Aportación personal sobre la experiencia laboral

Mi aportación personal quiero centrarla en un hecho que tanto en el pasado como en la actualidad se da en numerosas ocasiones.

 Con esta aportación quiero referirme a los casos en los que la oferta de trabajo se basa, entre otros, en un requisito, en mi opinión un tanto absurdo, la experiencia laboral.

Personalmente, y creo que más de uno estará conmigo, ¿cómo se puede exigir experiencia a una persona que acaba de terminar sus estudios? Si en muchas de las ofertas de trabajo se exige tal experiencia los actuales estudiantes no tendrían ninguna oportunidad de incorporarse en el mercado laboral, entonces, ¿para que estudian? ¿Para estar en el paro?

En mi opinión, pienso que si el empresario oferta puestos de trabajo debería dar la oportunidad a jóvenes que han acabado sus estudios y que cuentan con la suficiente preparación y ganas para incorporarse al mercado laboral.  Si seguimos así y unos de los requisitos para el empleo es la experiencia, no cabe duda de que ningún joven sin tal experiencia podrá encontrar jamás trabajo.

Es de lógica si una persona nunca ha trabajado, por la razón que sea, es imposible que cuente experiencia en el trabajo, por lo tanto, hay que darles la oportunidad. Si no es asi, llegará un momento en que las únicas personas que trabajen sean personas mayores, y los jóvenes se verán sin ninguna posibilidad de encontrar trabajo.

Y estos jóvenes se ven obligados a realizar una práctica tras otra, tan solo para poder adquirir esa experiencia laboral exigida. Y esto, evidentemente, les interesa a los empresarios, ya que tienen a personal trabajando “gratis”, y personal eficiente y eficaz, puesto que son los que ponen más ganas a la hora de trabajar, ya que esperan algún día tener un verdadero contrato de trabajo.

Y aquí tenemos a los jóvenes universitarios, que a diferencia, de los estudiantes de formación profesional, se ven con desventaja a la hora de la experiencia. Esto es así porque sabemos de sobra que los que deciden estudiar formación profesional cuentan con unas verdaderas prácticas de lo que han estudiado, pero en el caso de los titulados universitarios no ocurre lo mismo, no salen sobradamente preparados. Y eso es una traba para conseguir trabajo, por lo que no les quedan más remedio que ir de práctica en práctica y de beca en beca, tan solo para conseguir, como dije anteriormente, un futuro contrato de trabajo.