Con la motivación de los empleados públicos pienso
que es fundamental potenciar el papel de los trabajadores como activo
fundamental para que así desarrollen sus habilidades con el mayor potencial
posible, y que esto desemboque en un ambiente de trabajo armónico en los
diferentes equipos de trabajo.
Partiendo de esto, ha de conseguirse con diferentes
procedimientos de actuación en los que para mí es fundamental mostrar los
resultados que se obtengan, y haciendo participes a los trabajadores a través de
seguimientos de opinión sobre los objetivos previstos.
Dicho de otro modo las herramientas fundamentales
que no pueden faltar para ello son: la formación, la comunicación y el
reconocimiento.
Obviamente todo ello debe girar en el contexto de
los principios fundamentales de la gestión de los conflictos de intereses, que
se traduce en servir al interés general, la transparencia y el control público,
para promover de esta forma la responsabilidad individual y el ejemplo personal,
generando en última instancia una cultura organizacional que sea intolerante
con los conflictos de intereses.
Pienso que la motivación, ha de partir desde un previo estudio para el
ingreso de los empleados, y, así la planificación de los recursos humanos ha de
tener un sistema adecuado de selección de personal y tanto desde un punto de vista
cualitativo como cuantitativo, es decir determinando que numero de puestos se
necesitan y que cualidades han de tener para el correspondiente acceso.
En e ámbito público, la motivación debe girar
principalmente, bajo los mecanismos de promoción
en la carrera administrativa, la formación y el sistema retributivo el cual se
deberá ajustar en torno a los principios de eficacia y eficiencia.
Por ello, habrá que alejarse de cualquier clase de
favoritismos o “encfufismos”, algo que desgraciadamente se aleja bastante de nuestra
realidad
De otro lado, el trabajador parte de una serie de
expectativas en el trabajo que desarrolla que intenta alcanzar y cuando estas
no existen el trabajador se encuentra desorientado, por ello la motivación debe
de estar presente también en el momento de la planificación para que cada uno
tenga detallados sus objetivos a cumplir y esto haga que tengan asumidos su
grado de responsabilidad y tareas y se sientan de esta manera motivados para el
desempeño de su trabajo.
En definitiva, pienso que la motivación
de los empleados debe estar presente en cada una de las fases de desarrollo del
trabajo, pasando desde el reclutamiento, hasta el sistema de remuneración,
pasando por diferentes planes que deberían adoptar cada estructura
organizacional para conseguir un mayor potencial de motivación de los
empleados, y que ello desemboque finalmente en un nivel de actuación adecuado
conforme a los principios constitucionales, y en definitiva, a la promoción del
interés general.
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