viernes, 10 de mayo de 2013

Reflexión personal acerca de la integración del personal en la organización.

En esta última aportación al blog, me gustaría centrar la atención en un aspecto de suma importancia a mi parecer, pues es la última etapa de afectación del personal a una determinada organización, y de ello depende que el trabajador se encuentre en un ambiente adecuado y pueda dar de sí el máximo de su potencial.
 
La integración es la etapa en que el trabajador toma un contacto directo con la entidad y forma parte de ella, y esto es lo que motiva que esta etapa sea tan importante según mi criterio, pues por muy buenas aptitudes que el trabajador haya demostrado en la etapa de entrevistas y reclutamiento, si no se integra de forma adecuada en la organización puede llegar a convertirse en un fracaso absoluto.
 
No todos los empleados tienen la misma facilidad para la adaptación a la nueva organización, especialmente si nunca han pertenecido a una, o provienen de un sector diferente. Pero para favorecer esta integración se estandarizan una serie de prácticas que hacen que el empleado se sienta poco a poco en uno más del a organización. Entre estas prácticas suelen ser común dar un período de adaptación, cursos de iniciación, presentación de una persona que se encargará de enseñar el funcionamiento básico de la organización, etc.
 
Sin embargo, me gustaría llamar la atención sobre un tema que se ha repetido en varias noticias y que adquiere especial importancia en esta etapa. Existe un colectivo de personas que a los problemas propios de la integración y adaptación a una nueva organización, tales como el estrés, la ansiedad, el nerviosismo, malestar, etc, se le añaden otros como problemas psicológicos y físicos. Este colectivo al que me refiero es el de los discapacitados. Tal y como ya hubiera echo alusión en alguna noticia, este colectivo cada día más se encuentra más integrado y tiene menos problemas a la hora de integrarse en una organización gracias a las políticas de igualdad social que emiten las empresas. Pero no es suficiente que sean sólo las empresas las que fomenten esto, sino que deben ser los propios miembros de la organización los que deben de favorecer la integración de este colectivo ayudándoles a superar las barreras físicas y psicológicas propias de este tipo de personas, las cuales normalmente tienden a pensar que son un estorbo para la sociedad, y que sin embargo esconden a potenciales personas con ganas de trabajar y sentirse realizados con la sociedad en general.
 
Es por ello, que hago esta última reflexión para denotar la importancia que estas personas tienen dentro de una organización, no por el cargo que desempeñen sino por su especiales circunstancias, y todos debemos colaborar a facilitar la integración de estas personas no sólo en una organización sino en todos los aspectos de la vida.

4 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  3. Me parece de lo más interesante tu última aportación al blog Jesús, porque no debemos nunca olvidar a este colectivo de personas del que hablas.

    Como dices, las personas discapacitadas deben ser tenidas en cuenta a la ahora de conseguir el objetivo de la integración en la organización, y es muy importante entender que los propios compañeros de trabajo pueden ayudar al logro del mismo.

    Muchas de estas personas pueden llegar a ser más capaces e incluso estar mucho más motivadas a la hora de realizar un trabajo porque, sin olvidar la realidad, para ellas es más difícil conseguir un empleo, por lo que sus ganas de trabajar en la mayoría de los casos son mayores, y además si alcanzan el compromiso necesario con la organización se sienten más útiles y realizados.

    A efectos de los objetivos que persigue la gestión de los recursos humanos es muy importante la integración y el compromiso para ellos, pero para llegar a este punto es necesario, en primer lugar el reclutamiento y la selección de los mismos, que considero es lo más difícil y lo que menos se da hoy en día.

    Quiero decir, una vez que una organización ha reclutado y seleccionado a una persona con discapacidad es fácil por parte de esta integrarla en la misma. Es más difícil en cambio, que la organización contrate con una persona con alguna enfermedad de este tipo antes que con otra que no la tenga; lo cual es una verdadera lástima.

    Considero que la organización que lleve a cabo una buena política de afectación de estas personas adecuando sus capacidades y características al puesto de trabajo que vaya a desempeñar, nunca verá su productividad mermada.

    ResponderEliminar
  4. Estoy totalmente de acuerdo con lo expuesto por mis compañeros.
    Es importante señalar que se están promoviendo políticas públicas que favorecen la integración de estas personas en el seno de las organizaciones.
    Se trata de personas que cuentan en mayor o menor medida con una serie de especialidades que requieren de la empresa, tanto de la dirección como de su personal, de una adaptación a las necesidades que presentan los mismos.
    Pero es muy cierto, que dicha adaptación puede suponer un gran cambio para la empresa, siempre a mejor, hemos estudiado que las aportaciones de cada uno de los miembros de la organización son únicas, sin que las realizadas por los mismos queden excluidas de esta afirmación. Así, de sus aportaciones, y de la propia integración de los mismos podremos extraer una nueva organización, que añada también su perspectiva, su punto de vista en el planteamiento de las oportunidades y problemas que a ésta se le planteen.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.