martes, 16 de abril de 2013

Reflexión personal sobre la motivación en la estructura corporativa de la Administración.


Como ya ha sido objeto de estudio en temas anteriores, la estructura corporativa de la Administración Pública es una estructura jerarquizada a través de los distintos cuerpos, grupos y escalas. Esto en teoría debería de fomentar un clima de trabajo propicio para aumentar la productividad en el seno de la Administración, sin embargo, una profunda burocratización impide la agilidad del personal a la hora de desempeñar su trabajo, produciéndose el efecto inverso: la demora en los plazos de procedimientos, resoluciones, actos administrativos…

¿Es por tanto la burocratización el problema de la lentitud de la Administración? En mi opinión, no. Es necesario que la Administración tenga una gran burocratización pues debe garantizar la correcta administración de los recursos públicos, no obstante, si hay que confrontar la burocracia frente a la duplicidad. Hoy en día, no es la burocracia la que provoque la lentitud de la Administración, sino la falta de implementación de las nuevas tecnologías para evitar el “ir y venir” a los distintos órganos de la Administración a pedir la información necesario cuando al fin y al cabo, es la propia Administración quien la da y quien finalmente la recibe de nuevo, produciéndose una demora injustificada, además de una duplicidad documental para la tramitación de cualquier expediente o acto administrativo.

Esto tiene un efecto directo en la motivación, tanto en los administrados, como en el propio empleado público. El hecho de que el ciudadano tenga que ir de un lado a otro solicitando la información para cumplimentar la solicitud para el órgano administrativo que sea, genera en él (el ciudadano) un malestar que acaba finalmente mostrando con la persona encargada de la entidad que le atiende en el momento, normalmente secretarias y personal del cuerpo general, y como sostiene Elsa Punset (experta en inteligencia emocional): “La negatividad se contagia” y finalmente acaba influyendo en la motivación del personal al servicio de la Administración.

Por lo tanto, en la gran mayoría de los casos, una persona que, a pesar de que esté muy motivada al inicio del día, si continuamente se encuentra con personas que reprochan la mala gestión de su organización, acaba ponderando que aunque realice el trabajo de forma excelente, su progresión no se ve recompensada por los destinatarios del servicio pues su labor depende de la resolución de otro. Esto influye de forma directa en el desempeño de su labor, pues haga su trabajo de forma excelente o de forma media, va a seguir obteniendo su retribución mensual.
Para paliar estos efectos, se debe de reformar la concepción de la Administración y mejorar sus sistemas de producción, pues la jerarquización de la misma hace que sea dividida su estructura y no se apliquen reformas al todo, sino a las partes. Es necesario mejorar la interrelación entre los organismos para una mayor eficacia y agilidad que repercutirá en una mejor prestación del servicio y que finalmente mejorará el clima de trabajo de los funcionarios aumentando su motivación.

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