viernes, 10 de mayo de 2013

Reflexión personal sobre el conflicto en las organizaciones



Aportada por: Carlos Igeño Espinosa

En esta última parte del programa de la asignatura, lo que más me ha llamado la atención de lo que llevamos de bloque es el conflicto en el seno de las organizaciones.

Concretamente las diferentes perspectivas sobre el conflicto. De un lado está la visión clásica, que “considera que el conflicto sólo puede originar perjuicios para la eficiencia organizacional y, por consiguiente, ha de ser eliminado o reducido”. De otro lado la visión moderna, según la cual el conflicto no sólo no es perjudicial sino que es absolutamente necesario en la organización.

Pensando en ello, opino que el conflicto puede llegar a ser beneficioso para la empresa, siempre y cuando se controle por parte de los directores de personal. Por ejemplo si los trabajadores compiten entre sí por ser el empleado del mes, la organización seguro saldrá beneficiada, pues el rendimiento de la plantilla irá en aumento.

Sin embargo creo que hay que tener mucho cuidado con esto. Un conflicto demasiado profundo tendría efectos muy poco favorables, tales como caída de la calidad, enemistad, hostilidad, frustración y fatiga.

Si me permiten una pequeña metáfora futbolística, imaginen que dos jugadores compiten por ser titular, y dan lo mejor de sí para lograrlo. Ese conflicto sería bueno para el equipo, y el entrenador debe fomentarlo en su justa medida. Porque si la competitividad no se controla, puede desembocar en que se den entradas duras en los entrenamientos y uno acabe lesionado, perjudicando al grupo entero.

En conclusión, estoy de acuerdo con la visión moderna del conflicto, que lo considera beneficioso para la organización, pero siempre que no falte una dosis de control del mismo.

2 comentarios:

  1. Considero que tienes mucha razón al romper una lanza a favor de esta visión sobre el conflicto, Carlos, pero creo que también hay que tener en cuenta el hecho de que muchos de estos conflictos acaban por ser desfavorables a nivel de relaciones entre los diferentes empleados, lo que muchas veces puede repercutir en su productividad y por tanto a la consecución de los objetivos de la organización.

    A su vez, y en relación a los temas anteriormente vistos, opino que uno de los objetivos más importantes a tener en cuenta es el de ayudar al líder a desarrollar las destrezas y herramientas que le serán útiles para manejar con éxito los conflictos organizacionales.

    El desafío para las organizaciones es distinguir las diferencias 'beneficiosas' y sanas del conflicto y aprender cómo arreglárselas eficazmente con la situación del problema antes de que se salga de sus manos.

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  2. Comparto la opinión con mi compañero Carlos, acerca de la preferencia por una visión moderna sobre el conflicto, pero excluyendo las situaciones extremas.

    LLegar al extremo en un conflicto llevaría a supuestos perjudiciales para la organización. Un ambiente hostil en la misma podría provocar que los sujetos protagonistas de tal hostilidad solo se guiasen por sus propios intereses dejando a un lado los intereses de la organización. En este caso, entender el conflicto en su visión moderna como algo positivo para la empresa, reflejaría perfectamente la expresión coloquial de "salir el tiro por la culata", puesto que buscando beneficios para la organización, el resultado obtenido es perjudicial para la misma.

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