Noticia
propuesta por: Ángela Barrera Domínguez
¿Merece
la pena estudiar una carrera hoy en día? ¿Compensa presentarse con un lustroso
currículum aderezado de másters en diferentes terrenos y multitud de cursos que
le avalan a uno como experto en la materia que sea? Lo cierto es que esta
carrera por sumar formación como un valor diferencial a la hora de escoger
trabajo, se ha convertido en un hábito que no parece tener una contrapartida
clara, al menos en opinión de los grandes.
El New
York Times se ha
interesado en saber cuáles son las claves para entrar en una de las mecas
laborales del mundo, Google, y ha entrevistado a Lazslo Bock, el responsable de
recursos humanos de la firma y hay sorpresas. Uno podría pensar que una de las
firmas con empleados de más talento del mundo estaría dando empleo a auténticos
figuras con expedientes de cortar el hipo, pero nada más lejos de la realidad,
y de hecho, los coquitos no
son habitualmente bien recibidos.
¿Por qué?
¿Cómo es posible que el mejor expediente de una promoción, el cum laude, tenga menos posibilidades que un joven sin
estudios y que ha dedicado su vida a las chapuzas? Bock explica algo que ya
sospechábamos pero que en la firma de Mountain View parece haberse demostrado de forma
empírica: importan más las facultades de reacción innatas de la persona, así
como su habilidad a la hora de superar adversidades, que su capacidad de
aprendizaje reflejada en infinidad de títulos.
Es más, un currículo excesivamente brillante puede plantear más
problemas que soluciones. ¿Cómo puede ser eso? Bock explica que uno de los
inconvenientes de los perfiles brillantes es "la falta de humildad".
Y esto es algo que queda patente cuando surge algún problema o se comete algún
error: "cometen el error de asumir que si algo va bien, ellos son los
genios, pero si algo se tuerce, es por culpa de algún idiota", explica,
sin pelos en la lengua.
Mejor gente sin estudios
Estos primeros espadas defienden su posición en tensas reuniones
en las que no pueden perder su razón y al final tuercen el brazo con alguna excusa.
Una guerra de orgullos que la firma californiana ve totalmente improductiva.
Esto no
sucede con el que tiene más blanco que negro en su expediente. Su carencia de
títulos le hace estar más abierto y a disfrutar de una "humildad
intelectual" que le hace más proclive al aprendizaje, algo que no tiene precio
en organizaciones tan cambiantes como Google.
Este directivo se ve además más atraído por los perfiles sin
carrera que han sabido abrirse un camino en el mundo. Sin medios, sin recursos,
y ahí están, con sus trabajos y su sueldo: "son seres humanos excepcionales"
reconoce admirado el directivo. Bock se guarda una última pulla para algunos
títulos que parecen infantilizar a sus estudiantes en lo que considera
"una adolescencia extendida".
Y esta visión del personal en la empresa está cambiando el perfil
de la misma. "Cada vez tenemos más empleados sin titulación",
advierte, recordando que esta cifra se acerca ya al 14% de los empleados. Un
dato muy elevado si tenemos en cuenta la sofisticación de la mayoría de los
terrenos que pisa la compañía.
¿Esta filosofía de la cultura de la empresa y el trabajo es una
excentricidad de Google o una tendencia? Lisa Falzone, una brillante
emprendedora de apenas 28 años, tiene algo que decir a este respecto.
En su breve pero fulgurante carrera profesional, esta directiva ha
catapultado su negocio de los 30 a 100 empleados en menos de doce meses, y les
llueven los pedidos. Revel Systems es una startup que proporciona puntos de venta basados en
el iPad en vez de cajas registradoras convencionales, y como apuntamos, el
negocio crece a un paso agigantado.
Nada más establecer la firma, su primera
intención fue contratar a las estrellas de las universidades y pronto se dieron cuenta
de su error. Con un "simplemente no se adaptaban a nuestra
cultura", refleja más o menos lo mismo que ha planteado Bock: perfiles con
muchos galones que son una rémora en los movimientos y representan el orgullo
de su portador, que parece estar defendiendo a cada trance su pedigrí.
Pero la realidad de la calle es muy diferente: movimientos
rápidos, humildad para reconocer los errores y sobre todo para aprender, son
los valores que más pesan ahora cuando se va a seleccionar un candidato en las
firmas más punteras en el sector de la tecnología. "Lo más importante para
nosotros es la humildad, el trabajo en equipo, el respeto y el sentido de la
urgencia", concluye.
http://www.elconfidencial.com/tecnologia/2014-02-28/contratar-a-un-empollon-en-google-no-quieren-expedientes-brillantes_94930/
Comentario realizado por Miriam Tristancho Serrano
ResponderEliminarCon noticias de este tipo nos damos cuenta de que no es solo suficiente tener muchas titulaciones, cursos, másteres, experiencia… , sino que lo que prima en estos tiempos y en esta situación de crisis que vivimos son otros valores, como interés por aprender, capacidad para desenvolverse ante imprevistos, capacidad de adaptación, es decir, esfuerzo y capacidad de las personas para conseguir el nivel de ejecución exigido por las empresas.
Estoy muy de acuerdo con esta noticia en que la formación no lo es todo porque hay personas con muchísima formación que ante un problema se “ahogan en un vaso de agua”. Con ejemplos como este, observamos que la gestión de los recursos humanos va cobrando cada vez mayor importancia y que los empleados constituyen un pilar básico al que hay que prestarle la atención suficiente para el buen funcionamiento de la empresa. Por esta razón, y tal como hemos estudiado la gestión de los recursos humanos tiene que tener también en cuenta aspectos emotivos, fenómenos subjetivos, informales, interacción entre persona y ambiente, etc.
Finalmente, pienso que a la hora de contratar a una persona debería haber un equilibrio entre los valores señalados y una serie de conocimientos básicos respecto del empleo al que se desea optar, porque de lo contrario se invertiría mucho tiempo y dinero en la formación de estas personas.
Comentario enviado por: Lorena Monge Rodríguez 22/03/2014
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo tanto con la noticia publicada como con el comentario añadido a la misma.
Analicemos en primer lugar, lo que viene a significar la palabra "empollón" -según la RAE en su primera acepción como adjetivo despectivo se dice de aquel estudiante que prepara mucho sus lecciones, y se distingue más por la aplicación que por el talento.
Y en dicha definición, nos encontramos con la palabra talento, que como también señala la RAE es inteligencia y aptitud.
Bien, cabría responder a las tan cuestiones que aparecen en la noticia, y no tardaríamos mucho en contestar al hecho de que no lo es todo tener unos buenos estudios, o unas calificaciones brillantes porque además, se ha de contar con un
añadido de facetas o cualidades para saberse desenvolver ante situaciones de riesgo, caos y en la que entran la toma de difíciles decisiones. Estamos de acuerdo en que la formación es necesaria para el acceso a determinados puestos, pues sin ella poco éxito de entrada a los mismos se espera, pero a ello es necesario añadir cualidades ya estudiadas, como son la motivación que se tenga hacia ese puesto, el interés de aprendizaje y superación, la eficacia y eficiencia en el desarrollo del mismo, la dirección, así como el liderazgo necesario para garantizar el éxito en la organización.
Es por ello, que es preciso tener en cuenta una multitud de variables, para que todas en su conjunto hagan posible que los recursos humanos cada vez gocen de la más plena especialidad y brillantez posible en el ámbito de la organización que ocupen.
Como bien señala la noticia es muy importante para el desempeño de un puesto de trabajo una rápida capacidad de reacción ante los problemas así como de adaptabilidad al puesto de trabajo y el aprendizaje en el mismo.
ResponderEliminarNo se puede eludir la importancia de los estudios, pues con ellos también se adquieren grandes cantidades de conocimientos, aunque en ocasiones nos encontramos ante situaciones en las que las personas en su puesto de trabajo no saben cómo actuar, puesto que únicamente le han ofrecido en sus estudios conocimientos teóricos. Es por ello por lo que considero que en las universidades se deberían de ofrecer un mayor número de conocimientos prácticos que ofrezca al alumnado las capacidades necesarias para saber cómo enfrentarse a los problemas que pueden surgirle en su puesto de trabajo.
Por todo ello considero, de acuerdo con la noticia, que no es necesario que las empresas fijen su objetivo en contratar a los denominados “empollones”, puesto que la gran mayoría de estas personas únicamente poseen conocimientos teóricos, no sabiendo aplicar estos conocimientos a la práctica.
Comentario realizado por: Carmen León González
Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios de mis compañeras. En una época de crisis como la que estamos viviendo muchos han tenido que abandonar o posponer sus estudios, o se ven obligados a conformarse con una nota media inferior a fin de poder superar todas las asignaturas por curso para optar a una beca universitaria. Las capacidades intelectuales son fundamentales, y adquieren peso en función del puesto de trabajo de que se trate, pero no son el único requisito que se debe valorar a la hora de escoger a un sujeto para que ocupe un determinado puesto.
ResponderEliminarLas capacidades de adaptación, resolución de conflicto, trabajo en equipo, organización... etc, no se adquieren a través de procedimientos memorísticos que queden reflejados a posteriori en un exámen, y, por ende, en el expediente académico. Los estudios en general, y la universidad en particular, a pesar de la implantación del nuevo "Plan Bolonia", se preocupan por dar al estudiante una sólida formación teórica, y, en los últimos años, atienden también al enfoque práctico de la materia en cuestión, pero no resulta, en mi opinión, suficiente.