Reflexión personal por Clara Vázquez Jiménez
La motivación en el trabajo es un proceso psicológico que provoca la aparición, dirección y continuidad de la conducta que el trabajador considera adecuada para conseguir los objetivos de la empresa, y a su vez la obtención de una recompensa por parte de ésta.
La motivación en el trabajo es un proceso psicológico que provoca la aparición, dirección y continuidad de la conducta que el trabajador considera adecuada para conseguir los objetivos de la empresa, y a su vez la obtención de una recompensa por parte de ésta.
Es importante
mencionar que no hace mucho, a principios del siglo XX, el recurso humano no se
consideraba un activo, sino más bien un gasto que había que reducir lo máximo
posible. Se concebía a la sociedad humana organizada sobre la base de
principios mecanicistas, el hombre era una máquina movida sólo por el afán de
satisfacer sus necesidades biológicas, por lo que para crear las bases de la
organización de trabajo se tomaron en cuenta sólo razones materiales,
económicas, y se excluyeron otros valores fundamentales que forman parte de la
condición humana. Pero el trabajo lo hacen mejor trabajadores motivados que
máquinas programadas.
Para conseguir
dicha motivación es necesario que los trabajadores tengan una vida de calidad,
sólo así la calidad de vida logrará la calidad del trabajo, y a su vez la
calidad del producto o servicio. La calidad de vida es un concepto que va más
allá de lo económico, implica valores y actitudes mentales, consiste en el
desarrollo integral e las dimensiones física, mental, social, económica y
espiritual, lo cual dotará al individuo de un equilibrio consigo mismo y con su
entorno.
Este nuevo punto
de vista, en mi opinión, es muy importante para que en la actualidad las
organizaciones observen al recurso humano como el activo más importante y
procuren conseguir y contar con el personal más motivado posible. Por lo que
creo que la empresa debe ejercer un papel fundamental en la búsqueda y promoción
de dicha motivación, para que tenga repercusión posteriormente en la eficacia y
eficiencia de la organización. Si los trabajadores están motivados tendrán
entusiasmo para dar lo mejor de ellos mimos y así lograr un objetivo. Esta
motivación por el trabajo está relacionada con la satisfacción del trabajador,
que se produce cuando éste ve realizadas sus necesidades.
Para incrementar
esta motivación de sus trabajadores, las organizaciones y, en especial, la
Administración Publica, utiliza una serie de estrategias de motivación,
mediante un sistema de recompensas. Hay dos tipos de estrategias de motivación,
importantes para que ésta se dé.
Por un lado, las
estrategias de motivación externa, que se dan por factores motivacionales
ajenos al trabajo en sí mismo, como la retribución (salario, beneficios
sociales, complementos, incentivos, etc.); las promociones o ascensos; el
agradecimiento por parte del superior; el reconocimiento en público del trabajo
bien hecho; el uso de la escucha activa y la respuesta; y el reconocimiento
social de la actividad de los servidores públicos.
Por otro lado, las estrategias de
motivación interna, que se producen cuando el empleado público se administra a
sí mismo recompensas intrínsecas, como el sentimiento de éxito, a sensación de
desarrollo personal. La organización no puede otorgar este tipo de recompensas,
pero sí puede crear las condiciones para que los empleados puedan
administrárselas a sí mismos, como el fomento de la participación de los
empleados; el enriquecimiento del trabajo, la ampliación del puesto, la
adecuación de las recompensas al nivel de ejecución o la creación de equipos de
trabajo auto-dirigidos.
Desde mi punto de vista es de vital
importancia que las empresas creen las condiciones adecuadas para que los
trabajadores estén motivados, mediante estas estrategias internas o externas.
Si un trabajador recibe un ascenso o una subida de sueldo, o siente que puede
participar activamente en la actividad de la organización, se sentirá más
motivado, y esto influirá en la productividad de la organización. Los
trabajadores son, ante todo, personas, y este cambio tan positivo que ha
proporcionado la visión de los trabajadores como el recurso más importante de
una empresa, con derechos específicos, hace que la motivación pase a primer
plano.
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