REFLEXIÓN PERSONAL: "El binomio motivación-productividad"

Reflexión personal de Miriam Álvarez Expósito

Binomio motivación-productividad.

Todos somos conocedores de ejemplos que nos ilustran la diferente actuación que un sujeto puede desarrollar en función de los factores motivacionales con los que cuente. En nuestro día a día, cada uno de nosotros hemos podido sentir ese impulso interno que nos lleva a desarrollar una determinada actividad, encaminada a la consecución de un objetivo, incentivándolo con un ánimo propio. Si un sujeto lleva a cabo una concreta actuación es porque a eso subyace un deseo, un objetivo que el propio sujeto pretende conseguir con dicha actuación.

Si esto lo extrapolamos al mundo de la organización, lo mismo ocurre con los empleados y miembros de una entidad, ya sea pública o privada. El nivel de ejecución que un sujeto dentro de la organización puede desplegar va a ser diferente en función de los factores que le motiven a hacerlo, a conseguir el objetivo que éste y la propia organización pretenden conseguir. Obviamente, el nivel de ejecución que dicho sujeto complete va a redundar de manera positiva o negativa en la productividad que el mismo obtenga definitivamente. Como es bien sabido, cada individuo dentro de la organización tiene una serie de necesidades o expectativas a satisfacer para evitar que el sujeto se halle en situación de desequilibrio interno. Este impulso de satisfacer esas necesidades o expectativas es lo que va a llegar al sujeto a realizar una determinada conducta, que de suyo conlleva unos resultados. Si los resultados son positivos, eso va a repercutir de manera positiva en el sujeto porque habrá satisfecho la necesidad o expectativa inicial y dará lugar a un reforzamiento de la conducta del mismo. De lo contrario, si los resultados son negativos, el sujeto se situará en un momento de insatisfacción que supondrá de nuevo el desequilibrio interno y que le llevará a adoptar otro modelo de conducta. Tanto si se consigue un resultado negativo como positivo, eso va a tener reflejo en la productividad que el sujeto alcance..

Entre los factores motivacionales inicialmente mencionados, es relevante hacer hincapié en alguno de ellos. Uno de los factores más importantes es el reconocimiento en el trabajo, pero no solo un reconocimiento por los superiores jerárquicos y por los compañeros, sino también  un reconocimiento propio. Dentro de nuestras posibilidades y circunstancias, los seres humanos nos dirigimos donde podamos encontrar más aprecio. No hay una tendencia clara sobre el valor que los empleados le otorgan al reconocimiento, pero es innegable que este factor puede potenciar el incremento de la productividad de los empleados. Para gran mayoría de los empleados, los triunfos en el puesto de trabajo suelen venir precedidos de varios fracasos y error, y requieren constancia en el esfuerzo y apoyo de los compañeros.

Otro factor motivacional importante es el incentivo dinerario. El dinero es el factor motivacional tangible por excelencia. Bien es cierto que para cierto colectivo de empleados no supone un factor motivacional importante que influya en su nivel de desempeño, pero para otros colectivos es el único y más relevante. El problema de este incentivo es que es prácticamente imposible de sustituir, de manera que si hubiera algún periodo en que la organización no pasara por buena situación y este factor escaseara, lo más probable es que la productividad de los empleados descendiera, porque no verían recompensado su esfuerzo mediante esta recompensa. 

Es indudable que la responsabilidad en el puesto de trabajo también ocupa un lugar importante en el binomio motivación-productividad. Si el empleado siente que tiene capacidad de decisión en su puesto y además de ello siente estabilidad posibilidad de proponer nuevos cambios o actividades, esto va a influir de manera importante en la motivació ncomo aspecto subjetivo, lo que, lógicamente redundará en la productividad.  

Además si el empleado tiene claro cual es su objetivo, y cual es el nivel de ejecución que pretende desplegar, será mucho más probable que lo alcance. Al fin y al cabo, siempre sopla viento favorable para quien sabe a dónde va.