sábado, 11 de mayo de 2013

Relaciones laborales: El nuevo informe de la Comisión tacha de tenso el diálogo social en Europa.

László Andor, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión
De acuerdo con un informe publicado hoy por la Comisión Europea, la crisis económica actual supone un gran desafío para el diálogo entre los representantes de trabajadores y empresarios y los gobiernos. Del informe se desprende que las recientes reformas del gobierno no han ido siempre acompañadas de un diálogo social eficaz, lo que ha llevado a relaciones laborales cada vez más conflictivas en Europa.
László Andor, Comisario de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión, declaró que: «El diálogo social está sometido a una presión creciente en el actual contexto macroeconómico de caída de la demanda, aumentos de impuestos y recortes en el gasto público. Tenemos que reforzar el papel de los interlocutores sociales a todos los niveles para salir de esta crisis y mantener los beneficios que brinda el modelo social europeo. Un diálogo social bien estructurado es indispensable asimismo para enfrentarse al reto que supone el cambio demográfico y para garantizar mejores condiciones laborales y una mayor cohesión social. El diálogo social debe reforzarse en los Estados miembros de Europa Central y Oriental, en los que hoy en día está bastante menos desarrollado.»
La participación de los representantes de trabajadores y empresarios («los interlocutores sociales») en las reformas gubernamentales es vital, ya que las soluciones fruto del diálogo social tienden a ser más aceptadas por la sociedad, más fáciles de poner en práctica y menos conflictivas. Así pues, los acuerdos consensuados que hacen partícipes a los interlocutores sociales garantizan la sostenibilidad a largo plazo de las reformas económicas y sociales.
El diálogo social bien estructurado puede contribuir de forma eficaz a la resistencia económica de Europa. De hecho, los países en que el diálogo social está consolidado y las instituciones responsables de las relaciones laborales tienen peso suelen ser aquellos en que la situación económica y social es más resistente y se encuentra bajo menos presión. El potencial de resolver problemas que tiene el diálogo social puede ayudarnos a superar la crisis actual. El nuevo informe de la Comisión ilustra cómo los resultados del diálogo social europeo pueden tener efectos palpables en la vida laboral de los europeos, como por ejemplo mejorar la salud y la seguridad en el trabajo y las condiciones laborales.
A la luz de los recortes en el gasto público en muchos Estados miembros, el informe se centra en las relaciones laborales en el sector público: la administración pública, la educación y la asistencia sanitaria. Los gobiernos han dado prioridad a una mayor eficiencia en la reestructuración del sector público. En algunos países este proceso ha continuado, con un enfoque más equilibrado y un conflicto más reducido, manteniendo un margen para las soluciones acordadas en convenio colectivo entre los sindicatos y el sector público.
En otros lugares, los métodos elegidos para aplicar las decisiones a menudo han descartado el diálogo social. Esta tendencia no se limita a los países que reciben ayuda financiera de la UE y del Fondo Monetario Internacional. Como consecuencia de ello, en muchos Estados miembros el aumento de los impuestos y la reducción del gasto público han provocado una oleada de conflictos laborales y han acentuado el rechazo de algunas de las reformas adoptadas fuera del diálogo social.

Europa Central y Oriental
El informe analiza en profundidad asimismo el estado del diálogo social en Europa Central y Oriental. Aunque se registra una gran diversidad entre los países de la región, en todos ellos, a excepción del notable caso de Eslovenia, las instituciones responsables de las relaciones laborales se muestran débiles y fragmentadas. De hecho, algunas reformas minan la participación de los interlocutores sociales en la introducción de cambios. El informe muestra que revitalizar los sistemas nacionales de relaciones laborales para promocionar y restaurar el consenso es esencial a fin de garantizar la sostenibilidad a largo plazo de las reformas económicas y sociales en curso.
Otras cuestiones planteadas en el informe incluyen la participación de los interlocutores sociales en el desempleo y la reforma del régimen de pensiones y en la transición hacia una economía más sostenible que dependa menos de los combustibles fósiles. Aunque en países como Bélgica, España, Francia y los Países Bajos los sindicatos han participado en el proceso de reforma de las pensiones, el papel de los interlocutores sociales ha sido mínimo en el resto de países, lo que ha resultado conflictivo. Con respecto al cambio climático, el informe documenta que las actividades de los interlocutores sociales en este ámbito van en aumento y que su actitud respecto a la agenda verde ofrece cada vez más apoyo.

Fuente: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-13-321_es.htm

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