Noticia propuesta por Ana Alicia Capilla López
Una generación atrás, empleados y
empresas firmaban un contrato tácito que empezaba con un apretón de manos de
bienvenida al acabar la universidad y terminaba con un reloj de oro en el
momento de la jubilación.
Hoy los contratos laborales son
más dinámicos. Además de formalizar lo que se aportan mutuamente empresa y
empleado, asumen que las expectativas y deseos suelen cambiar con el paso del
tiempo.
A pesar del aumento de la
precariedad laboral, los empleados han pasado a decidir su propio destino
profesional. Y, con ello, también miden su éxito con criterios que van más allá
de los ascensos o la remuneración.
En "Career Success Across 11
Countries: Implications for International Human Resource Management", un
equipo internacional de 18 investigadores, entre los que se incluye la
profesora del IESE Mireia Las Heras, profundizan sobre cuáles son dichos
criterios y qué implican en la práctica.
Nuevos enfoques para una nueva era
Los autores califican de
"agencial" la realidad emergente, en la que los empleados se
involucran más en su desarrollo profesional, con una mentalidad cultivada por
ellos mismos que se basa en valores y acepta pocos límites.
Este fenómeno agencial se
incorpora a los enfoques tradicionales del éxito laboral, que se agrupan en dos
visiones opuestas: la de que existen una serie de incentivos y compensaciones
que sirven para motivar a cualquier empleado y la de que el contexto cultural
influye decisivamente en lo que las personas esperan obtener de su carrera
profesional.
Aunque el concepto de éxito es
universal en algunos aspectos, un análisis más a fondo pone de manifiesto una
serie de incentivos, valores y deseos que se solapan y varían de un país a
otro.
Los retos de las multinacionales
Las multinacionales deben
adaptarse a los sistemas de valores de los distintos países en que operan y, al
mismo tiempo, fomentar una cultura corporativa y una misión comunes en todos
ellos. Para comprobar cómo se percibe el éxito profesional en los diferentes
tipos de países, los autores complementaron la investigación académica
existente, centrada en gran medida en las democracias occidentales,
industrializadas y con un alto nivel educativo, con entrevistas a 226
trabajadores de once países de todo el mundo (Austria, China, Costa Rica,
España, Estados Unidos, Israel, Japón, Malasia, México, Serbia y Sudáfrica).
En dichas entrevistas se
evaluaban diversos aspectos: logros; características del puesto de trabajo y
sus tareas asociadas; nivel de satisfacción; aprendizaje y desarrollo; impacto;
equilibrio de la vida laboral y personal; carrera como medio de supervivencia y
fuente de seguridad; entorno social en el lugar de trabajo; reconocimiento;
rendimiento laboral, y realización personal.
Verdades universales y opiniones divergentes
Pese a la diversidad cultural y
geográfica de la muestra, la mayoría de los entrevistados asociaron el éxito
profesional a los logros alcanzados. De todas formas, existen diferentes
definiciones de "logro" y solo existe una amplia coincidencia a la
hora de identificar el "logro económico".
En cuanto a las características
del puesto de trabajo y sus tareas asociadas (o sea, su valor intrínseco), en
nueve de los once países las señalaron como un indicador importante del éxito
profesional. La interpretación de esta categoría iba desde "afrontar
desafíos" hasta "trabajar con otros" o encontrar
"oportunidades de aprendizaje".
El estudio también halló que la
cultura puede ser decisiva en la percepción del valor del trabajo. Por ejemplo,
los entrevistados estadounidenses y japoneses dieron una gran relevancia al
reconocimiento, mientras que los chinos subrayaron su importancia como medio de
supervivencia y fuente de seguridad.
La sensación de tener un impacto
positivo en quienes nos rodean o en el mundo se situó entre los cuatro aspectos
más importantes para estadounidenses, sudafricanos y malasios. El principal en
el caso de serbios y españoles es el equilibrio de la vida laboral y personal
(más información en "El equilibrio entre carrera y familia define el
éxito").
Un enfoque híbrido
El estudio muestra hasta qué
punto varía la definición de éxito profesional de un país a otro. Aunque el
logro económico sea un valor universal, las diferentes valoraciones de otros
aspectos podrían tener implicaciones de calado para los departamentos de
dirección de personas. Tal vez los incentivos económicos funcionen en muchos
casos, pero los autores abogan por soluciones más "cuidadas" y personalizadas.
Para ser eficaces, las
multinacionales deben ser flexibles. Aunque las respuestas de los participantes
en el estudio indican la validez de un sistema general que preste especial
atención a las aspiraciones económicas de todos los empleados, un enfoque más rico
en matices ayudaría a abordar mejor los demás aspectos.
En este sentido, las diferencias
regionales son importantes: la confección de un buen programa de conciliación
de la vida laboral y familiar podría ser una prioridad en España, por ejemplo,
mientras que los empleados chinos, que tanto valoran el aprendizaje y el
desarrollo, seguramente estarán más interesados en pasar una temporada
trabajando en otros países.
No existe una fórmula mágica,
válida para todos los casos. Pero está bien que así sea en una era en que las
relaciones entre las empresas y sus empleados están cambiando. Alcanzar un
equilibrio entre las verdades particulares y universales puede maximizar los
beneficios de todos.
Noticia publicada originalmente
en: http://www.ieseinsight.com/doc.aspx?id=1677&ar=20&idioma=1
Comentario realizado por: Virginia Sevilla Monroy
ResponderEliminarEs verdad que un empleo para toda la vida es agradecido por la multitud, pero sin embargo, bajo mi punto de vista es importante señalar que los contratos laborales más dinámicos puede influir en el hecho de que los empleados se interesen más por el desempeño de sus tareas, así como que se tengan que adaptar a los cambios en las distintas empresas debido a las nuevas necesidades y por tanto, en parte favorezcan un mayor desempeño e interés, y la empresa los recompense con contratos más duraderos.
Estoy totalmente de acuerdo con la noticia cuando dice que “en la nueva era, los empleados se involucran más en su desarrollo profesional, con una mentalidad cultivada por ellos mismos que se basa en valores y acepta pocos límites” porque, aunque por lo general, todo el mundo quiere tener salarios elevados, hay otro sector de personas que prefieren disfrutar con la labor que desempeñan y adquirir nuevos conocimientos aunque el salario sea más bajo, porque se sienten más felices.
Como bien refleja la noticia, en función de la cultura, los valores de cada persona, las aspiraciones, etc. el éxito profesional será distinto y además cada trabajador optará, en función del valor que le dé al trabajo, por adquirir experiencia y conocimientos o por el contrario, preferirá por quedarse estancado y cumplir con la jornada laboral.
Es curioso además el ejemplo del artículo en relación a la cultura china y española. Todos sabemos que la población china trabaja durante numerosas horas y pensamos que solo les importa trabajar, pero según varias noticias, sacamos en conclusión que los chinos también saben pasarlo bien, también tienen ganas de viajar, pero su prioridad es ahorrar para disfrutar de la vida en el futuro. Es decir, ellos piensan a largo plazo, mientras que la mayoría de los españoles viven más el día a día.
En definitiva, las organizaciones prefieren a trabajadores que se interesen por aprender, adquirir experiencia, y se preocupen por ser los mejores porque son el principal recurso, más que por trabajadores pasivos y que únicamente obedezcan órdenes. Tenemos que decir que poco a poco ello está cambiando y son cada vez más las personas que quieren labrarse un gran futuro y prosperar y no solo se guían por salarios elevados, porque a mi parecer, la cultura, entre otros aspectos, es la clave del éxito.
Comentario realizado por Inmaculada Gavilán Punta:
ResponderEliminarLa dinamización en los contratos laborales es cada vez más frecuente en todo el mundo al considerarse mayoritariamente que el éxito no debería medirse de forma estricta en términos de remuneración ya que existen diversos criterios alternativos y no tan materialistas para identificar la sensación de satisfacción laboral. Asimismo, tal y como hemos podido comprobar, las diferencias entre distintos países con respecto a esta cuestión es cuanto menos asombrosa.
Mientras que en España lo principal es la conciliación de la vida laboral familiar, por otro lado, en China o Estados Unidos valoran cuestiones como el aprendizaje y el desarrollo. Esto pone en evidencia, una vez más, la falta de interés que existe en nuestro país por conocer otras culturas, y el mundo cómodo y conformista en el que estamos inmersos. Además, esto manifiesta que las expectativas y los deseos laborales de la mayor parte de los españoles son fijos y no tienen apenas afán de progreso, mientras que para un estadounidense éstos van a cambiar con el tiempo, lo que denota una fuerza motivacional básica en los tiempos que corren.
Con todo ello, creo que debemos poner las bases para crear un país más involucrado con el aprendizaje y el desarrollo y menos con el cumplimiento estricto de las actividades laborales. No olvidemos nunca que “la cultura es el conocimiento de lo mejor que se ha dicho en el mundo”.