En los últimos años venimos observando un crecimiento
descontrolado de lo que los especialistas califican como “la epidemia del siglo
XXI”, es decir, la Diabetes. Actualmente hay aproximadamente unos 360 millones
de diabéticos en el mundo, 32 de ellos en Europa y alrededor de 6 millones en
nuestro país, cifras que están aumentando considerablemente (en nuestro país a
un 5% anual.).
Esta enfermedad provoca que, o bien el cuerpo deje de
producir insulina, siendo necesario administrarla desde fuera mediante
inyecciones (Diabetes tipo 1, provocada principalmente por herencia genética),
o bien, que el cuerpo siga produciendo insulina pero éste no sea capaz de
asimilarla, siendo necesaria la administración de antidiabéticos orales para
favorecer la asimilación (Diabetes tipo 2, provocada principalmente por un
estilo de vida sedentario y poco saludable).
Aparte de esto, el diabético necesita llevar a cabo autocontroles
de glucosa en sangre mediante leves pinchazos en la yema de los dedos con un glucómetro para ayudar a
mantener los niveles de ésta dentro de los límites recomendables (80-180
mg/dl).
Se preguntarán, ¿qué tiene que ver todo esto con el ámbito
de los Recursos Humanos? Pues bastante.
La Diabetes es un claro ejemplo de hándicap en el puesto de
trabajo, tanto a la hora de acceder a él como en su ejecución. Partimos de la base de que la persona con esta enfermedad se encuentra con las
mismas dificultades en el entorno laboral que el resto, pero con este lastre
añadido. El diabético debe llevar un riguroso control de la enfermedad para así
evitar las complicaciones que lleva asociada tanto a corto como a largo plazo
(hipertensión, nefropatías, neuropatía, cardiopatía…), este control debe poder
realizarse en cualquier momento, sea fuera o dentro del entorno de trabajo y si
es dentro, debería poder llevarse a cabo con una cierta intimidad.
Por otro lado están las hipoglucemias (bajadas bruscas del
nivel de glucosa en sangre) a las que el diabético es más vulnerable que una
persona sin la enfermedad y que deben tratarse inmediatamente para evitar
complicaciones como mareos, desmayos o incluso entrada en coma diabético si la
hipoglucemia es grave y no se trata a tiempo.
La Diabetes puede ser también motivo de incapacidad temporal
debido a las complicaciones que lleva asociada si no se trata adecuadamente la
enfermedad. Aparte de que el diabético necesita realizarse chequeos médicos
periódicamente para evaluar la evolución y el control que se tiene de la
enfermedad.
Todo esto puede dar lugar a un “tratamiento diferente” del
empleador con el trabajador diabético, tratamiento diferente que puede dar
lugar a actitudes discriminatorias tanto a la hora de la contratación como en
el desarrollo del trabajo, movilidad funcional, pérdida de oportunidades
laborales tanto públicas como privadas, exclusión, etc.
Pero el ejemplo más claro de lo que venimos explicando es la
limitación de tareas o exclusión de personas con Diabetes en determinados
puestos de trabajo, que son los siguientes:
-Empleo público: Fuerzas Armadas, Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil,
policías autonómicas, policías locales, bomberos, ayudantes de instituciones
penitenciarias, agente de taquilla en metro de Madrid, varios puestos en RENFE,
conductores de vehículos de transporte público (con distinción entre tipo 1 y
tipo 2), etc.
-Aviación Civil: piloto comercial, piloto de transporte de
líneas aéreas, navegante, mecánico a bordo, piloto privado, tripulante de
cabina de pasajeros y controladores de circulación aérea.
-Gobierno de embarcaciones de recreo y prácticas de puerto:
Para ejercer en este ámbito es necesario acreditar un buen control de la
enfermedad mediante informe médico.

Fuentes:
-Federación de Diabéticos Españoles - www.fedesp.es
-International Diabetes Federation - www.idf.org
-Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) - www.osakidetza.euskadi.eus
-Plan integral de Diabetes del Servicio Extremeño de Salud - www.saludextremadura.gobex.es
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