martes, 14 de abril de 2015

¿Por qué en España odiamos a quienes tienen éxito?


Noticia propuesta por Lorea Martínez Rodríguez
¿Por qué en España odiamos a quienes tienen éxito?

Sucedió esta semana con los jóvenes emprendedores españoles creadores de las gafas Hawkers, pero ocurre con muchos otros que han tenido éxito como Amancio Ortega. En España hay mucha envidia

Conocía de pasada las gafas Hawkers, pero la verdad es que no estaba enterado de su historia ni de su modelo de negocio hasta que leí el artículo que publicó hace unos días Analía Plaza en este mismo medio.
La historia de por sí es interesantísima, y a mí, que me dedico a las redes sociales y al marketing online directamente me encandiló, porque lo que han montado estos tíos es para quitarse el sombrero. Pero lo que me alucinó más todavía es ver cómo tanto en los comentarios de la noticia como en las redes sociales, una parte importante de las opiniones se dedicaban a atizarles.
Que si las gafas son copiadas, que si no serán de buena calidad, que las fabrican en China… No me lo podía creer. Unos tipos de Elche montan un negocio que en un par de años factura 15 millones de euros y les criticamos. En Estados Unidos estarían dando conferencias. Está claro que la culpa de que no tengamos el mismo nivel de emprendimiento en ambos países no es sólo un tema legislativo, sino que tiene unas raíces sociales mucho más profundas.
“No han inventado nada, lo han copiado y lo fabrican en China
Esta frase podría ser el destilado del conjunto de críticas. Parece que si no inventas un producto físico no puedes ser considerado innovador. ¿Es que la distribución, el marketing o el servicio al cliente no cuentan? ¿Acaso Amancio Ortega levantó de la nada la mayor empresa textil del mundo innovando
en el producto? No, lo hizo con una estrategia logística y de marketing que se estudia en las mejores escuelas de negocio del planeta. Vaya, me olvidaba. ¡Es que en España a Amancio también le atizamos!
¿Acaso Amancio Ortega levantó de la nada la mayor empresa textil del mundo innovando en el producto?

Se pueden poner ejemplos de muchas otras marcas y podríamos estar todo el día. Críticas habituales al emprendedor de éxito: que si tenía un padrino, que si busca reducir costes de esta u otra manera, que si no lo hace todo en España, que si… Puedo seguir así un rato, pero prefiero resumirlo: que jode que otros ganen dinero.
A esto se suma además una simpleza que piensan habitualmente los haters, y es la de querer parecer superiores a través de la crítica, lo que suele ser una falacia como un piano. Parece que si el criticón en cuestión dice que “ese invento es una mierda”, da a entender que “él habría inventado algo mejor” cuando en la mayoría de los casos lo más creativo que ha hecho en su vida puede que sea un dibujo con macarrones para el día del padre cuando estaba en preescolar.
Estamos en un momento en el que al fin parece que pueden empezar a cambiar algunas cosas en España. Veremos cómo cristaliza, pero está claro que en el último año asistimos a un interés por parte de muchos ciudadanos, focalizado en la política, en que las cosas cambien.
Ese interés no se tiene que quedar sólo en la política. Los políticos son responsables de mucho, pero el cambio que necesitamos en este país también tiene que ser social y de mentalidad, y reconocer y valorar el éxito de aquellos que innovan, sea cuál sea su área, sería un buen comienzo.

Fuente: http://blogs.elconfidencial.com/tecnologia/social-24-7/2015-04-12/espana-hawkers-emprendimiento-criticas_757439/

5 comentarios:

  1. Comentario realizado por Francisco José Gutiérrez Povea:

    Nos hallamos ante un interesantísimo artículo que narra fehacientemente la realidad de la sociedad española. Y es que, esta sociedad que nos ha tocado vivir a los jóvenes españoles sigue anclada en viejos conatos inmovilistas por mucho que el progreso y la libertad hayan marcado el devenir de las últimas décadas.

    No hay nada peor que una sociedad banal acomplejada por sus defectos arrastrados durante años, en la obsesión por la desgracia y el escepticismo ante el avance. ¿Cuánto admiramos los españoles los descubrimientos tecnológicos que llegan desde países ajenos al nuestro? ¿Nos sentimos más cómodos al comprar productos extranjeros y menospreciamos en muchas ocasiones la marca España?

    Estamos ante un problema endémico transmitido de generación en generación desde hace décadas, inspirados en la opinión externa de otros países que miran nos ven únicamente como país de sol, playa y fiesta. Esto conlleva a la desidia, constreñimiento hacia la prosperidad, amotinamiento en la pobreza personal y profesional. ¿Para qué vamos a esforzarnos a prosperar como personas en nuestro trabajo si hagamos lo que hagamos nunca estaremos al nivel de otros países? La escasa creación de empresas españolas es buen ejemplo de ello. ¿Cuántas empresas extranjeras monopolizan la economía española?

    La solución es simple y a la vez compleja por todo el proceso que trae consigo: desligarnos del complejo de españolito gracioso y vernos con la suficiente capacidad para saber admirar nuestras propias creaciones y retos como otros países saben hacer. Mientras tanto, los españoles seguiremos criticando y desconfiando de lo nuestro para admirar lo cosechado por otros ajenos a nuestro país.

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  2. COMENTARIO REALIZADO POR: CARLOS DUQUE PINTO

    La noticia refleja el triste concepto de la sociedad española sobre el éxito de otras personas evidenciando una gran envidia y resquemor. Este hecho considero estar alentado por dos circunstancias principales

    Sinceramente no creo que esto se de solo en España, principalmente debido a que el hombre por naturaleza desea el poder desde que nació la raza humana, ya sea el deseo de ser el líder de la "tribu" hasta llegar a conseguir un importante estatus social en la actualidad. A esto se le suma la presión a la que somos sometidos todos de manera subconsciente y no tan subconsciente para que logremos el "techo de cristal" (Tener gran poder adquisitivo, buen trabajo, reconocimiento social, fama.. en definitiva, el objetivo implícito de triunfar en la vida), inculcando desde el colegio una fuerte competitividad y una vida con el único objetivo del éxito.
    Bien, estas circunstancias creo que son las que impulsan a determinadas personas a generar comentarios contrarios hacia personas que han conseguido "triunfar" mientras que ellas no lo lograron, reflejando esa famosa frase de "es imposible. Si yo no lo conseguí, tu seguro que tampoco"

    Matizando el primer factor, y centrándonos en los españoles, es cierto que en España no se valoran tanto los nuevos emprendedores e ideas (que a veces posteriormente son utilizadas por otros países) y sinceramente creo que esto se debe a la llamada "Marca España", a través de la cual y en gran parte, se observa a España como país de turismo y ocio, siendo la percepción propia de los españoles equivalente a esta visión externa creada por nosotros mismos, la cual se convierte en un círculo vicioso que ancla la mentalidad del español a una visión exclusivamente personal donde no importa el posible beneficio que generará para España dichos emprendedores

    En conclusión, es un error de creencia, de cultura, de apreciación... España posee muchas virtudes, pero a la vez, otros tantos defectos como esta concepción, tan arraigados a nuestra cultura que se consideran comunes y no se hacen visibles ante nuestros propios ojos

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  3. COMENTARIO REALIZADO POR: ANTONIO GARCÍA RAMÍREZ

    Desde mi punto de vista, veo dos factores principales desde los cuales radica el problema. El primer factor está en que "ser emprendedor" no llega a tener, en España, el significado que pueda tener en otros países que tienen más asentada tal visión, por lo que ante cualquier ejemplo de innovación por parte del ciudadano español, el ciudadano de a pie va a mantenerse reticente a congratular algo que a él mismo no se le había ocurrido. Es un pensamiento muy redundante, pero para mí es el más importante, todo cuesta asimilarlo, hasta que finalmente se acepta, tiempo al tiempo.

    El segundo y no menos importante factor dentro del ámbito de la innovación y el ser emprendedor, está en la oposición a crear una nueva cultura, la defensa de asentarse en lo malo conocido y no dar puerta abierta a lo bueno por conocer. Somos una sociedad en pleno cambio, la sociedad española no vive su mejor momento, y todo ápice de cambio genera un recelo tremendo a la sociedad, sea por miedo, reparo, envidia o cualquier tipo de sentimiento que pueda suscitarse.

    Lo único que cambiará el panorama que estamos estudiando ahora mismo será el paso del tiempo, el asentamiento y unión de emprendedores en nuestro país, pero no podemos erradicar la lacra de la falta de creencia, cultura y apreciación de lo nuevo del día a la mañana.

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  4. COMENTARIO REALIZADO POR: ANTONIO GARCÍA RAMÍREZ

    Desde mi punto de vista, veo dos factores principales desde los cuales radica el problema. El primer factor está en que "ser emprendedor" no llega a tener, en España, el significado que pueda tener en otros países que tienen más asentada tal visión, por lo que ante cualquier ejemplo de innovación por parte del ciudadano español, el ciudadano de a pie va a mantenerse reticente a congratular algo que a él mismo no se le había ocurrido. Es un pensamiento muy redundante, pero para mí es el más importante, todo cuesta asimilarlo, hasta que finalmente se acepta, tiempo al tiempo.

    El segundo y no menos importante factor dentro del ámbito de la innovación y el ser emprendedor, está en la oposición a crear una nueva cultura, la defensa de asentarse en lo malo conocido y no dar puerta abierta a lo bueno por conocer. Somos una sociedad en pleno cambio, la sociedad española no vive su mejor momento, y todo ápice de cambio genera un recelo tremendo a la sociedad, sea por miedo, reparo, envidia o cualquier tipo de sentimiento que pueda suscitarse.

    Lo único que cambiará el panorama que estamos estudiando ahora mismo será el paso del tiempo, el asentamiento y unión de emprendedores en nuestro país, pero no podemos erradicar la lacra de la falta de creencia, cultura y apreciación de lo nuevo del día a la mañana.

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  5. Las generalizaciones siempre son malas. No creo que en España (ni en ningún lugar del planeta) odiemos a quienes tienen éxito.

    Lo que si creo que es cierto, y cada día que pasa se acentúa mas, es que el paradigma, el ejemplo, el modelo a seguir, es el del "emprendedor-triunfador", y con ese criterio, nace la envidia.

    En el actual sistema de valores, no hay mas posibilidad que "triunfar" (como sea) o no triunfar, y quedarse ahí, en el paso, cosa que se nota en el hecho de que la clase media tiende a desaparecer, mientras que aumentan la pobreza y la exclusión por un lado, y las fortunas desmesuradas por otro.

    Para estar del lado bueno del mundo hay que tener éxito, y eso ya no se consigue con años de trabajo y buen hacer: ahora es fruto de una buena (o mala, da igual) idea, o de una oportunidad entre cientos, o de la suerte: estar en el sitio adecuado en el momento adecuado.

    Aquel que "odia" o siente envidia del triunfador, no lo hace porque éste lo sea y tenga una cuenta corriente mejor que la suya, sino porque está absolutamente convencido que llegar al éxito es todo en su vida.

    Me hace gracia que los defensores del "emprendimiento" siempre citen a Amancio Ortega; nunca he oído a ninguno citar a Ramón y Cajal, o a los anónimos que investigan "sin éxito" durante años...

    En mi opinión, no se trata de envidia ni odio: se trata de modelo de ser humano a seguir. Y este modelo actual, sólo lleva a eso, a fomentar la envidia y el odio. El otro, es la utopía.

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