La comunicación interna en una empresa es fundamental y hace que, en las situaciones de conflicto laboral, los trabajadores acepten de manera menos dolorosa un proceso de despido colectivo cuando se enfrentan a él. Así lo defendieron los profesionales que asistieron a un encuentro informativo con el objetivo de analizar el contenido de un informe elaborado por Estudio de Comunicación junto con CincoDías titulado La comunicación interna de las empresas en los procedimientos de despido colectivo y en las situaciones de crisis laboral.
Los expertos coincidieron en señalar que las compañías necesitan llevar a cabo una comunicación interna efectiva a lo largo de toda su vida. Además, reconocen que debe “contar buenas noticias sobre ella” en épocas de bonanza por motivos como que no se puede encontrar a nadie que hable mejor de la empresa que ella misma, según afirmó Charo Gómez, directora de Estudio de Comunicación. Los expertos consideran también el hecho de que los trabajadores reciban información de manera constante hará que acepten de mejor forma una situación de despido, tanto aquellos que se van como los que se quedan (quienes además, trabajarán más y mejor una vez finalizado el ERE). También recordaron que todo lo que se comunica de forma interna “acaba saliendo fuera de la propia empresa”, algo que puede ser muy peligroso dependiendo de su sector de actividad, como señaló Martín Godino, socio director de Sagardoy Abogados.
“Es necesario crear confianza en las personas”, subrayó Antonio Fernández Aguado, director de recursos humanos de Famosa y miembro de Aedipe. Según el directivo, enfrentarse a una situación de despido colectivo es una tarea muy complicada porque hay que organizar los medios de la empresa y establecer un calendario de manera inmediata. Además, Fernández Aguado afirmó que la comunicación debe ser una herramienta en uso de forma permanente: “En nuestra compañía, tenemos una reunión con nuestros colaboradores cada dos meses”, y destacó que esa herramienta se puede aprovechar en situaciones de crisis laboral. Por otra parte, Fernández remarcó que, además de pensar en los trabajadores que salen de la compañía, hay que tener en cuenta a los que se quedan después del proceso de despido colectivo, ya que puede provocar incertidumbre entre ellos y, además, consideró que es fundamental la educación de los directivos y jefes de equipo para gestionar los mensajes de la forma más adecuada.
“Cuidar la comunicación no es una obligación legal, pero sí que es aconsejable”, según Mario Barros, socio de Uría Menéndez Abogados, y comentó algo que siempre recomienda a los ejecutivos: “Tus trabajadores no pueden enterarse de esto a través de CincoDías”. Barros hizo una crítica al mundo empresarial en general por preocuparse demasiado poco de la comunicación interna, pero destacó que este mecanismo es una cuestión muy relevante y subrayó que si las compañías cuidan siempre la comunicación, al llegar a una etapa de periodo de consultas de un ERE, “no habría nada que hablar”. De todas formas, Barros manifestó que, en los departamentos de comunicación interna, hay un “cierto sesgo hacia el marketing”, por lo que se producen despidos tan solo una semana después de haber anunciado buenos resultados. Además, llamó la atención sobre los datos del informe de Estudio de Comunicación que señalan que, por un lado, solo un 37,2% de los trabajadores tiene conocimiento inicial de la puesta en marcha de un despido colectivo por parte de los comités de empresa –ya que la dirección tiene la obligación legal de informar a los representantes de la plantilla en primer lugar– y, por otro, que el 63,7% de empleados indican que “la empresa carece de afecto hacia los trabajadores”.Pilar Cavero, socia de Cuatrecasas, remarcó la necesidad de tener presente que detrás de los despidos colectivos, hay personas y, por tanto, la comunicación es esencial en este tipo de procesos. La abogada señaló que es muy aconsejable contratar a un equipo de comunicación en todos los casos, ya que el grado de satisfacción que es alcanzado “es enorme”. Cavero hizo hincapié en la necesidad de tener respeto hacia los empleados y ocuparse de ellos. “Un proceso de despido colectivo también afecta a los familiares de los trabajadores”, afirmó la socia de Cuatrecasas Gonçalves Pereira.
En esta misma línea, Charo Gómez, directora de Estudio de Comunicación, remarcó que este documento –realizado a partir de 242 entrevistas a empleados de 51 empresas de diferentes sectores repartidas por toda España– se ha hecho con el fin de poder establecer una comparación con otro informe realizado por esta firma en 2009, y apuntó que los datos de este año son “reveladores y un poco decepcionantes”. Así, Gómez señaló que, lejos de disminuir, han aumentado de manera considerable aspectos “tan importantes” como que los trabajadores siguen sin enterarse directamente por la empresa de las situaciones de despido colectivo (solo un 21,9%, frente al 32,2% de 2009) y que han aumentado en porcentaje los trabajadores “que no reciben información alguna por parte de la empresa una vez hecho público el inicio del procedimiento” (un 54,1%).
Por su parte, el socio director de Sagardoy Abogados, Martín Godino, remarcó que el último informe permite “preparar recetas prescriptivas”, pero remarcó, por ejemplo, que la comunicación interna en la empresa debe ser estratégica: “La comunicación inicial no puede ser la foto del final porque, si lo fuera, la empresa se quedaría sin armas en el proceso de negociación” del ERE y añadió que quienes deberían llevar a cabo la comunicación son los expertos, y no el equipo jurídico.No obstante, también se desprenden datos positivos en los datos de 2014, como por ejemplo el aumento del porcentaje de trabajadores que reconocen que se ha establecido un diálogo entre la dirección de recursos humanos y los equipos jurídicos (10,3%, frente al 3,3% de 2009), así como el incremento del número de empleados que señalan que “han sido informados correctamente” por las dos direcciones que se acaban de mencionar (21,1%, frente al 11,8% de cinco años antes). Gómez hizo hincapié en que la empresa debe explicar qué es lo que sucederá con la compañía en el futuro y que, al tratarse de un equipo multidisciplinar, cada uno tiene una función muy específica, pero que la comunicación tiene una doble vertiente (interna y externa), y explicó que en comunicación la teoría de los vasos comunicantes funciona “más que nunca”. Además, la directora de Estudio de Comunicación sostuvo que las empresas deben gestionar la comunicación interna “antes, durante y después de cualquier procedimiento de despido colectivo”, por lo que considera que una gestión puntual sería insuficiente.
Pilar Cavero apostó por hacer todo lo posible para que el trabajador no tenga la sensación de que se le ha dejado de lado y, además, de forma repentina. Para explicar esta idea, comparó la situación con la de un divorcio y afirmó que el trabajador no debería pensar que “se le ha dejado de querer” y, por tanto, el empleado debe sentirse apoyado durante todo el procedimiento e incluso después, hasta que consiga un nuevo puesto de trabajo.
El director de recursos humanos de Famosa, Antonio Fernández Aguado, señaló, por su parte, que en España hay dos factores que hacen los procesos de despido aún más traumáticos. En primer lugar, las generaciones anteriores “asimilaban la vida con una empresa o dos, como mucho”, mientras que, en la actualidad, el tiempo medio de permanencia de un trabajador en una compañía es de 4,5 años –como ocurre, por ejemplo, en EE UU–. En segundo lugar, “es posible que no haya nada después” o que, al conseguir colocarse, el trabajador perciba un sueldo entre un 30% y un 40% más bajo que en su anterior puesto; es decir, que la crisis económica y el paro están agravando estos tipos de situaciones.En esa misma linea, el socio de Uría Menéndez, Mario Barros, que dijo haberse resignado a usar la expresión “ERE”, resaltó que es necesario contribuir a la motivación de cara al futuro tanto de los empleados que abandonan la empresa como la de los que permanecen en ella, quienes en muchos casos se preguntan: “¿Por qué no me voy yo?”.
Hemos de partir de la base de que la comunicación es esencial no solo para el funcionamiento de una empresa o de una organización, sino que lo es en nuestra día a día, es lo que nos hace realmente humanos, lo que nos hace seres sociales y racionales, lo que permite nuestro desenvolvimiento en la sociedad.
ResponderEliminarComunicación interna debería catalogarse como requisito fundamental y principal para que una empresa funcione, si queremos expresar coherencia de cara a terceras personas y obtener buenos resultados hemos de partir de una buena armonía interna, que se refleje en el exterior, que de confianza a los clientes y que permita que obtengamos los logros y fines a los que la entidad pretende llegar.
Motivación, correcto desarrollo del personal, confianza, comunicación y en definitiva un buen funcionamiento interno es lo que puede llegar a marcar la diferencia entre una empresa y una "muy buena" empresa.