domingo, 23 de marzo de 2014

REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE LA INFRAESTRUCTURA ÉTICA.

Ana Cristina Rodríguez Morales

Observando la amplia cantidad de casos de corrupción  que se han dado en nuestro país en los últimos años, resulta difícil no preguntarse : ¿Tenemos una estructura ética eficaz? bien, en estas breves lineas voy a exponer por qué en mi opinión NO lo es.

Según lo que he podido estudiar ,hay una serie de puntos los cuales determinan la calidad de una buena estructura ética, el primero de ellos es el apoyo político, tanto del gobierno como de la oposición .Este apoyo debe darse desde la transparencia y claridad, desde una posición de dominio efectivo y coherente, la cual en la actualidad no existe,los gobernantes no pueden insuflar una ética que ni tienen ni hacen por demostrar.
Otro punto importante para la consecución de una infraestructura ética efectiva, es la creación de un marco legal eficaz, desde mi punto de vista, la falta de esta eficacia es el detonante de la situación que ahora mismo vivimos. En la reglamentación de la actuación de los servidores públicos ,encontramos una serie de principios que son los que deben guiar el trabajo de estos,sin embargo la enumeración de una serie de principios y normas básicas, resultan del todo insuficiente para controlar la forma de operar de unos agentes que tienen tanto poder sobre la sociedad. Faltan leyes que castiguen  la mala actuación de los entes públicos y a mi entender faltan modos de que la sociedad fiscalice esta actuación más allá de la mera opinión pública.

A su vez los trabajadores han de encontrar unos mecanismos adecuados de socialización profesional, es decir, conseguir inculcar a los trabajadores públicos la importancia de seguir una adecuada ética y deontología profesional. El problema en este punto, es la falta de ejemplos, es fácil ver como un compañero o un superior realiza una actuación inadecuada en su trabajo de manera impune .De esta forma se crea una red en la que unos cubren a otros en pequeñas o grandes infracciones,sin que nadie salga perjudicado y de la cual es difícil salir,tanto por la ansia de beneficio propio,como por la presión de los demás infractores.

Por último, esta infraestructura ética debe estar soportada por una sociedad civil, madura y activa, el problema en este caso no es la falta de madurez o actividad, si no el exceso de ésta. Los ciudadanos, como los agentes públicos, intentamos aprovecharnos del sistema en el que estamos,de este modo la esfera pública se convierte en un espejo de la civil. Resulta difícil explicarse como un abogado que intenta cobrar la mayoría de sus minutas en negro, se queja de como un político desfalca un ayuntamiento.

En definitiva ,podemos afirmar que la infraestructura ética en España es del todo insuficiente y que la reforma de ésta debe hacerse de forma profunda, desde la sociedad hacia nuestros mandatarios.

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