lunes, 11 de abril de 2016

Controvertidas formas de mejorar la productividad laboral

Alejandra Soto Moreno

Jornadas laborales de seis horas

El laboratorio de políticas públicas de Suecia inició el año pasado un experimento en el que la plantilla de una residencia de personas mayores de Goteborg (Suecia) se dividía en dos: una mitad trabajaría seis horas al día, reduciendo su jornada laboral a 30 horas a la semana, mientras que la otra continuaría haciendo jornadas de 8 horas diarias y 40 semanales en total.

La idea era demostrar que es posible ser más eficiente en el trabajo haciendo menos. La teoría que les empujó a realizar el experimento es que con una jornada laboral más respetuosa con la conciliación familiar, sus empleados serían más eficientes y dedicados con su labor ya que tendrían más energía. Además también reducirían las bajas ya que caerían enfermos en menos ocasiones y estarían más comprometidos con la empresa.

Tras ocho meses de experimento los resultados fueron todo un éxito. Los empleados reconocieron que con la jornada de ocho horas llegaban a casa mucho más cansados y con el único propósito de tumbarse en el sofá y “desaparecer”. Con el cambio de horario se sentían más descansados, mucho más alerta y disfrutaban más, tanto del trabajo como de la vida familiar. Uno de los directores, Martin Banck, reconoció que las personas estaban más a gusto y se encontró con menos bajas laborales. Además, para ver los resultados en cifras, se demostró que hubo un 25% de incremento en los beneficios de la empresa ya que, entre otras cosas, los costes por capital descendían al usarse la maquinaria de forma más eficiente.

Este experimento en concreto se llevó a cabo en una organización pública, sin embargo, empresas privadas como la fábrica de Toyota en Goteborg, hace ya trece años que aplican la jornada de seis horas con excelentes resultados en la productividad laboral y general de la compañía.

Oficinas divertidas que parecen hoteles

Hay pocas, pero existen. Las oficinas más grandes del mundo y más “progre”, podríamos decir, ofrecen en sus instalaciones cosas como piscinas, canchas de vóley, salas de yoga, ping pong, futbolín, comida gratis, espacios para dormir, y un largo etcétera. A lugares así es a donde solo una ínfima parte de trabajadores tienen acceso, entre ellos los que forman parte de empresas como Google y Facebook.

En oficinas como estas es difícil imaginarse a empleados depresivos o estresados y, precisamente por eso, según un estudio, los trabajadores son más productivos. Sabemos que no todas las empresas del mundo tienen recursos como para crear campus lúdico-laborales para sus empleados al estilo Google. Sin embargo, abrir la mente e introducir más flexibilidad y espacios recreativos a las oficinas actuales tampoco es tan descabellado. ¿Qué tal si empezamos por una cocina con bebidas gratis, algo de picoteo o una sala donde desconectar un rato jugando?

Hasta 2014 no se demostró la efectividad de las oficinas de Google y Facebook sobre la productividad laboral y el rendimiento de los trabajadores en un estudio, pero cuando finalmente se llevó a cabo, el título no podía ser más rajante: “los desarrolladores de ‘software’ felices resuelven mejor los problemas”. Para llegar a esta conclusión tres investigadores decidieron descubrir si los divertimentos suponen más una distracción o, por el contrario, ayudan a aumentar la motivación y la productividad: cogieron a 42 estudiantes universitarios expertos en computación y analizaron cómo sus emociones y estados de ánimo afectaban a sus habilidades para programar, así como a la creatividad y la resolución de problemas. Entre otras cosas, les hicieron practicar unos juegos con el objetivo de investigar su capacidad para resolver problemas y el tiempo que tardaban en hacerlo.

Los resultados demostraron que los programadores más felices eran capaces de llevar a cabo análisis “significativamente mejores” que sus compañeros de trabajo más estresados. Además, el estudio añadía que solo es necesario dedicar muy poco tiempo a estas actividades y que el coste de mantener a los desarrolladores más contentos es “casi irrisorio”.

Por otra parte, de acuerdo al profesor Alex Haslam, coautor de una investigación de la University of Exeter en el Reino Unido, los efectos psicológicos que causan oficinas diseñadas amigablemente aumentan en 17% la productividad, en comparación a las oficinas corrientes con cubículos y distribuciones funcionales. “El diseño de la oficina no solo es buscar formas de evitar el dolor de espalda en las personas, si trabajamos en él también veremos que tiene el potencial de influir en lo que logran los trabajadores, la iniciativa que deciden tener y su satisfacción profesional en general”, asegura Alex.

Dormir una siesta de 30 minutos

Echarse una cabezadita de 30 minutos después de comer es suficiente para reparar nuestro sistema y volver a la carga laboral con más energía. Varios estudios han verificado esta teoría, por ejemplo, a finales del año pasado, de la mano de la Universidad de Higashi-Hiroshima en Japón: el estudio demostraba que una siesta de unos 20 o 30 minutos tiene efectos beneficiosos en el rendimiento de las tareas que realizaremos a posteriori. Volver al trabajo después de comer y dormir mejora el nivel de alerta y el rendimiento a niveles de por la mañana, sobretodo en trabajos con pantallas.

Por otra parte, otro estudio del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan, en los Estados Unidos, detectó que dormir la siesta mejora los estados emocionales; disminuye la impulsividad y aumenta la tolerancia a la frustración. Entre otras cosas, una siesta corta (enfatizo lo de corta, porque si dura más de 30 minutos entramos en fase rem y levantarnos nos puede sentar peor) nos “despierta” la creatividad, mejora nuestra memoria, nos sentimos más animados y activos y mejoramos así la productividad.

Algunos países como Estados Unidos y Japón cuentan con empresas que ya ofrecen espacios especiales para que los empleados duerman una siesta de 20 minutos.

Hacer felices a los trabajadores

Existe una correlación entre la felicidad de un trabajador y su productividad laboral. Según un estudio de la Universidad de Warwick los trabajadores infelices en su puesto o empresa son un 10% menos productivos. De acuerdo con otro estudio realizado en México (“Felicidad y trabajo”), la gente feliz presenta hasta un 33% más de energía y dinamismo que deriva en hasta un 88% de mejora en la eficacia y la productividad. Entre otros datos, el estudio mostraba que el número de accidentes laborales podía crecer hasta un 300% en empresas donde la gente no era feliz.
Pero, ¿de qué depende que sean felices los trabajadores? La motivación de los empleados no solo proviene del dinero, varios especialistas coinciden en que las recompensas monetarias a menudo no producen mejor rendimiento y productividad sino que son aquellas medidas que tienen que ver con la conciliación laboral y personal las que mejoran el estado de ánimo de los empleados. Por ejemplo, poder acceder a días libres por asuntos personales, tener nuevos retos que afrontar en la empresa con la ayuda y el soporte de los cargos superiores, un buen ambiente laboral entre compañeros y líderes, la igualdad entre trabajadores respecto a sus remuneraciones, beneficios y seguridad, etc.

Si aún no lo has leído te recomiendo que eches un vistazo al artículo sobre cómo conseguir la empresa más feliz del mundo; su fundador y Director nos cuenta los secretos de la conciliación y cómo eso le ha ayudado a mejorar el rendimiento general de su empresa y otras empresas que han seguido sus consejos.

Vía: http://comunidad.iebschool.com/iebs/recursos-humanos-2-0/productividad-laboral/ 

3 comentarios:

  1. Comentario realizado por Elvia Victoria Aragón Palancares:

    En mi opinión, me parece muy interesante la noticia publicada por mi compañera, ya que refleja con hechos reales cómo políticas motivacionales dirigidas a los empleados, llegan a ser beneficiosas no sólo para los trabajadores, sino que también para la empresa.
    Hoy en día, todos los empresarios deben cambiar la idea de que los empleados son una máquina que puede trabajar durante ocho horas, sin invertir en ellos y sólo pagándoles la remuneración acordada. Se ha demostrado en empresas muy competitivas, que el factor principal para llegar al éxito deseado es invertir en su personal. Por lo que es fundamental establecer un departamento de Recursos Humanos que sepa elaborar una estrategia de dirección para cumplir con los objetivos de la organización.
    Muchos empresarios y directores, se asustarían al pensar que alguna de las medidas motivacionales señaladas en la noticia, sería la estrategia indicada para mejorar la producción de sus trabajadores, por tener la errónea idea de que entre más horas se trabaje, mayor va a ser la producción obtenida, cuando se ha demostrado que esas políticas no dan el resultado deseado y solo crean que los empleados se sientan infelices e insatisfechos con lo que hacen, por lo tanto, el trabajo que desempeñan lo hacen con un bajo rendimiento. Es fundamental que todas las empresas empiecen a invertir en su personal, desde tener un departamento de Recursos Humanos, hasta desarrollar las alguna de las políticas señaladas en la noticia, en un principio será difícil para la empresa, pero al final se dará cuenta que valió la pena el esfuerzo realizado, porque es una estrategia que te lleva a un resultado de “ganar ganar”.

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  2. Me ha parecido super interesante la noticia de mi compañera por su originalidad y por abrir un debate candente en la actualidad. En primer lugar, entiendo que la inclusion de este tipo de medidas y mas concretamente la primera de ellas relacionada con la reducción de la jornada laboral depende de varios factores sociales que a mi entender, en España, están bastante alejados de nuestras mentes. Me refiero concretamente a la mentalidad española, de la que tan orgullosos estan algunos y de la que tanto se averguenzan otros. Actualmente, para mantener la productividad a lo largo del día, los empleados se ven obligados a distraerse, hacer pausas, o como ocurre en el caso de los funcionarios públicos, apartarse del trabajo durante horarios de desayuno preestablecidos por ellos mismos, de manera que dejan desatendida su funcion como servidores públicos. Y es a esto a lo que me refería anteriormente, es decir, existe poca (por no decir ninguna) conciencia civica respecto a la responsabilidad que implica ser trabajador en una administración pública así como ser fuente de trabajo para esta. No somos conscientes de la importancia de la labor que desempeñan los funcionarios, estamos acostumbrados, hasta el punto de infravalorar la labor que estos desempeñan con comentarios típicos que todos hemos escuchado millones de veces y que no creo que haga falta citar. Cuando una persona se acostumbra a algo bueno, ya no desea perderlo, pero en el caso de la funcion pública ocurre al contrario, es decir, todo funcionario sabe que tiene un puesto de trabajo privilegiado y que tras su esfuerzo le ha llegado esta gran oportunidad laboral, las posibilidades de perderlo son mínimas, pasando a sustituirse este miedo de perdedida por un asentamiento y conformismo caracteristico del funcionario español. La tranquilidad que da el saber que tienees un trabajo para el resto de tu vida, hace peligrar y disminuir la motivacion de estas personas y la permanencia de los valores de servicio público que les llevaron a conseguir su puesto de trabajo en la Adm Pública. Por todo esto entiendo que la solución no se encuentra en hacer millones de leyes o codigos de conductas que se quedan en papel mojado, sino de promover una mentalidad mas profesional, mas alejada del conformismo y la crítica facil, lo que deberá ser enmarcado bajo una correcta planificacion de recursos humanos, profesionales que motiven a los empleados publicos, e incluso buscar nuevos modelos de movilidad funcionarial que traigan un aire renovador a las carreras profesionales de los funcionarios.

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  3. Me ha parecido super interesante la noticia de mi compañera por su originalidad y por abrir un debate candente en la actualidad. En primer lugar, entiendo que la inclusion de este tipo de medidas y mas concretamente la primera de ellas relacionada con la reducción de la jornada laboral depende de varios factores sociales que a mi entender, en España, están bastante alejados de nuestras mentes. Me refiero concretamente a la mentalidad española, de la que tan orgullosos estan algunos y de la que tanto se averguenzan otros. Actualmente, para mantener la productividad a lo largo del día, los empleados se ven obligados a distraerse, hacer pausas, o como ocurre en el caso de los funcionarios públicos, apartarse del trabajo durante horarios de desayuno preestablecidos por ellos mismos, de manera que dejan desatendida su funcion como servidores públicos. Y es a esto a lo que me refería anteriormente, es decir, existe poca (por no decir ninguna) conciencia civica respecto a la responsabilidad que implica ser trabajador en una administración pública así como ser fuente de trabajo para esta. No somos conscientes de la importancia de la labor que desempeñan los funcionarios, estamos acostumbrados, hasta el punto de infravalorar la labor que estos desempeñan con comentarios típicos que todos hemos escuchado millones de veces y que no creo que haga falta citar. Cuando una persona se acostumbra a algo bueno, ya no desea perderlo, pero en el caso de la funcion pública ocurre al contrario, es decir, todo funcionario sabe que tiene un puesto de trabajo privilegiado y que tras su esfuerzo le ha llegado esta gran oportunidad laboral, las posibilidades de perderlo son mínimas, pasando a sustituirse este miedo de perdedida por un asentamiento y conformismo caracteristico del funcionario español. La tranquilidad que da el saber que tienees un trabajo para el resto de tu vida, hace peligrar y disminuir la motivacion de estas personas y la permanencia de los valores de servicio público que les llevaron a conseguir su puesto de trabajo en la Adm Pública. Por todo esto entiendo que la solución no se encuentra en hacer millones de leyes o codigos de conductas que se quedan en papel mojado, sino de promover una mentalidad mas profesional, mas alejada del conformismo y la crítica facil, lo que deberá ser enmarcado bajo una correcta planificacion de recursos humanos, profesionales que motiven a los empleados publicos, e incluso buscar nuevos modelos de movilidad funcionarial que traigan un aire renovador a las carreras profesionales de los funcionarios.

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