: reclutamiento externo (captación de candidatos
externos a la organización), reclutamiento interno (captación de candidatos
para cubrir un puesto se realiza entre los propios empleados de la organización)
y reclutamiento mixto.
Hay que tener en cuenta la necesidad del puesto de
trabajo a cubrir para saber el número de postulantes idóneo (habrá que tener en
cuenta factores como el presupuesto de la entidad, necesidad de rapidez en la elección,
etc.).
Aunque el epígrafe analizado trate tan solo del
reclutamiento en entidades privadas (al haberse estudiado con anterioridad en
las públicas) me gustaría reflexionar de manera conjunta ya que el modo es
parecido (salvando ciertas diferencias).
Como ya he citado, el número posible de candidatos
a un puesto que una entidad pone a disposición de los postulantes puede variar
según el puesto y las necesidades de la propia organización. Me gustaría
reflexionar sobre ello, ya que bajo mi punto de vista, tanto en entidades
privadas como en públicas es mucho más peligroso y factible para posibles
intereses personales, la selección entre un pequeño número de postulantes. Lo expresaré
con un ejemplo para reflejar más fácilmente lo que deseo expresar: pongámonos en
la situación de que un departamento de una organización pretende ocupar un
puesto muy especializado fundamentalmente con reclutamiento externo. Ese alto
ejecutivo o alto cargo de la administración puede tener un conocido que cumpla
con las exigencias del puesto solicitado y requerido (por su propia
iniciativa). Por ejemplo: que busquen un trabajador con conocimientos en dos
ámbitos totalmente opuesto sin que puedan ser efectivos para la organización y
que así solo opte al puesto aquel conocido que el directivo o cargo quieren.
Es evidente que esta problemática es mucho más
concurrida en la esfera pública, pero puede haber algún directivo con gran autonomía
que intente “enchufar” a conocidos en la organización donde trabaja. Es evidente que si el puesto es más general y no tal específico, el número de candidatos será superior. Esto hará que el posible interés personal del encargado de seleccionar al candidato se vea mermado.
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