Reflexión personal sobre las perspectivas y tipologías sobre el conflicto

Habiendo estudiado a fondo el concepto, la evolución y la comprensión del conflicto, no puedo hacer otra cosa que pararme a dilucidar sobre las perspectivas históricas y los tipos de conflictos que se han ido prolongando a lo largo del tiempo.

Es curioso como en un principio, se trataba el conflicto como lo que es, un problema a solucionar. Causa de perjuicios en la eficiencia organizacional. Se le trataba como un síntoma a temer y erradicar del seno empresarial. Más tarde y pasando de una visión clásica del conflicto a una corriente neoclásica, vemos que sigue preponderante la idea de la eliminación del conflicto para así conseguir efectividad en la organización. A su vez, la evolución del estudio empresarial va abriendo una nueva vista del conflicto, se va observando una transformación hacia una percepción del mismo como algo inevitable debido al resultado de un mal ajuste.

En último lugar, pero no por ello menos importante, la visión o concepción moderna del conflicto es la que a mi humilde parecer tiene más ventajas en la esfera empresarial. Digo esto porque la concepción modernista del conflicto lo trata como una baza positiva, se fundamenta en la confrontación entre los empleados o los grupos de trabajo en los que ha surgido el conflicto para con ello conseguir la solución y así motivar e incrementar el interés de los trabajadores. Somos seres humanos, el conflicto es algo inevitable debido a la propia interacción, el choque entre las diferentes personalidades, opiniones y puntos de vista es algo que no debemos intentar suprimir, sino encauzar para conseguir con ello un mayor rendimiento y una mayor implicación del trabajador. Todo ello, claro está con un control exhaustivo y siempre dentro de unos límites responsables.

Reflexión por Jose Mª Aguayo