miércoles, 15 de abril de 2015

Formarse en tiempos de ajustes


Noticia propuesta por José - Miguel Abans Carrasco

La Xunta instruirá a los empleados de los concellos y diputaciones en racionalización de recursos

Abre hoy la EGAP, que es la escuela de la Xunta, el plazo de matrícula del 2015 para los 25.252 asalariados de los ayuntamientos y de las diputaciones que, según el Ministerio de Hacienda, hay en Galicia. La institución académica oferta este año más del triple de cursos que el pasado (33 contra 10) y un 136 % de plazas extra: 1.180 frente a medio millar raspado. «Sí, hemos hecho un esfuerzo presupuestario importante», reconoce su directora, Sonia Rodríguez-Campos. ¿Para qué? Por ejemplo, para instruir a los funcionarios locales en la «racionalización y sustentabilidad» de la Administración, así como en la necesidad de fomentar la cooperación supramunicipal, el sucedáneo de las fallidas fusiones.
«Nuestra actividad -arguye la citada alto cargo- debe ir dirigida a la actualización formativa de los empleados públicos y a que manejen las herramientas para hacer sus tareas de manera más eficaz, pero también a que ellos entiendan las políticas del Gobierno central y del gallego. [...] Es muy importante que comprendan lo que se hace, que sientan empatía hacia eso». De ahí que la EGAP vaya a dedicar hasta nueve de sus cursos de este ciclo a explicar actuaciones clave del Ejecutivo Feijoo y del Gabinete Rajoy. Organizará uno de racionalización de recursos humanos, otro de colaboración entre concellos en la gestión de subvenciones, uno de fomento de la transparencia, otro sobre la ley de sostenibilidad de las entidades locales, uno acerca de mancomunidades y consorcios, otro de las reglas de gasto en tareas presupuestarias, uno sobre la norma de garantía de los servicios al ciudadano, otro de fiscalización de subvenciones y uno basado en la ley de emprendimiento.
Entre las restantes propuestas del menú sobresale una novedad que Rodríguez-Campos presume exitosa: la impartición de técnicas de coaching «para afrontar los cambios de forma positiva» en los concellos, con clases de «gestión de las emociones tóxicas», de elaboración de discursos y expresión oral, de «trabajo útil y con inteligencia» y de lenguaje no verbal, entre otras. Destacan igualmente un programa específico de negociación y trabajo en equipo, otro para escribir correctamente en gallego documentos técnico-jurídicos y uno para «mejorar la  calidad» de la redacción burocrática.
Por lo demás, predominan los cursos relacionados con el entorno digital (tres) y los eminentemente prácticos: cinco de informática de oficina y otro de archivado. Pegado a la actualidad, habrá uno también de disolución y constitución de corporaciones tras procesos electorales como el convocado para el 24 de mayo.
Gratuitos para sus alumnos, los interesados en inscribirse en alguno de estos programas deben hacerlo antes del día 19. De entre 15 y 50 horas de duración, se celebrarán siempre por las tardes. El primero arrancará el 29 de abril y el último concluirá el 9 de diciembre. En uno de ellos podrán anotarse un máximo de 20 personas; en otro, un tope de 35; en 17, 25 a lo sumo; y en los 14 restantes, 50 como mucho

Noticia publicada originalmente: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/galicia/2015/04/08/formarse-tiempos-ajustes/0003_201504G8P6994.htm

3 comentarios:

  1. Magistral iniciativa de la Xunta de Galicia plasmada en esta noticia. En los tiempos que corren, en los que no sólo afecta a nuestro país una crisis económica y monetaria, sino también una crisis social, de valores, hacen falta medidas que incentiven la profesionalidad en el trabajo, el aglutinamiento de saberes para ejercer correctamente la actividad por que la que percibir salario.

    ¿Cómo llevar a cabo este incentivo mencionado anteriormente? Mediante la formación. Nunca debemos dejar de formarnos por muchos estudios que poseamos. La educación, la cultura, son ejes revitalizadores de nuestra vida. No son meros mecanismos de conseguir un título universitario en aras de alcanzar la profesión deseada. Requieren un seguimiento continuado, que fortalezcan los saberes adquiridos durante la etapa de estudios.

    De vital trascendencia es el hecho de que la Administración Pública vele por que sus funcionarios no sean meras marionetas burocráticas, sino personas con la suficiente profesionalidad y valores culturales adquiridos por ellas mismas. Los cursos de formación significan la herramienta cultural mediante la cual la Administración pone a disposición de sus empleados la garantía de continuar su aprendizaje y profundizar en sus conocimientos.

    Y es que la formación, a mi juicio, se conforma como el principal medio de encauzamiento de un aparato burocrático denostado y anclado en un conformismo sin límites. Si la Administración Pública quiere sobrevivir a los nuevos tiempos, resulta imprescindible un escenario cultural y social completamente distinto a la banalidad actual reinante. Debemos alejarnos de la mediocridad cultural para alcanzar cotas de prosperidad y riqueza sociales.

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  2. ¿Por qué no? La formación nunca esta de más.
    Los trabajadores de la Administración Pública han de estar formados, desde que llegan a su puesto en virtud de un concurso-oposición en el que se miden sus méritos y aptitudes. Quizás dichos procesos estén repletos de vicisitudes tales como "copieteos" que o no podemos o no queremos evitar, en China por poner un ejemplo, hay policías en la sala durante las oposiciones.
    He querido referirme al concurso-oposición porque de él deriva la idea de que las personas que adquieren puestos públicos son las que mejor preparadas están. Por lo que me parece correcta la idea de la Xunta pero siempre partiendo de una base de saberes, así digo no a los cargos políticamente discrecionales.
    El funcionario ha de estar adapatado a las nuevas tecnologías pero las tecnologías también han de adecuarse a lo denominado como " Estado social y democrático de derecho". Con esto quiero hacer un llamamiento al reencuentro de valores consuetudinarios intrínsecos a la condición humana, que llegan a perderse por el fomento de las relaciones no personales. Cuidado con la tecnología porque puede suceder que el mundo al progresar se destruya a sí mismo.

    Dejando la ética a un lado, para paliar el conformismo adyacente a una situación de continuidad laboral, se creearon figuras como los "trienios" o "quinquenios" para el reconocimiento de la actividad docente, pero no son medidas suficientes.
    Parece ser que la carrera vertical u horizontal no llega a motivar plenamente al trabajador; quizá el impulso necesario sea una mejora de formación, por lo que a mi parecer es totalmente acertada la decisión de la Xunta.

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  3. En mi opinión, esta "formación" tiene mas de adoctrinamiento político que de educación práctica de gestión. Los gobiernos pueden cambiar cada 4 años, dependiendo de los resultados electorales, pero la mayoría de los funcionarios que forman parte de la administración pública no: son empleados de carrera, que deben reciclarse y ponerse al día en las técnicas de gestión.

    El cambio de la dirección política o ideológica en una administración no significa ningún cambio en la gestión de los recursos que hacen los funcionarios de carrera, ya que éstos son simples gestores del mandato político que imparten los órganos o personas que dirigen la institución, que son electas, de forma directa o indirecta.

    Por lo tanto, no es en absoluto necesaria la "empatía" ni la comprensión "de actuaciones clave del "Ejecutivo Feijoó y del Gabinete Rajoy".

    Es más, incluso en el caso de que, en vez de empatía hubiera antipatía, (como seguramente ocurrirá en muchos casos), el funcionario está obligado a cumplir la ley, y de hacerlo de la forma mas "racional y sustentable" posible.

    En cuanto al fomento de la transparencia, tampoco lo entiendo: se supone que la publicidad de los actos y resoluciones de las administraciones públicas no dependen del funcionario, sino que son decisión política de los cargos electos, y por tratarse de decisiones que afectan a lo público y al bien común, deben ser públicas y transparentes. Por lo tanto, no debería ser necesaria una ley para algo tan evidente, ni un curso que lo enseñe.

    Quizás, el curso debería ir dirigido a mas de uno del "Ejecutivo Feijoo y del Gabinete Rajoy", o de cualquier formación política. Es decir, a cualquiera de "los de arriba".

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