sábado, 18 de mayo de 2013

Gestión de Recursos Humanos en el ámbito público y en el ámbito privado.


Durante este curso hemos estudiado la gestión de los recursos humanos tanto en el ámbito de las organizaciones privadas como en el ámbito de las organizaciones públicas.

El desarrollo que esta dirección presenta en el sector público se encuentra muy lejos de la dirección de los recursos humanos en el ámbito privado.

Los motivos de este desarrollo por parte del sector privado se deben, a grandes rasgos, a que los objetivos del mismo son bien distintos a los que persigue la administración pública. Así, mientras los primeros persiguen la maximización de los beneficios, la segunda persigue ofrecer el mejor servicio posible al ciudadano.

Además de ello, el sector privado se encuentra sometido al Estatuto de los trabajadores y los Convenios Colectivos, que presentan muchísima más agilidad que el Estatuto Básico del Empleado Público que rige la función pública.


Lo anterior en lo que respecta a los aspectos más generales de diferenciación entre una realidad y otra. En cuanto a los aspectos más concretos, pudimos ver la inmensa falta de ética que se da en las organizaciones públicas respecto de las privadas, lo que viene motivado por la seguridad económica que tiene el funcionario que le lleva a no tener miedo a perder el empleo.

Elemento fundamental para una organización es la motivación de sus empleados, la cual se fomenta en la organización privada para que estos alcancen el nivel de ejecución deseado, mientras que los sistemas de motivación que tiene la Administración Pública resultan ineficaces, ya que, además de la seguridad económica de la que hemos hablado que puede hacer que el empleado no se encuentre motivado, el sistema de recompensas de la Administración deja mucho que desear, puesto que la motivación de los empleados no se consigue cuando la retribución se basa en gran parte en componentes personales como son la antigüedad, y si se basan en componentes de rendimiento no se dan por este motivo en concreto, si no por otros ajenos que quedan a consideración del jefe.

Qué decir de los procesos de afectación. En la organización privada es esta la que intenta por todos los medios conseguir al candidato ideal para ocupar el puesto de trabajo vacante mediante las pruebas de selección que se hagan necesarias, mientras que en la Administración el candidato ideal es aquel que supera una prueba realizada un día concreto, que tiene establecidas unas pautas objetivas de superación.


No es que con lo dicho anteriormente se quiera poner de manifiesto que la Administración Pública no sirve frente a las organizaciones privadas, porque en este último ámbito podemos encontrar desde empresas que se preocupan por sus recursos humanos  considerándolos un activo hasta empresas que cuando se ven en la más mínima dificultad lo primero que hacen es reducir plantilla.
Lo que sí se quiere poner de manifiesto es la ineficacia de la actuación de la Administración Pública tal y como se da hoy en día.
Por este motivo, no es que tengamos que abogar por una privatización de la misma, porque considero ello puede dar lugar a que se perjudique su objetivo primordial (ofrecimiento al ciudadano del mejor servicio posible, como se dijo al principio) ya que el ánimo por la reducción de costes hace que los servicios a veces se vean perjudicados.
Pero lo que sí es necesario, vistos los problemas tan grandes y tan profundos que tiene, es una reestructuración que le haga ser más eficaz tanto de cara al ciudadano que recibe el servicio, como en la gestión de sus empleados, que son los que lo prestan.

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