domingo, 29 de marzo de 2015

EL ALCALDE ENCARGA UN CÓDIGO DE BUEN GOBIERNO PARA QUE NADIE ACEPTE REGALOS



Noticia propuesta por: GIL MANUEL PEREA CRESPILLO

Bermúdez adelanta que el reglamento será similar al del Cabildo, por lo que obligará a los ediles a viajar en turista y se abrirá expediente disciplinario a quien lo incumpla

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife contará con un Código de Buen Gobierno, en el que se establecerán una serie de principios éticos que deberán cumplir tanto los concejales como los funcionarios. Este reglamento impedirá que se acepten regalos por parte de cualquier vecino, empresa o institución; obligará a los ediles a viajar en turista y se tendrá que limitar el uso del coche oficial, entre otros aspectos. Así lo ha anunciado el alcalde de la capital chicharrera, el nacionalista José Manuel Bermúdez, a la opinión de tenerife, quien indica que el código será similar al que acaba de crear el Cabildo de Tenerife. A todo aquel que lo incumpla se le abrirá un expediente disciplinario.
El regidor apunta que lo ideal es que este código estuviese aprobado antes de las elecciones de mayo, aunque admite que probablemente ya no dé tiempo de sacarlo adelante. "Si no está en este mandato, estará en el próximo", añade José Manuel Bermúdez. Eso sí, el alcalde quiere aclarar que, de todas formas, en estos cuatro años, el Gobierno local, formado por nacionalistas y socialistas, "ha obrado siguiendo siempre las buenas prácticas sin necesidad de que tuviésemos un reglamento, aunque sí es cierto que es conveniente y mucho mejor que los principios éticos para el adecuado y buen funcionamiento de la Corporación queden reflejados en un texto, como lo ha hecho el Cabildo de Tenerife", añade el edil de Coalición Canaria.

Con este reglamento también se mejorará la prestación de servicios públicos y la comunicación con la sociedad en base a la transparencia y a la mayor cercanía con la ciudadanía. El alcalde de Santa Cruz comenta que con la aprobación del Código de Buen Gobierno, los vecinos de este municipio tendrán la más absoluta garantía de que en este Ayuntamiento todo se está haciendo bien.
En el texto se establecerá que los medios y recursos públicos del Consistorio chicharrero se utilizarán únicamente para el ejercicio de las funciones del cargo o puesto que se desempeña. Por lo tanto, en ningún caso se utilizarán los vehículos del parque móvil de la capital para usos o desplazamientos privados, incluyendo los relativos a la participación en actos o reuniones derivadas de la militancia en un partido político.

Asimismo, los viajes que vayan a llevarse a cabo tendrán que responder exclusivamente al ejercicio de las funciones encomendadas. En caso de que se ajusten a estas condiciones, quienes ostenten responsabilidades públicas atenderán a una clara delimitación entre las actividades institucionales y las asumidas por razón de pertenencia a formaciones políticas. Los vuelos con destino nacional o internacional se realizarán contratando la tarifa más económica, salvo casos suficientemente justificados en traslados internacionales de larga distancia.

Con respecto a los regalos, el código del Cabildo de Tenerife, en el que se inspirará el del Ayuntamiento de Santa Cruz, establece que no se podrán aceptar, recibir o solicitar, directa o a través de terceros, y en consideración al cargo o puesto que desempeña, ningún regalo, dádiva, obsequio en metálico, invitación, favor o servicio ni para sí mismo ni para su círculo familiar o social. Esta disposición incluye la no aceptación de entradas, vales, números de lotería o cualquier otro beneficio directo o indirecto, material o inmaterial.
José Manuel Bermúdez recuerda que nada más asumir el cargo de alcalde de Santa Cruz de Tenerife, en junio de 2011, dio la orden a los concejales de que prescindieran de asesores y del uso de coches oficiales. Asimismo, se negó a contar con escoltas, aunque el área de Seguridad Ciudadana estableció que no debía renunciar a esta protección por su propia seguridad. El regidor tenía claro que ya no se podían seguir realizando en el Ayuntamiento de la capital los gastos en personal de confianza, transporte y escoltas que se venían efectuando en el Consistorio chicharrero en anteriores mandatos. Con respecto a las llamadas telefónicas, en aquel momento se entregó un teléfono móvil a cada uno de los concejales de la Corporación local, aunque para los ediles de la oposición se estableció un límite en el saldo. Estas medidas no solo se llevaron a cabo por "principios éticos", sino también para controlar los gastos en el Ayuntamiento.

Por otra parte, y en relación a las buenas prácticas, durante los pasados Carnavales los concejales de Sí se puede en el Ayuntamiento de Santa Cruz, Asunción Frías y Pedro Fernández Arcila, decidieron devolver al Organismo Autónomo de Fiestas las entradas que les fueron entregadas de manera gratuita para asistir a los diferentes concursos y actos de la fiesta chicharrera, localidades que sí tienen que abonar los vecinos. Además, estos pases correspondían a la llamada "Zona de Autoridades". En aquel momento, los ediles de Sí se puede pidieron al alcalde que retirase este privilegio para los cargos públicos.

"Los políticos tenemos que dar ejemplo y no podemos estar en un escalón ni en una grada superior a la ciudadanía. Qué dignidad tiene una persona dedicada a la política cuando le regalan el privilegio de acceder de esta manera a un acto popular mientras el resto de chicharreros y chicharreras tienen que hacer colas kilométricas para comprar las entradas de los diferentes actos del Carnaval", lamentan los concejales Asunción Frías y Pedro Arcila.

Con el futuro Código de Buen Gobierno con el que contará el Consistorio chicharrero se pondrá límites a determinados privilegios con los que supuestamente cuentan los cargos públicos y también los funcionarios.

Noticia publicada originalmente en: 

http://www.laopinion.es/tenerife/2015/03/08/alcalde-encarga-codigo-buen-gobierno/594499.html

2 comentarios:

  1. De acuerdo con la noticia publicada, me parece francamente buena la idea del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife de establecer un Código de Buen Gobierno tanto para funcionarios como para los concejales. Es una buena opción para intentar erradicar la corrupción de algunos en el seno del Ayuntamiento, sin embargo, sólo son meros postulados teóricos y éticos que de nada valen si no se llevan a la práctica. En el caso de que no funcionen como elemento disuasorio de la corrupción, pueden suponer una mera “cortina de humo” que encubra malas conductas de los funcionarios.

    Para combatir lo dicho anteriormente, según mi opinión, sería adecuado que se establecieran, junto al Código de Buen Gobierno, determinados mecanismos férreos de control que permitieran observar al máximo que dichos principios éticos se llevan a la práctica y reaccionar rápidamente en el caso de que eso no sea así, ya que desgraciadamente siguen existiendo multitudinarios casos de corrupción.

    Como conclusión he de decir que se trata de una buena declaración de intenciones por parte del Alcalde que, en el caso de que se cumplan dichos principios, puede suponer un muy buen ejemplo a seguir por parte de otros municipios españoles para erradicar la corrupción.

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  2. Comentario realizado por Ana Alicia Capilla López.

    La corrupción es uno de los problemas que en los últimos tiempos ha golpeado con mayor contundencia a nuestra sociedad. De hecho, según las encuestas la falta de ética pública es, junto con el paro, el tema que más preocupa a los españoles. La principal consecuencia de ello es el desencanto de los ciudadanos con las instituciones políticas y con la Administración Pública en general. Por todo ello, uno de los deberes centrales de nuestros representantes debe ser erradicar la corrupción. Y eso es lo que ha querido hacer el Alcalde José Manuel Bermúdez.

    No obstante, las medidas que propone en el Código del Buen Gobierno no deberían quedar en meras recomendaciones al empleado público, sino que, para que la lucha contra la corrupción sea eficaz, su observación debe ser obligatoria, y su incumplimiento castigado, pasando a ser normas de forzosa ejecución. El servidor público debe, no solo comprender los valores éticos allí recogidos, sino interiorizarlos para que su actuación con honradez, transparencia, imparcialidad y dedicación sea espontánea.

    Por último, solo queda esperar que esta medida anticorrupción no sea una estrategia política para ganarse el favor de la sociedad ante la proximidad de las elecciones, ni que su verdadero fondo sea la reducción del gasto en lugar de la búsqueda de una administración responsable y de una democracia de calidad.

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