REFLEXIÓN PERSONAL : LA DESINDUSTRIALIZACIÓN DE ESPAÑA

 

   La desindustrialización que sufren los países mas desarrollados, es consecuencia directa de la deslocalización de las industrias, fomentada por la economía de mercado, la cual  está basada en la idea de eficiencia y en la búsqueda del máximo beneficio mediante la reducción de los gastos(aunque también del aumento de ingresos).

Concretamente en nuestro país, gran parte de las grandes empresas han deslocalizado servicios , véase casos como el de Siemens o Moulinex.

  Las empresas que suelen deslocalizarse son las del sector textil las del sector automovilístico, o de industrias pesadas, puesto que para sus cadenas de producción se busca una mano de obra más barata, por lo que  las grandes empresas tienen mayor interés en trasladar sus industrias a lugares como América latina, África y Asia con abundante mano de obra barata.

 No  obstante, esta época de crisis en la que estamos sumergidos,  está obligando a las empresas a deslocalizar  ya sea una parte o bien la totalidad  de su producción, no tanto por una búsqueda del aumento de sus beneficios , sino más bien como “método de supervivencia”, ocasionando una inestabilidad entre los trabajadores españoles y un aumento frenético del paro.

Ese exceso de paro que sufrimos  nos debería hacer reflexionar  sobre las  soluciones a estos problemas, pues la globalización deja un rastro allá donde pasa, tanto en el país del que se marcha dejando sin empleo a  los obreros a los que expulsa; como tiranizando a las personas de aquellos países en vías de desarrollo en los que se ignoran los  Derechos Humanos y Laborales  e incluso, derechos inherentes de los niños, para desempeñar multitud de trabajos en condiciones infrahumanas.

Alguna de las soluciones no son más que la necesidad de una política industrial activa, es decir, aquellos  interesados en promover el sector industrial  tendrán que establecer políticas de I+D  a  largo plazo y así evitar la fuga de las industrias.

  Finalmente y sin  ánimo de caer en una reflexión catastrófica, la conclusión en vistas al futuro parece apuntar -siguiendo la evolución que parece llevar la economía española- que se producirá el regreso a España de muchas empresas que se marcharon a otros lugares en busca de mercados más baratos donde producir. Puesto   que los derechos laborales y la dignidad ligada al salario mínimo se van desvaneciendo, por la desesperación de las familias para encontrar un empleo, en unos años ya no habrá motivos para que la empresas se marchen, ya que gracias a las políticas de los gobiernos y a  la devaluación de la importancia de los derechos laborales, España será un país “barato” para producir