Por sectores, el consumo industrial ha crecido un
3,6 % y el de los servicios ha descendido un 1,9 %. En el cálculo de estos datos
se han tenido en cuenta los efectos de la composición del calendario y la
evolución de las temperaturas.
Según el IRE, en los últimos doce meses, el
consumo eléctrico de estas empresas, corregidos los efectos de la laboralidad y
las temperaturas, ha aumentado un 1,9 % respecto al mismo periodo del año
anterior. Por sectores, el consumo de la industria ha ascendido un 4 % y el de
los servicios ha descendido un 2,6 %.
Comparado con abril del 2013, de las cinco
actividades con mayor consumo eléctrico la demanda de la metalurgia bajó un 1,7
%, la industria química subió un 6,2 %, la fabricación de otros productos
minerales no metálicos aumentó un 17,1 %, la industria de la alimentación
también aumentó un 2,5 % y la del papel bajó un 1,2 %.
Asimismo, las actividades que más han aportado al
crecimiento del consumo de las grandes empresas han sido la fabricación de otros
productos minerales no metálicos, con un aumento del 17,1%, la captación,
depuración y distribución de agua (18 %), la industria química (6,2 %), el
transporte terrestre y por tubería (11,7 %) y la agricultura, ganadería y caza
(23,9 %).
Está claro que el consumo eléctrico es una variable muy utilizada para la medición del consumo, de la productividad, y en resumen, de la marcha de la economía. Sin embargo, creo que la estacionalidad extrema que sufre nuestro mercado laboral muchas veces puede afectar a los datos de consumo eléctrico.
ResponderEliminarTambién por ejemplo el hecho de los picos meteorológicos puede condicionar tal datos, aunque la economía sufra recesión o estancamiento. Por ejemplo en años de temporal, donde el consumo eléctrico se disparó, pero el incremento del desempleo y por tanto la caída de la actividad económica fueron enormes.
Definitivamente, creo que un indicador poco fiable.