sábado, 23 de marzo de 2013

Aportación personal sobre la ética pública


Mi reflexión o aportación personal quisiera centrarla en uno de los temas que hemos tratado en clase y que hoy en día, por desgracia está muy de actualidad: LA CORRUPCIÓN. La corrupción, como ya hemos aprendido, es la falta más evidente de ética pública, de ética entre los servidores públicos, de falta de moral y de justicia en la actuación de las personas que prestan sus servicios en administraciones públicas, ya sean simples trabajadores o importantes cargos políticos.
En España, la corrupción suele darse sobre todo entre la clase política y legal, entre los gobernantes y cuerpos de seguridad. La pregunta que nos hacemos todos es ¿Qué es lo que falla en la Administración Pública para que esto suceda tan a menudo? ¿son las leyes, los sistemas de control, los propios políticos…?En mi opinión habría que modificar en algún modo tanto las normas, como los sistemas u órganos encargados del control de la actividad pública, así como el sistema educativo desde el primer nivel, también creo que los políticos deberían ser personas más comprometidas con la sociedad, ya que el fin o el objetivo que persigue la actividad pública es la satisfacción del interés público, pero últimamente parece ser que a los servidores públicos se les ha olvidado ese fin u objetivo primordial y están más centrados en obtener o alcanzar un beneficio personal.
Son muchos los casos en los que vemos que la ética pública disminuye y así, poco a poco se pierde y parece que aun así, no se producen los cambios y no se toman las medidas necesarias para acabar con el fraude y con la corrupción. Parece difícil, entonces, acabar con la situación actual, ya que, es mucho más fácil tener un nivel de vida muy alto, recibir favores y regalos a cambio de realizar determinados actos que no van precisamente de acuerdo con la ética y con la moral, y más si finalmente, en muchas ocasiones, ni siquiera son castigados cuando es descubierta una actuación de este tipo en el ámbito de las administraciones públicas.
En mi opinión, una persona que se vaya a dedicar a servir al interés público, tienen que tener muy presente que esa es su finalidad y que debe respetar durante todo el tiempo que esté ejercitando dicha actividad a los ciudadanos y, con ello, a sus aportaciones, a los impuestos y al dinero que dispensan los ciudadanos confiando en que los destinatarios del mismo, van a administrarlos y a emplearlos de forma correcta, para las cosas y los servicios que sean necesarios y que supongan un beneficio para toda la sociedad. Así, habrá CONFIANZA entre los ciudadanos y los políticos, o los servidores públicos en general; dicha confianza supone un pilar muy importante para la función pública, algo que últimamente también ha decrecido, y en el momento en que falte este pilar o sustento, no se satisfará el interés de los ciudadanos, y por lo tanto, la Administración Pública no tendrá sentido, no sería lógico ni productivo continuar con una institución que fue creada con un fin, pero que ya no es capaz o, mejor dicho, “no quiere” alcanzarlo.

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