EL RECICLAJE FORMATIVO EN LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
En relación a los Pilares de la Dirección de Personas que hemos estudiado en clase, me dispongo a hacer una síntesis de las razones por las cuales entiendo que dada la situación actual que sufre nuestra Administración Pública (y que ya se ha comentado en varias aportaciones de mis compañeros) es esencial promover el denominado "reciclaje profesional o formativo" en el ámbito público.
La función pública debe ser reconvertida, no solo en sus estructuras organizativas o el sistema de acceso (que ya comenté en otras publicaciones) sino desde el núcleo central de la misma, esto es, el personal funcionarial. En multitud de ocasiones solemos escuchar hablar del inmovilismo existente dentro de las Adminsitraciones Públicas, el cual, desde una perspectiva de Recursos Humanos debemos interpretar como la ausencia de motivación, de interés en el desempeño de las tareas e incluso en algunos casos puede llegar a plantearse la incapacidad y falta de formación para el desempeño de las tareas públicas. En este último punto debe comenzar a surgir la preocupación principal respecto a la evolución (mayoritariamente negativa) que la Administración Pública esta sufriendo, principalmente respecto a aquellos empleados públicos pertenecientes a categorías profesionales inferiores que no requieran un elevado nivel de estudios, aunque también para las que sí lo hacen.
La motivación, como sabemos, es un factor esencial para que los empleados públicos desarrollen sus tareas con la precisión y eficacia que se requiere y para obtener así un resultado satisfactorio del servicio prestado, de lo que carece en la mayoría de los casos. Esta reflexión va dirigida (como he dicho anteriormente) a determinados puestos de trabajo dentro del sector público, más exactamente los que se realizan de cara al público, atendiendo al ciudadano a un nivel igualitario. En estos supuestos, la deficiente ejecución de estas tareas supone un retraso tanto para el ciudadano que solicita ayuda como para la propia Administración. Quizás podamos llegar a pensar que la solución sería aumentar la oferta pública de empleo para el desempeño de este tipo de tareas pero desde mi punto de vista considero que no es así.
El reciclaje profesional está evolucionando y tomando conciencia en la sociedad, pues muchas empresas privadas con Departamentos de Recursos Humanos llegan a considerarlo algo necesario para su buen funcionamiento a lo largo de los años. Si son las empresas privadas las que promueven mayoritariamente estos incentivos a la formación, teniendo en cuenta los desincentivos del empleo privado respecto al público (retribuciones, jornada laboral, trienios, jubilación...) ¿no sería incluso más necesario incorporar esta conducta en el ámbito público? El reciclaje profesional para los funcionarios públicos, muy a su pesar, es necesario en España, en cada Administración, por tanto ha llegado el momento de superar la barrera del inmovilismo funcionarial que nos rodea, ser mas exigentes con nuestros empleados públicos y que ellos lo sean consigo mismos. Las Administraciones evolucionan, sus legislaciones también lo hacen pero sus empleados no, ¿no creeis que algo esta fallando?
La continua formación del personal publico puede orientarse de varias maneras, bien a través de cursos, realización de pruebas de conocimiento, talleres de mejora de atención directa al cidudadano, incentivos... La clave, a mi juicio, está en transformar la asentada afirmación de que "ser funcionario es un trabajo para toda la vida" no porque no sea cierta, sino porque induce a la inclusión de otras ideas respecto del empleado público que no favorecen a la imagen que los ciudadanos tienen de este, considerándos como "unos privilegiados que por haber superado una prueba de conocimientos tiene un trabajo para toda vida y no tienen que preocuparse por nada más"
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