miércoles, 1 de abril de 2015

DOS DE CADA DIEZ CONDENADOS ENTRAN EN PRISIÓN

De los 170 sentenciados en el transcurso de la presente legislatura, únicamente 35 duermen ya en la cárcel

La corrupción es, según todas las encuestas, uno de los principales problemas del país y el que más indigna a los ciudadanos. Los tribunales de casi toda España están saturados con centenares de causas que intentan hacer justicia a una etapa, la de la expansión económica, basada en el ladrillo, cuyos ecos judiciales vivimos intensamente en el recién terminado 2014.
En lo que va de legislatura, al menos 170 personas han sido condenadas por delitos relacionados con la corrupción, aunque la inmensa mayoría de ellas no están en prisión. De hecho, son poco más de treinta los condenados que están durmiendo entre rejas. Este hecho se debe a dos denominadores comunes de las penas en delitos relacionados con la corrupción.
El primero de ellos es que muchas de las condenas no implican prisión, sino que se limitan a multas e inhabilitación. El otro elemento común es que una buena parte de las condenas que sí llevan implícita la cárcel son inferiores a dos años, ante lo que los jueces suelen suspender el ingreso en el centro penitenciario correspondiente. En otros casos, el condenado pasa una breve estancia entre rejas y logra disfrutar de la situación del tercer grado. El perfil de los condenados por corrupción, a diferencia de delincuentes violentos, les facilita una pronta puesta en libertad.

Dos mil imputados
Todo apunta a que presenciaremos un rosario de nuevas condenas, ya que el nuevo año ha arrancado con casi dos mil imputados en causas relacionadas con la corrupción. La presente legislatura, que se inició en diciembre de 2011 con la investidura de Mariano Rajoy como presidente de Gobierno, se ha caracterizado por un intenso goteo de operaciones contra la corrupción que ha llegado a su cénit en 2014. Saltaron casos nuevos, como la trama Púnica o las tarjetas opacas de Caja Madrid, y se dio un gran impulso a causas que venían de atrás, como el clan de los Pujol, la red Gürtel o la trama Nóos.
Jueces, fiscales, policías e inspectores de Hacienda, entre otros, han tenido que hacer horas extras para dar abasto con el estallido de toda una época marcada por los excesos. Además, la corrupción ha calado sobremanera en la ciudadanía porque en infinidad de ocasiones ha estado protagonizada por personajes muy conocidos del ámbito de la política, la economía y el deporte, como los que ilustran estas páginas.

Andalucía, a la cabeza
Por otro lado, la estadística demuestra que la corrupción es un fenómeno transversal, pero afecta con mayor intensidad a las comunidades autónomas más grandes y con mayores presupuestos. Andalucía, con casi 400 imputados y los ERE como «referente», y Baleares, con unos 300 imputados con los casos Andratx Palma Arena a la cabeza, lideran la clasificación. Les siguen Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Canarias, que rondan los 200 imputados cada una. Especial indignación ha causado entre los ciudadanos el caso de los ERE, en una comunidad, como la andaluza, tan castigada por el desempleo. O el saqueo del clan de los Pujol, en una comunidad azotada por los recortes.
Según datos recabados por Europa Press, solo hay cuatro comunidades autónomas que no tienen ni una sola causa abierta en este sentido: Navarra y La Rioja, Cantabria y Extremadura.

En abril de 2013, el Consejo General del Poder Judicial reveló que los juzgados españoles tramitaban 2.173 causas de especial complejidad, de las que 1.661 afectan a delitos como la prevaricación, el cohecho, el tráfico de influencias, malversación, blanqueo, negociaciones prohibidas a funcionarios, apropiación indebida, fraude, estafa, falsedad documental y delitos contra el patrimonio histórico y contra el medio ambiente. Demasiadas para un país donde la Justicia parece ser lenta.


REFLEXIÓN PERSONAL REALIZADA POR: MARIPAZ TRUJILLO RODRÍGUEZ


Esta noticia nos presenta uno de los problemas más grandes por los que está atravesando nuestro país.  El problema de la corrupción puede decirse que es uno de los que más indigna a los ciudadanos, y lo que personalmente considero inaceptable es que, como nos muestra la  noticia, de las  170 personas condenadas tan solo unas 30 de ellas cumplan condena en prisión.

Este hecho se debe al sistema de penas en delitos relacionados con la corrupción, donde en muchos de los casos no se condena a cumplir prisión, sino que basta con una multa o inhabilitación, o por el contrario al ser la pena inferior a 2 años los jueces suelen suspender el ingreso en el centro penitenciario, o incluso el condenado disfruta de la situación del tercer grado.

En mi opinión, independientemente del tiempo de condena a cumplir en prisión el condenado debería ingresar en la misma, ya se trate de 3 meses o 5 años, ya que de este modo pensaríamos más antes de actuar. Tampoco considero justo que, por ejemplo un político corrupto condenado año y medio de prisión, por pagar X cantidad de dinero pueda librarse de su condena, aunque sea este el sistema vigente en España.

El problema de la corrupción, como hemos visto en la asignatura, es la más clara manifestación de la ausencia de ética pública y “suele tener su origen en los fallos del sistema administrativo, que se manifiestan en una legislación de baja calidad y en la existencia de instituciones públicas débiles, incapaces de aplicar la ley y que no ofrecen mecanismos de control, supervisión y transparencias apropiados”.

Para solucionar este problema, no podemos abandonar nunca la lucha contra la corrupción y tenemos que concienciar a la población de que ha de primar la lealtad y el respeto por las instituciones y normas vigentes.  

Yo pienso que el problema de todo lo que estamos tratando y pretendemos solucionar está en la educación, lo cual es la base de todo. Con una buena educación, muchos menos serían los casos de corrupción, lo cual es más valioso que todos los mecanismos e instituciones de control o corrección que se puedan establecer. Algo que ha llamado mucho mi atención y que considero envidiable y digno de imitar, fue una noticia publicada el 11 de noviembre de 2013 en http://www.infobae.com/2013/11/11/1522986-por-falta-presos-suecia-cierra-sus-carceles que lleva como título “Por falta de presos, Suecia cierra sus cárceles”, donde se continua diciendo que mientras en el resto del mundo las prisiones están colapsadas, en Suecia se cierran cuatro centros penales.

Por tanto, debemos tomar conciencia de todo ello y, como señala Klitgaard con su propuesta para reducir la corrupción en la conocida “teoría de incentivos”, la solución está en educar a los ciudadanos lo cual sólo se conseguirá a través de generaciones, y es por ello, por lo que deberíamos haber empezado antes a tomar conciencia de ello. 



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