lunes, 13 de abril de 2015

Reflexión personal: el salario como causa de la desigualdad de género en el empleo

Reflexión personal realizada por Mª Esperanza Gómez Bonilla

Desde finales del siglo XX, uno de los fenómenos laborales más importantes que ha tenido lugar en nuestro país así como en nuestro continente ha sido la incorporación de la mujer al mercado laboral. Más concretamente, en España, desde la década de los noventa, en torno a cuatro millones de empleos de los que se crearon fueron ocupados por mujeres. Ello ha supuesto un cambio radical en la concepción que de la mujer se tenía tradicionalmente, según el cual la mujer dejaba el mercado de trabajo cuando contraía matrimonio o se convertía en madre. Transcurrida la crianza de los hijos, la mujer se encontraba con grandes dificultades para reincorporarse al mercado laboral después de un largo período de inactividad.

En pleno siglo XXI, por fortuna, los cambios reflejados en los datos de participación laboral hacen dilucidar el papel relevante que ha tenido el movimiento ideológico que propugna la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso al mundo laboral, plasmado en la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. No obstante, este cambio ideológico arrastra las diferencias por género que se siguen apreciando en el citado mercado de trabajo. Reflejo de ello es el salario o remuneración del trabajo por cuenta ajena.

Por lo general, el salario medio de las mujeres sigue siendo inferior al de los hombres. Dicha diferencia salarial puede deberse a diversas circunstancias como el sector de actividad, el nivel educativo, la experiencia laboral, el tipo de jornada de trabajo e incluso la ocupación. Esta afirmación queda contrastada objetivamente al consultar informes tales como el Informe mundial sobre salarios, emitido por la Organización Internacional del Trabajo. El citado informe entiende que las causas de la disparidad en la retribución entre hombres y mujeres son bastante complejas y a su vez difieren entre un país y otro de los analizados.

Otra fuente a tener en cuenta es el Instituto Nacional de Estadística, a través de su Encuesta Anual de Estructura Salarial, de la que se deriva que en España la diferencia salarial ronda en torno al 24% considerando las ganancias anuales. Igualmente se deduce que la desigualdad laboral en la actualidad se debe a la compatibilización de la mujer entre el trabajo y la familia, la llamada conciliación de familia.

A modo de conclusión, tengo la percepción de que esta situación va a tender a perpetuarse en el tiempo y reflejo de ello será la toma de decisión de los individuos sobre su formación, teniendo en cuenta las oportunidades profesionales que en el futuro van a tener y, consecuentemente, las mujeres continuarán eligiendo aquel cauce formativo adecuados para integrarse en el mundo laboral sin problema alguno. De nosotros depende que el avance ideológico logrado siga surtiendo efectos en nuestro siglo y en la posteridad. 


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