miércoles, 23 de abril de 2014

Parlamentos cerrados por vacaciones: los eternos descansos de «sus señorías»

Pocos países pueden presumir de «hacer trabajar» a los diputados mucho más de 140 días al año. Conoce ejemplos con el completo repaso hecho por los corresponsales de ABC

Enero, julio y agosto. Tres meses completamente inhábiles, en los que el Parlamento español, sito en la madrileña Carrera de San Jerónimo, cuelga el cartel de «cerrado por vacaciones» en la puerta, elíjase la de los Leones o cualquier otra, pero no hay quien acceda a un hemiciclo que bulla en frenética actividad. Alguna sesión ocasional; algún evento extraordinario, como sucedió durante el pasado verano, en 2013, cuando agosto fue la data en que Mariano Rajoy quiso comparecer para dar cuenta del «caso Bárcenas» y las acusaciones vertidas por el extesorero contra políticos del PP. Nada que no sea una salvedad o una causa de fuerza mayor, como se diría en el argot laboral.
Según informaron Ana I. Sánchez y Laura L. Caro en páginas de ABC, «sus señorías» se encuentran disfrutando del doble de días de asueto por Semana Santa que un niño en edad escolar y hasta cuatro veces más que un asalariado de a pie en España. Hasta 18 jornadas de descanso en el cómputo total para un diputado raso, aunque los miembros del Gobierno, como el propio presidente, hayan reposado bastante menos (cuatro días en Doñana) y hayan retornado a sus trabajos, como es normal debido a la naturaleza de su cargo, antes que el resto de los parlamentarios. En el Senado, las vacaciones se interrumpieron ayer martes, porque había sesión de control al Ejecutivo.

El 29 de abril: con «V» de la Vuelta

Los diputados tienen el próximo día 29 de abril marcado en la agenda para su regreso. El letargo se prolonga, pues, desde el Jueves Santo hasta esa fecha, si bien este 22 de abril tuvieron que reunirse también los miembros de la Mesa y la Junta de Portavoces (una veintena de representantes del pueblo) para abordar el calendario plenario inminente.
El reglamento vacacional de las Cortes está en vigor desde el año 1982. El pasado mes de febrero se inició el proceso de su examen completo. Una comisión del Congreso ha puesto bajo su lupa modificar una normativa que lleva vigente la friolera de más de tres décadas. En ese periodo, ni se ha pestañeado para acortar los largos paréntesis -«derecho consolidado», se llama- que disfrutan los integrantes de las Cortes. Esa revisión atañe también, incluso, a la posibilidad de obligar a los parlamentarios a fichar en sus horarios de entrada y salidad de la Cámara Baja, ser multados por sus innumerables ausencias y otras medidas, si bien no hay fecha para su aprobación ni su «lanzamiento» definitivo.
El presidente del Congreso, Jesús Posada, se manifestó partidario de recortar las libranzas y periodos ociosos para los diputados, de forma que en la reforma del reglamento del Congreso que se prepara, el reposo para ellos se limite al mes habitual del que goza cualquier empleado en empresas y oficinas -el octavo del año- y trabajen tanto en el primero como en el séptimo.

52 días de vacaciones por Navidad

Este mes de abril de 2014, los diputados computarán cinco días de trabajo válido y casi unirán su vuelta tardía del descanso pascual al Puente de Mayo, el Día de la Comunidad de Madrid el 2 de mayo, el día de San Isidro el 15 de mayo (en la ciudad de Madrid)... Con las primeras siete jornadas de cada mes inhábiles para sesiones plenarias en el Parlamento, junio pasará como una exhalación y julio está ya a la vuelta de la esquina.
La abultadas vacaciones de Navidad y verano son motivo de numerosas quejas y críticas ciudadanas. «Acompáñenos a un mundo mágico donde una pregunta puede significar un sueldo, donde uno puede viajar a donde quiera. Todo cabe aquí, en las Cortes», es la forma poco sutil que tienen los autores de un suculento libro -«¡Mamá, quiero ser político!» (Ediciones La Esfera de los Libros) de describir lo que consideran la «vidorra» que se gastan los parlamentarios. Sandra Mir y Gabriel Cruz recuerdan en esta publicación varias de las actividades en que se ha «cazado» a los parlamentarios cuando sí se encontraban en horas de trabajo, aposentados en sus escaños: jugar al apalabrados con el compañero, hacer un barquito de papel en la mesa, estudiar idiomas, jugar a un videojuego, hacerse fotos con sus compañeros y ver el programa escolar de los niños. Todas son imágenes reales captadas en las bancadas del hemiciclo o cualesquiera de los parlamentos autonómicos.

2012, «en blanco»

En agosto de 2013 se interrumpieron las vacaciones parlamentarias para hablar del extesorero del PP, Luis Bárcenas. En el ejercicio precedente, sus señorías tuvieron 52 días de vacaciones por Navidad (del 20 de diciembre de 2012 al 12 de febrero de 2013); los respectivos días por Semana Santa y ese verano de 2012 sumaron 48 días sin ninguna actividad. Echen cuentas.
España no es ni con mucho una excepción, como se comprueba en la comparativa por países que trazamos con la ayuda de la red de corresponsales de ABC: Ana Mellado (informa desde Londres); José-Pablo Jofré (lo hace desde Berlín); Begoña Castiella (Atenas);Emili J. Blasco (Washington); Belén Rodrigo (Lisboa); Juan Pedro Quiñonero (París); Pablo M. Díez (Pekín); Ángel Gómez Fuentes (Roma) y Rafael M. Mañueco (Moscú).
Noticia propuesta por: Lucila Mª Baena Pérez
Fuente: www.abc.es
http://www.abc.es/internacional/20140423/abci-diputados-vacaciones-estados-disfrutan-201404211321_1.html

3 comentarios:

  1. Abrir este comentario haciéndonos la siguiente pregunta: ¿es cierto el tópico de que los españoles trabajamos poco? Desde mi punto de vista cualquier opinión generalizada es incorrecta, pero a la vista de los datos que se nos muestran en la anterior noticias ¿quizás podamos aplicar este tópico a los políticos o al menos a gran parte de ellos?
    Enero, Julio y Agosto tres meses inhábiles, 18 jornadas de descanso...¿ es eso coherente en los tiempos que corren?
    Hay que trabajar duro para conseguir metas y sobre todo para poder lograr superar las adversidades ( y no cabe duda que hoy día España se encuentra subsumida en una, y bien grande: la crisis ecónomica) y por su puesto estos grandes descansos y esta pasividad en el trabajo de quienes nos dirigen no ayudan.
    Vocación, trabajo, compromiso eso es lo que se necesita y no 52 días de vaciones por navidad...

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  2. A la luz de la noticia expuesta por la compañera Ana -y su posterior comentario, es sensato estar de acuerdo con su opinión. En una sociedad como la española, donde la situación económica es tan agravada día a día, donde no hay que salir fuera de nuestras fronteras para darse cuenta de la gran problemática que nos rodea, es -cuanto menos, para indignarse cuando ves que lo único que te rodean son injusticias en todos los sentidos.

    No en vano, es correcto el hecho de no generalizar opiniones pero no podemos permitir que "unos pocos" que cuentan con poder de representación de todos y cada uno de los ciudadanos no den ejemplo en sus puestos de trabajo disfrutando de períodos de descanso que no se corresponden con el deber ético de diligencia y responsabilidad. Normal, y con cierta dosis verídica es que se tenga de España ese tópico.

    La verdad, no observo donde se esconde el punto de coherencia, de responsabilidad, de compromiso y lealtad que todos nos merecemos cuando la dejadez y el desesmero gozan por sí solos en nuestros representantes políticos. Por muchas vueltas que se le de, esos períodos de descanso son desmesurados, y no entienden de compromiso y trabajo.

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  3. Detalle: noticia expuesta por Lucila y comentada posteriormente por Ana.

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