REFLEXION PERSONAL SOBRE LA
ACTIVIDAD DISCIPLINARIA EN LA ADMINISTRACION PÚBLICA
La reflexión versa sobre una
cuestión muy importante en todo tipo de empleos, no solo en los empleos de
naturaleza privada sino también en los empleos públicos, y esa cuestión no es
otra que la conducta que tienen los empleados en la organización publica o
empresa y obviamente ambas facultades disciplinarias son distintas las unas de
las otras.
Para introducirnos en el tema,
hay que definir a la actividad disciplinaria de la administración pública
tienen dos tipos de actuaciones, unas actuaciones disciplinarias que son
positivas o preventivas que consiste en el conjunto de acciones y medidas
adoptadas por la organización para animar a los empleados a respetar y seguir
las normas y reglamentos con el fin de evitar las infracciones.
Y también tenemos una actividad
disciplinaria que son punitivas o correctivas que está formada por el conjunto de
sanciones que la organización pone en marcha y utiliza cuando un trabajador
viola las normas.
Ambas
facultades son muy importantes y tienen diferencias, ya que con una actuación disciplinaria positiva se persigue
fomentar la autodisciplina entre los trabajadores, mientras que la actuación
disciplinaria negativa es todo lo contrario, pues es un tipo de intervención que
sigue a una infracción de una regla y
que busca desalentar otras posibles violaciones y suele concretarse en un algún
tipo de castigo.
En mi opinión, veo que hay que
incentivar no solo en los empleados públicos, sino en todos los empleados de
cualquier tipo de organización, ya que siempre es preferible a que un empleado
actué en la organización respetando las normas de conductas de la misma, ya que
dicho respeto por esas normas mejora el funcionamiento de la organización y
mejora su desempeño del trabajo.
Las organizaciones deben
fomentar a que sea el empleado el que acepte por sí mismo las normas de
conductas y no ellas a través de la facultad disciplinaria negativa. Al
fomentar que sean los propios empleados los que por si mismo desea cumplir las
normas de conducta produce que haya un mejor clima en el trabajo, entre los
compañeros de trabajo y en los superiores, ya que estos últimos tienen la
seguridad de que sus subordinados cumplen las normas y no se tenga que
preocupar por llevar a cabo sanciones por el incumplimiento de las mismas.
Valga la redundancia, es mejor
que la organización ponga énfasis en que los empleados cumplan las normas por
ellos mismos que sea la propia organización la que tenga que poner sanciones
porque los empleados quebranten las normas y que se tenga que poner en marcha
todo el procedimiento de la sanción disciplinaria al empleado viendo si la
infracción cometida es grave, muy grave y leve y viendo la sanción
correspondiente que debe imputarle al empleado.
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