domingo, 30 de marzo de 2014

"Conciliar es imposible en la administración pública española"

T"A partir del nacimiento de nuestros hijos vimos como empeoraban nuestras situaciones laborales. Ambos enfermeros, pasamos de renovar contratos eventuales a cubrir suplencias. Verónica, mi mujer, perdió su estabilidad laboral cuando pidió la primera baja materna. A partir del 2012 con los recortes en sanidad la situación empeoró: yo me quedé sin trabajo y mi mujer Verónica con contratos precarios”. Así habla Samuel, un madrileño de 33 años que asegura que conciliar la vida familiar y laboral en la administración pública española es una mentira, a pesar de que se diga lo contrario.
Verónica, de 35 años y apasionada con su trabajo de enfermera, cuenta que cuando pidió la baja por maternidad su vida pasó a ser un caos absoluto: “Con una hija y otro recién nacido, Samuel casi no estaba en casa porque no paraba de trabajar para tener algo ahorrado y yo seguía con cambios de hospitales y de contratos. Se colmó el vaso cuando él se quedó en el paro”.
Samuel empezó a buscar trabajo en el sector privado, aunque tampoco encontró nada. Así que consideró la opción de salir de España. Se apuntó a los cursos de idiomas que ofrece el Inem y se puso a estudiar alemán.Aprobó el examen de idioma, le ofrecieron trabajo en Alemania, en una residencia de ancianos, y lo aceptó.
“Como anécdota te cuento que 15 días antes de irme hice una entrevista para una clínica psiquiátrica privada muy famosa en Madrid. El contrato era con la misma jornada que en Alemania. Pero con una duración de tres meses, mientras en Alemania indefinido y por la mitad del sueldo. Esa fue la puntilla que necesitaba para irme”, explica Samuel.
En octubre del 2012 Samuel llegaba con otros tres españoles a un pueblo del sur de Alemania, llamado Ebersbach an der Fils, a 26 km deStuttgart. 
Verónica y Samuel aseguran que mirando las cosas con perspectiva, sus vidas han cambiado a mejor. Un aspecto muy importante para ellos es poder complementar su vida familiar con la laboral y por eso en Alemania se encuentran “en la gloria”. “Aquí lo primero son los hijos. Da igual que lleves uno o diez años trabajando en la empresa, tienes prioridad para los turnos, las vacaciones... Las madres alemanas tienen la posibilidad de cuidar de sus hijos hasta los 3 años percibiendo un sueldo más que razonable”, -explica Verónica-.
“Otra cosa importante es tener vacaciones en familia. En España nunca podíamos cuadrar los días para estar juntos porque siempre estábamos cubriendo bajas. Además ganábamos lo justo para vivir. Aquí vivimos de forma más desahogada y nos podemos permitir el lujo de salir juntos de vacaciones”.
Como enfermeros explican que trabajar en Alemania significa cambiar el concepto laboral. “No es que aquí nos dediquemos a lavar culos, como dice el Presidente del Consejo de Enfermería. Pero es un trabajo más enfocado al paciente y con menos técnicas, ya que éstas son realizadas por los médicos. Otro aspecto es que los enfermeros tienen la opción de especializarse, algo que aún está por desarrollar en España”.

Después de este gran cambio en sus vidas, se consideran una familia feliz.



http://noticias.lainformacion.com/mano-de-obra/empleo/conciliar-es-imposible-en-la-administracion-publica-espanola_ZpWNDTsKfrdNcr88EEKrb2/

2 comentarios:

  1. Comentario realizado por: Brenda Rodríguez González

    Lamentablemente la posibilidad de conciliar la vida laboral y familiar, a pesar de estar reconocida legalmente, a la hora de llevarla a la práctica no solo se convierte en una odisea, sino que acaba siendo vista como utopía.

    La incorporación de la mujer al mundo laboral se produjo hace años, pero como ocurre en tantos sectores de la ley, va a destiempo y no solo eso, sino que además, en nuestra cultura es necesario que las leyes se encuentren vigentes durante unos años para que se empiecen a respetar, para que no se cuestionen y para que las empecemos a percibir como parte de nosotros. No hay más que girar la vista atrás y situarnos en la ley antitabaco para constatar este fenómeno. Han sido necesarios varios años para que la gente no la cuestione, para que fumar en lugares públicos o delante de niños deje de ser una estampa habitual.

    Con esto cabe esperar que dentro de unos años los derechos de las mujeres y hombres en relación con la atención a sus hijos están tan asimilados socialmente que a nadie ''se le encoja el ombligo'' a la hora de solicitarlos por miedo a represalias o incluso a ser despedidos.

    Claro que decir que ojalá dentro de unos años este tema esté asimilado es algo desolador, y mucho más para mí que padezco el problema en primera persona.
    Como todos sabéis, tengo un hijo de 11 meses y me es imposible conciliar mi vida familiar y estudiar...claro que yo no podría pedir la baja por maternidad ni gozar de ningún derecho por utópico que sea porque el estudio y no trabajo, a pesar de tener un horario de clases similar al de un funcionario, pero por ejemplo, sí podría llevar a mi hijo a una guardería pública, de hecho, lo hacía, pero para no variar, a pesar de asistir mi niño a una guardería de la Universidad de Sevilla, mi cuota mensual era igual a la de los demás niños sin tener en cuenta los ‘’mandamás’’ que yo soy estudiante, no doctora, no profesora titular de universidad, ni siquiera limpiadora con un contrato fijo como el resto de madres que dejaban a sus hijos en la misma guardería que el mío. Pero claro, al igual que los protagonistas de esta noticia, mi historia no le importa a nadie…la cuestión es seguir en tu puesto de trabajo, en mi caso, seguir la evaluación continua…sin importar lo que tú dejas atrás…algo que a los demás no les importa ‘’Todo el mundo tiene problemas’’ dicen, sin saber que lo que tú dejas atrás no es un problema, sino una persona. El ser más maravilloso que hayas podido crear y que forma parte intrínseca de ti, al que yo en mi caso, me negué a renunciar aun teniendo todavía la ley a mi favor.

    En relación, ahora que abortar de tan difícil, preguntaría a los promotores de la ley ¿Qué opciones dais para seguir adelante? ¿Qué posibilidades tenemos Samuel, Verónica o yo de tener un futuro mejor si ellos por tener hijos no pueden trabajar y yo por tener hijo no puedo formarme?

    La solución éstos no la darán, al menos como dije antes, no en un futuro reciente, pues la norma con más contras que pros está promulgada. El primer paso ya lo han dado y en eso se escudarán durante décadas para no aportar más granos a la montaña, no vaya a ser que la misma se acabe formando.

    Por ello es que a los ciudadanos afectados, que seremos todos en el futuro, no nos quedan más que tres opciones: 1.- ‘’Ajo y agua’’ 2.- Marcharse (es lo que han hecho Samuel y Verónica y tantos otros más que han tenido oportunidad dejando a este país desierto de ‘’cerebros’’ y plagado de parados) y 3.- Luchar, que muy pocos hacen y muchos deberíamos, eso sí, pacíficamente, sin armas y dentro de la legalidad, pero luchar, reivindicar la España que queremos, donde la igualdad, la conciliación, el trabajo…sea como debe ser, como queremos que sea y no impuesta ‘’desde arriba’’.

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  2. En esta noticia vemos perfectamente la mala gestión de recursos humanos que existe en nuestra administración pública. Las personas que forman parte de ella están viendo que la administración al fin y al cabo no ofrece flexibilidad ni adaptabilidad en la época de crisis que nos rodea. Además de un compromiso ficticio de contratos eventuales y suplencias, que no permiten conciliar la vida laboral con la laboral. Sin embargo, encuentran otros puestos fuera de España que le brinda todo tipo de posibilidades, sin dejar que una mujer sienta que ser madre fue un "error".

    La administración pública española debe de luchar por cumplir con los objetivos como la integración, compromiso y flexibilidad, porque ello dará lugar a que personas españolas que realmente tienen valía, puedan desplegar sus aptitudes y obtener los comportamientos que la empresa o administración espera de ellos.

    Es necesario poner en marcha un sistema de empleo público que atraiga a profesionales, que los estimule a cumplir de forma eficiente sus funciones, al tiempo que les facilite conciliar su vida personal, sin tener que machar a otro país en busca de lo mínimo que debería proporcionar nuestro sistema.

    Alba Hernández Casas

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