El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo,
ha decidido enfrentar la corrupción que afecta a numerosos ayuntamientos e
instituciones gallegas sin titubear. Y aunque los acontecimientos que se
suceden sobrepasan a todas las fuerzas políticas, Feijóo ha tratado de
responder a todos los casos individualmente para concluir que los políticos
investigados tienen una sola salida "dimitir y dimitir". Sin embargo
los particulares casos de ayuntamientos tan relevantes en Galicia, como Santiago
u Ourense, han propiciado que el presidente gallego respondiese a los ataques
de la oposición con la elaboración de un código ético.
Tras presidir este jueves el consejo de Gobierno, el
presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha avanzado que infringir el
futuro código ético de la Xunta de Galicia que "prohibirá los
regalos" y "definirá qué es cortesía institucional" supondrá el
cese de cualquier alto cargo o miembro del Gobierno de la Administración
autonómica. La norma afectará también al personal eventual y de gabinete, así
como a empleados públicos que participen en las mesas de contratación.
El mandatario autonómico ha garantizado que este
"primer" código ético de la Xunta "no dejará margen" para
que un cargo público pueda "valerse de su posición" para obtener
beneficios, toda vez que ha subrayado que la regulación será "muy
restrictiva".
Las disposiciones afectarán a las empresas que tendrán que
"aceptar expresamente el cumplimiento" de este código y
"asumirlo previamente" para contratar con la Administración
autonómica.
http://www.elmundo.es/espana/2014/03/13/5322078aca474114508b4577.html
Esta medida que ha tomado la Xunta me parece del todo acertada y correcta, es más, llega tarde, salpicada por una infinidad de casos de corrupción pública a lo largo de toda nuestra geografía política. Creo que la medida que ha tomado el Señor Feijó es cuanto menos ética, cumple con uno de los principios básicos que deben preponderar en nuestra administración. Lo cual no quiere decir que deba dársele mérito por ello, ya que al ser un principio básico, debería cumplirse sin una llamada de atención, sin que se le cuelgue una medalla por ello. Con esto conseguimos que sean otros muchos políticos salpicados por temas de corruptela los siguientes en apuntarse a la carrera de “limpiar” su gestión aplicando deberes que estaban forzosamente obligados a hacer cumplir.
ResponderEliminarCentrándome un poco más en la medida pero sin dejar a un lado la crítica, creo que el hecho de que los políticos no puedan aceptar regalos ni valerse de su posición para obtener beneficios es sino una cortina de humo, ya que desde siempre el poderoso se ha beneficiado de esa posición, creo que es algo difícil de conseguir, pero no por ello imposible. Si las futuras generaciones que van a sustituir a las arcaicas se ciñen y respetan aquello que han estudiado estaremos más cerca de cumplir con la ética que ya en época griega defendía la transparencia en la actuación política.
Otro factor importante es que los empresarios que hacen dichos regalos tomen nota de esta actuación, deben aceptarlo y cumplirlo, ya que parece que no se dan cuenta de que ellos mismos incurren en un delito tipificado al intentar hacer regalos a los dirigentes de la administración para sacar provecho de ello.
Me parece una medida muy efectiva para erradicar la corrupción y cohecho. En mi opinión, encuentro algo excesivo que se prohíba recibir cualquier regalo, pero se ha llegado a esta situación por los tiempos que corren. Los mismos políticos son los responsables de haberse aplicado esta medida.
ResponderEliminarPero quiero mencionar que estas decisiones deberían tomarse en el resto de España, ya que no se toman en comunidades autónomas como Andalucía, donde no ha habido cambio de color político. El PSOE de Andalucía ha permanecido en el poder desde la constitución de la autonomía andaluza. Sin posibilidad de cambio en el ejecutivo es poco probable que exista una implantación de medidas de tal calibre.