jueves, 6 de marzo de 2014

La brecha salarial entre los hombres y mujeres en la Administración llega al 14%

Noticia enviada el 06/03/2014 por Carmen León González
La brecha salarial entre hombres y mujeres que trabajan en las administraciones públicas se sitúa en un 14%, por encima de Alemania (7,7%) o los países nórdicos (8%), mientras ellas siguen ascendiendo "como una tortuga" y ellos "como una liebre". Estas son dos de las principales conclusiones del informe sobre desigualdad en el sector que ha presentado este martes la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI-F) con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.


"Es escandaloso que haya mujeres que llegan a jubilarse con el mismo nivel con el que entraron", ha subrayado la técnica de Igualdad del CSI-F, Mari Angeles Mur, quien ha recordado que ellas apenas ocupan el 23 % de los altos cargos de la administración pública.
La realidad es distinta en los niveles bajos del sector público (15, 16 y 17), donde el 84% de los trabajadores son mujeres, porcentaje que se reduce hasta el 38% en el nivel 30.
Para la secretaria de Igualdad de esta plataforma, Carolina Rodríguez, es necesario conseguir que una mujer ocupe un cargo importante "y nadie se extrañe", y las administraciones públicas deben ser el ejemplo a seguir. "Debemos ser la punta de lanza en política de igualdad" y modificar los "criterios subjetivos" que benefician al hombre y le permiten ascender más rápido, ha matizado Rodríguez.
¿Maternidad o carrera?
Mur ha reivindicado que ninguna mujer tenga que renunciar a su carrera profesional por decidir ser madre, ya que la mayoría sigue soportando la "carga" de atender a las personas dependientes. "¿Maternidad o carrera profesional? No queremos que las mujeres tengan que elegir", ha precisado. Y es que los altos cargos suelen implicar "horarios imposibles que condicionan la vida familiar", lo que hace que muchas mujeres se queden "estancadas" en un mismo puesto.
Por ello, hay que "unificar criterios" al conceder permisos para conciliar la vida familiar y laboral en ámbitos como el período de lactancia o el cuidado de hijos con enfermedades graves, con independencia del sexo y la situación laboral del cónyuge. El CSI-F también ha pedido un "protocolo único" en materia de violencia de género que garantice la "máxima protección" de las víctimas, y ha impulsado la creación de un "distintivo de igualdad" para los organismos que avancen en este ámbito, ya que el sector público "no puede mirar para otro lado".
Según Mur, la cita del 8 de marzo permite "poner en valor el trabajo las mujeres en la función pública" y recordar que todavía hay mujeres y hombres que "no cobran igual por realizar un mismo trabajo".
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1 comentario:

  1. Comentario realizado por: GRIMA CAMACHO, ALEJANDRO.

    Esta noticia provoca que nos enfrentemos a la realidad presente en nuestro país. A día de hoy siguen existiendo desigualdades laborales entre hombres y mujeres. La noticia llama, si cabe, aún más la atención con el hecho de estar enmarcada en el ámbito de la Administración Pública. En este marco deben defenderse sistemas que faciliten el equilibrio entre hombres y mujeres, no sólo en lo atinente al desempeño de su trabajo, sino también a las condiciones en las que se enfrentan al mismo o a las recompensas que obtienen por su nivel de esfuerzo y dedicación.

    En un país desarrollado como España es inconcebible que siga existiendo esta desigualdad retributiva, sobre todo con el alto nivel de formación que presenta el colectivo femenino que se encarga de velar por los intereses generales en el conjunto de las Administraciones Públicas de nuestro país. Por tanto, todo problema que impida una efectiva equivalencia de trato así como (muy importante) de oportunidades entre ambos sexos, nos conducirá ante una Administración Pública que no responde a los parámetros deseados en un Estado social y democrático de derecho como el nuestro, en el que la igualdad de trato debe ser la tónica dominante, todo ello amparado en los principios que consagra nuestra Carta Magna de Diciembre de 1978.

    Es por ello por lo que se tornan imprescindibles todas aquellas medidas encaminadas a salvar esas dificultades, a eliminar barreras que posibiliten al colectivo femenino cumplir sus aspiraciones profesionales, sus necesidades individuales que conforme a su aprendizaje, formación o carrera merecen alcanzar. Es el momento de que los responsables de cada área se pongan manos a la obra para tratar de solventar un problema cuyo final conllevará a buen seguro una mayor motivación de las trabajadoras de los servicios públicos, con el consiguiente beneficio al conjunto de ciudadanos. Mujeres trabajadoras que podrán ver, al fin satisfechos, los sueños por los que llevan luchando toda su vida, el conseguir un puesto que conlleve una responsabilidad acorde a su preparación sin tener por ello que renunciar al otro pilar fundamental en la vida de toda persona: la familia.

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