De
los 170 sentenciados en el transcurso de la presente legislatura, únicamente 35
duermen ya en la cárcel
La
corrupción es, según todas las encuestas, uno de los principales problemas del país y el que más
indigna a los ciudadanos. Los tribunales
de casi toda España están saturados con centenares de causas que intentan hacer
justicia a una etapa, la de la expansión económica, basada en el ladrillo,
cuyos ecos judiciales vivimos intensamente en el recién terminado 2014.
En
lo que va de legislatura, al menos 170 personas han sido condenadas por delitos
relacionados con la corrupción, aunque la inmensa mayoría de ellas no
están en prisión. De hecho, son poco más de treinta los condenados que están durmiendo
entre rejas. Este hecho se debe a dos denominadores
comunes de las penas en delitos relacionados con la corrupción.
El
primero de ellos es que muchas de las condenas no implican prisión, sino que se
limitan a multas e inhabilitación. El otro elemento común es que
una buena parte de las condenas que sí llevan implícita la cárcel son
inferiores a dos años, ante lo que los jueces suelen suspender el ingreso en el
centro penitenciario correspondiente. En otros casos, el condenado pasa una
breve estancia entre rejas y logra disfrutar de la situación del tercer grado.
El perfil de los condenados por corrupción, a diferencia de delincuentes
violentos, les
facilita una pronta puesta en libertad.
Dos mil imputados
Todo
apunta a que presenciaremos un rosario de nuevas condenas, ya que el nuevo año
ha arrancado con casi dos mil imputados en causas relacionadas con la
corrupción. La presente legislatura, que se inició en diciembre de 2011 con la
investidura de Mariano Rajoy como presidente de
Gobierno, se ha caracterizado por un intenso goteo de
operaciones contra la corrupción que
ha llegado a su cénit en 2014. Saltaron casos nuevos, como la trama Púnica o
las tarjetas opacas de Caja Madrid, y se dio un gran impulso a causas
que venían de atrás, como el clan de los Pujol, la red Gürtel o la trama Nóos.
Jueces,
fiscales, policías e inspectores de Hacienda, entre otros, han tenido
que hacer horas extras para dar abasto con el estallido de toda una
época marcada por los excesos. Además, la corrupción ha calado sobremanera en
la ciudadanía porque en infinidad de ocasiones ha estado protagonizada por
personajes muy conocidos del ámbito de la política, la economía y el deporte,
como los que ilustran estas páginas.
Andalucía, a la cabeza
Por
otro lado, la estadística demuestra que la corrupción es un fenómeno
transversal, pero afecta con mayor intensidad a las comunidades autónomas más
grandes y con mayores presupuestos. Andalucía, con casi 400 imputados y
los ERE como «referente», y Baleares, con unos 300 imputados
con los casos Andratx Palma Arena a la cabeza, lideran la
clasificación. Les siguen Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Canarias,
que rondan los 200 imputados cada una. Especial indignación ha causado entre
los ciudadanos el caso de los ERE, en una comunidad, como la andaluza, tan
castigada por el desempleo. O el saqueo del clan de los Pujol, en
una comunidad azotada por los recortes.
Según datos recabados por Europa Press,
solo hay cuatro comunidades autónomas que no tienen ni una sola causa abierta
en este sentido: Navarra y La Rioja, Cantabria y Extremadura.
En
abril de 2013, el Consejo General del Poder Judicial reveló que los juzgados
españoles tramitaban 2.173 causas de especial complejidad, de las
que 1.661 afectan a delitos como la prevaricación, el cohecho, el tráfico de influencias,
malversación, blanqueo, negociaciones prohibidas a funcionarios, apropiación
indebida, fraude, estafa, falsedad documental y delitos contra el patrimonio
histórico y contra el medio ambiente. Demasiadas para un país donde la Justicia
parece ser lenta.
NOTICIA PUBLICADA ORIGINARIAMENTE POR: http://www.abc.es/espana/20150104/abci-diez-condenados-prision-201501041520.html
REFLEXIÓN PERSONAL REALIZADA POR: MARIPAZ TRUJILLO RODRÍGUEZ
Esta noticia nos presenta uno de los
problemas más grandes por los que está atravesando nuestro país. El problema de la corrupción puede decirse
que es uno de los que más indigna a los ciudadanos, y lo que personalmente
considero inaceptable es que, como nos muestra la noticia, de las 170 personas condenadas tan solo unas 30 de
ellas cumplan condena en prisión.
Este hecho se debe al sistema de penas en
delitos relacionados con la corrupción, donde en muchos de los casos no se
condena a cumplir prisión, sino que basta con una multa o inhabilitación, o por
el contrario al ser la pena inferior a 2 años los jueces suelen suspender el
ingreso en el centro penitenciario, o incluso el condenado disfruta de la situación
del tercer grado.
En mi opinión, independientemente del
tiempo de condena a cumplir en prisión el condenado debería ingresar en la
misma, ya se trate de 3 meses o 5 años, ya que de este modo pensaríamos más
antes de actuar. Tampoco considero justo que, por ejemplo un político corrupto
condenado año y medio de prisión, por pagar X cantidad de dinero pueda librarse
de su condena, aunque sea este el sistema vigente en España.
El problema de la corrupción, como hemos
visto en la asignatura, es la más clara manifestación de la ausencia de ética
pública y “suele tener su origen en los fallos del sistema administrativo, que
se manifiestan en una legislación de baja calidad y en la existencia de
instituciones públicas débiles, incapaces de aplicar la ley y que no ofrecen
mecanismos de control, supervisión y transparencias apropiados”.
Para solucionar este problema, no podemos
abandonar nunca la lucha contra la corrupción y tenemos que concienciar a la población
de que ha de primar la lealtad y el respeto por las instituciones y normas
vigentes.
Yo pienso que el problema de todo lo que
estamos tratando y pretendemos solucionar está en la educación, lo cual es la
base de todo. Con una buena educación, muchos menos serían los casos de corrupción,
lo cual es más valioso que todos los mecanismos e instituciones de control o corrección
que se puedan establecer. Algo que ha llamado mucho mi atención y que considero
envidiable y digno de imitar, fue una noticia publicada el 11 de noviembre de
2013 en http://www.infobae.com/2013/11/11/1522986-por-falta-presos-suecia-cierra-sus-carceles
que lleva como título “Por falta de presos, Suecia cierra sus cárceles”, donde se
continua diciendo que mientras en el resto del mundo las prisiones están
colapsadas, en Suecia se cierran cuatro centros penales.
Por tanto, debemos tomar conciencia de todo
ello y, como señala Klitgaard con su propuesta para reducir la corrupción en la
conocida “teoría de incentivos”, la solución está en educar a los ciudadanos lo
cual sólo se conseguirá a través de generaciones, y es por ello, por lo que deberíamos
haber empezado antes a tomar conciencia de ello.
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