miércoles, 13 de abril de 2016

Reflexión personal de Juan Antonio Campos Torres

¿Podemos dinamizar al personal de las Administraciones Públicas?

Uno de los grandes problemas que aquejan a nuestra Administración, y que es percatado por todos los ciudadanos es el inmovilismo del personal de la Administración, sea funcionario o personal laboral. Es un defecto global en toda las Administraciones, ya sea desde la Administración General del Estado hasta el Ayuntamiento de un simple pueblo de nuestro país.

Los problemas que aquejan a la Administración sobre este defecto y sobre el comportamiento del personal que la compone han sido tratados ampliamente en este blog. Mi leitmotiv aquí es buscar la dinamización de la misma.

¿Por dónde empezar para acabar del inmovilismo? Pienso que habría que saber la opinión de los empleados de la Administración, cuáles son sus motivaciones, sus aspiraciones, y aquellos que no les resulta cómodo de su trabajo. Un trabajador en un ambiente agradable y cómodo para él está claro que producirá más. Favorecer un clima de trabajo no tan hermético, sigo algo más distendido.

Lo siguiente que deberíamos ver sería la carga de trabajo del personal de la Administración. No puede ser que veamos a personal de la Administración estresado con la carga de trabajo que tiene y otros que pasen su jornada sin hacer nada. Esto pasa por realizar una buena política de distribución de carga de trabajo. Esta política debería llevar aparejada, si fuese necesario, una mayor flexibilidad en los procesos de desvinculación de los trabajadores con la Administración a la que están prestando sus servicios profesionales.


Una vez que hemos visto estos dos fundamentales puntos, debemos comenzar a construir una nueva gestión de los recursos humanos, atendiendo a las especialidades de cada cuerpo (si hablamos de los cuerpos especiales de la Administración), y al ámbito territorial de los mismos. No hay que tener miedo ni permitir el acomodamiento de las personas que trabajan para la Administración a su puesto de trabajo con el pretexto de la permanencia al mismo  Si se quiere, es posible realizarla.

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