domingo, 20 de abril de 2014

REFLEXIÓN PERSONAL: MOTIVACIÓN DE LOS EMPLEADOS PÚBLICOS

Con la motivación de los empleados públicos pienso que es fundamental potenciar el papel de los trabajadores como activo fundamental para que así desarrollen sus habilidades con el mayor potencial posible, y que esto desemboque en un ambiente de trabajo armónico en los diferentes equipos de trabajo.
Partiendo de esto, ha de conseguirse con diferentes procedimientos de actuación en los que para mí es fundamental mostrar los resultados que se obtengan, y haciendo participes a los trabajadores a través de seguimientos de opinión sobre los objetivos previstos.
Dicho de otro modo las herramientas fundamentales que no pueden faltar para ello son: la formación, la comunicación y el reconocimiento.

Obviamente todo ello debe girar en el contexto de los principios fundamentales de la gestión de los conflictos de intereses, que se traduce en servir al interés general, la transparencia y el control público, para promover de esta forma la responsabilidad individual y el ejemplo personal, generando en última instancia una cultura organizacional que sea intolerante con los conflictos de intereses.
Pienso que la motivación,  ha de partir desde un previo estudio para el ingreso de los empleados, y, así la planificación de los recursos humanos ha de tener un sistema adecuado de selección de personal y tanto desde un punto de vista cualitativo como cuantitativo, es decir determinando que numero de puestos se necesitan y que cualidades han de tener para el correspondiente acceso.
En e ámbito público, la motivación debe girar principalmente,  bajo los mecanismos de promoción en la carrera administrativa, la formación y el sistema retributivo el cual se deberá ajustar en torno a los principios de eficacia y eficiencia.
Por ello, habrá que alejarse de cualquier clase de favoritismos o “encfufismos”, algo que desgraciadamente se aleja bastante de nuestra realidad

De otro lado, el trabajador parte de una serie de expectativas en el trabajo que desarrolla que intenta alcanzar y cuando estas no existen el trabajador se encuentra desorientado, por ello la motivación debe de estar presente también en el momento de la planificación para que cada uno tenga detallados sus objetivos a cumplir y esto haga que tengan asumidos su grado de responsabilidad y tareas y se sientan de esta manera motivados para el desempeño de su trabajo.


En definitiva, pienso que la motivación de los empleados debe estar presente en cada una de las fases de desarrollo del trabajo, pasando desde el reclutamiento, hasta el sistema de remuneración, pasando por diferentes planes que deberían adoptar cada estructura organizacional para conseguir un mayor potencial de motivación de los empleados, y que ello desemboque finalmente en un nivel de actuación adecuado conforme a los principios constitucionales, y en definitiva, a la promoción del interés general.

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